Parejas disparejas

¿Dónde están los hombres mayores de 30 años?  La respuesta es muy obvia. Los ejecutivos mayores de 30 años están ocupadísimos en una carrera compulsiva focalizada en el logro de títulos universitarios, posgrados, maestrías, especializaciones y  poder económico y laboral. Para los hombres de esta generación la pareja ha pasado a ser un lastre para  conseguir las metas  económicas que rigen sus  proyecciones de vida.
Antiguamente el hombre veía en el matrimonio el complemento necesario para alcanzar una posición social y laboral estable. En este momento, el compromiso afectivo es visto con pánico por la mayor parte de los hombres. Por esta razón el  profesional joven huye indiscriminadamente de cualquier mujer en la que vea un posible compromiso a corto, mediano o largo plazo.
Este fenómeno ha llevado a la instauración de relaciones disparejas en edad, entre hombres de 30 y mujeres de 40. El hombre actual, temeroso de una mujer joven con quien se vería obligado a relacionarse de una manera estable, y de quien percibe un afán  por el compromiso afectivo, opta por relaciones con mujeres mayores, en su mayor parte separadas, económicamente exitosas y en quienes no perciben un peligro potencial de compromiso ni de exigencia.
Lo curioso es que al llegar a estas relaciones, sin la prevención que les causan las que podrían tener con mujeres más jóvenes, terminan enamorados.  Se podría decir que como llegan sin resistencias (temor a los hijos, al compromiso, al matrimonio, a la responsabilidad), dejan caer todas sus defensas y se entregan de una manera genuina a la relación.  Veo cada día muchísimas parejas que iniciaron así y que en este momento  conforman relaciones estables y adecuadas. De lo que aún es prematuro hablar es del futuro que a largo plazo (10 años a más tardar) tendrán este tipo de parejas de edades tan dispares.
A muchos  hombres mayores de 25 años les está dando 'pereza' ponerse en el plan de novio con mujeres jóvenes. Actualmente hay una gran cantidad (que cada día se incrementa)  de mujeres separadas o solteras mayores de 38 años, atractivas y exitosas que se encuentran sin pareja y dispuestas a encontrar una persona agradable para compartir su tiempo y que ante la desilusión con compañeros anteriores de su misma generación, optan por hombres más jóvenes por quienes se sienten valoradas, admiradas  y deseadas.
 La relación adecuada con un hombre joven (en cuerpo o en espíritu) es algo que   revitaliza a cualquier mujer y que hace que nuevamente se sientan vivas a nivel afectivo y erótico. Muchas de ellas han salido de relaciones emocionales maltratantes de muchos años de evolución; llevan tiempo sin sentirse deseadas y amadas vitalmente por sus parejas. Por este motivo con la llegada de un hombre joven, afectiva y sexualmente intenso, deciden pasar por encima de la opinión de la sociedad que las rodea y se permiten vivir una experiencia, que en la mayoría de casos, resulta ser gratificante para las dos partes. Obviamente estoy hablando de relaciones donde hay  equilibrio a nivel social, cultural y económico, y donde no es el interés monetario o sexual lo que mantiene unida a la pareja. Se trata de relaciones de pareja unidas por la complicidad, el afecto y el erotismo, donde -por lo menos por ahora- se encuentran aspectos sanos y constructivos para las dos partes.
*Médico siquiatra, sicoterapeuta