PAREJO: VALIENTE PERO INJUSTO

HE SEGUIDO CON ESPECIAL INTERES EL debate que ha originado el ex ministro de Justicia Enrique Parejo González con sus duras críticas al proceso diseñado por el Gobierno, que condujo a la entrega de Pablo Escobar.
Para comenzar, no existe un sólo colombiano que no las considere inmensamente respetables. Parejo las hizo coincidir con su irrevocable renuncia al cargo de Embajador, que lo obliga a regresar a Colombia donde, no importa cuánto empeño se le ponga a la misión de protegerlo, no hay duda de que su vida estará en peligro. Dicho de otra forma, el ex ministro de Justicia ha preferido exponer su seguridad antes que callar sus críticas opiniones, un acto de heroísmo que suena extraño, y hasta exótico, en un país donde ya mataron a todos los héroes y a los que quedaron vivos los acobardaron.

Pero no sólo valor tienen las críticas de Parejo. También parecen decir toda la verdad, cuando uno se ve obligado a admitir que Escobar sí influyó en la escogencia de su propia cárcel, sí logró que recluyeran con él a sus principales lugartenientes, sí obtuvo del Gobierno una legislación especial con términos