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¡¡Se puede!!

Gobiernos débiles, malos gobiernos tienen solución.

Álvaro Jiménez M, Álvaro Jiménez M
22 de abril de 2019

Las 27 muertes en la vereda Portachuelo del municipio de Rosas, Cauca, el asesinato contínuo de líderes sociales, la violencia sostenida y reconcentrada de Medellín y el Valle de Aburrá, la inconsistencia en la implementación de lo acordado con las Farc, la ausencia de control institucional territorial en veredas de cerca de 200 municipios del país, etcétera, entre otros factores, explican la desconfianza ciudadana sobre lo público y todo aquello asociado a la política y el poder en Colombia.

Podrían enumerarse un sinfín de hechos negativos que alimentan esta percepción desastrosa, pero la fundamental y más clara es que tenemos y hemos tenido gobiernos débiles.

Estos se caracterizan porque no consiguen que la comprensión de bien común e intereses colectivos, vaya más allá de la esfera de los amigos, aliados, socios políticos o económicos de las campañas que les permiten acceder al poder.

En muy pocas ocasiones logran que los intereses de las mayorías ajenas a la acción política electoral y de gobierno queden comprendidos en sus acciones.

Creímos muchos que el bien de la paz (supremo para cualquier sociedad), lograría sumarnos a todos.

Equivocados. El acuerdo construido no consiguió este efecto.

No logró consensos y en lo que anda el Gobierno actual, es en un proceso de modificaciones que rompen el espíritu de lo acordado, con lo que estamos condenados a una pelotera sin fin como las que se ven en las redes sociales.    

Gobiernos débiles, malos gobiernos tienen solución.

Los votantes, los electores podemos transformar este hecho.

Octubre es una oportunidad para que los ciudadanos creemos nuevas situaciones, también las fuerzas políticas tienen la oportunidad de transformar sus gobiernos débiles en unos, vigorosos y representativos.

La tarea es seleccionar adecuadamente entre los abanicos que tendremos a disposición.

Debemos participar masivamente, debe procurarse mayor información para votar en conciencia y debe estimularse el voto programático además del reconocimiento personal que tengan los candidatos.

No es cierto aquello de que estemos condenados.

Se puede avanzar, de hecho, hemos avanzado en materia de inclusión y democratización en el país.

¿Cuáles avances?

Menciono algunos:

Hay mayor diversidad social, cultural, geográfica, étnica en en el debate público. Ello es una ganancia democrática.

Hay mayor control social al gasto público en Colombia, el número de denuncias sobre corrupción, sobre violaciones de normas y procedimientos en procesos de adquisición por parte de diferentes niveles de gobierno es creciente.

Esto protege los recursos públicos.

Las coberturas en salud, educación y seguridad social son mayores que las que tuvo Colombia hace 30, 20 y 10 años consecutivamente.

Esto es un avance en materia de equidad y justicia social.

La revisión de la constitucionalidad de las normas expedidas mediante la creación de la Corte Constitucional es un proceso de balance de poderes efectivo como se demostró ante el intento del tercer tiempo de Uribe con sus huesitos y sus carnitas.

El incremento de la participación ciudadana ha sido relevante para los logros mencionados, por esa razón los comicios electorales próximos son el gran escenario.

Allí podremos dirimir el futuro, allí tenemos la oportunidad de escoger en bien de los mejores intereses y programas.

Si deseamos alcaldesas, alcaldes, gobernadores y gobernadores o legisladores locales que trabajen en función del interés general debemos votar por estos y no por quienes ejerzan gobiernos débiles, presos de un grupo de interés económico exclusivo, ajeno al bien común.

Se puede.

Adenda: El aniquilamiento de la guerrilla Tigres de Liberación del Eelam Tamil en Sri Lanka ocurrida en 2009 parecía haber marcado el fin de la violencia armada en este país. Los hechos del domingo de resurrección dejan un interrogante enorme a la idea sostenida por algunos de que el aplastamiento del contrario construye la paz. Solidaridad con el dolor de este pueblo que vivió 26 años de intensa guerra y hoy revive el dolor de la violencia.

@alvarojimenezmi

ajimillan@gmail.com




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