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Corrupción y terrorismo

Particularmente no encuentro ninguna diferencia entre los que hacen y causan la corrupción y el terrorismo.

Semana.Com
19 de octubre de 2015

Siempre he pensado que la corrupción es igual, peor o una forma de terrorismo. Causa más daño a la sociedad con la diferencia que no nos atemoriza porque nacimos y crecimos sabiendo de ella, la vemos todos los días, nos acostumbramos y sufrimos con resignación las miserias, el dolor y el sufrimiento que provoca.

Particularmente no encuentro ninguna diferencia entre los que hacen y causan la corrupción y el terrorismo. Entre una guerrilla que destruye un puente o torres eléctricas y el corrupto que no los construye porque se roba la plata, entre un puesto de salud u hospital que el corrupto no edifica y la guerrilla que lo destruye a punta de bombas, entre una escuela o colegio que no se hace y la guerrilla que la acaba en un ataque, entre una mal llamada carretera que el corrupto no arregla porque se apropia del erario público y la guerrilla que la dinamita, entre una voladura de oleoducto que contamina un río y un corrupto que no construye un alcantarillado, entre un corrupto que no permite que una sociedad prospere y la guerrilla que extorsiona y secuestra.

Las bombas y acciones de la guerrilla son calificadas como terrorismo porque causan pánico y zozobra mientras que la corrupción se tolera. Creemos que la corrupción es algo normal en una sociedad porque escuchamos a un presidente de la República decir que había que reducirla a sus “justas proporciones” y después uno de los muchachitos Nule nos dijo que era “inherente a la naturaleza humana”.

Pero también porque esos mismos corruptos salen por los medios de comunicación a decir que los malos son los guerrilleros, los del monte, los que ponen bombas, secuestran y matan. Y que en cambio ellos están para salvarnos, aunque nos van exterminando física y moralmente, creando sociedades temerosas, desesperanzadas y egoístas en donde el ‘sálvese quien pueda’ es la norma porque no hay otra forma de sobrevivir.

Siempre me pregunto ¿Qué diferencia hay entre el guerrillero que mata a una persona con una bomba o una bala y la persona que muere porque el corrupto la dejó sin comida y/o atención médica?, ¿Son menos culpables los corruptos de La Guajira que ven como se mueren los niños de hambre y sed mientras ellos se beben esos dineros en Whiskey?, ¿Son mejores seres humanos Iván y Samuel Moreno o los Nule que los guerrilleros?.

Me imagino lo que piensa el guerrillero cuando causa una muerte: por la revolución, ideario político, porque le tocaba morirse, efectos colaterales o simplemente porque se le dio la gana, etc. Y me pregunto qué pensará el corrupto que vemos a diario cuando sabe que por el dinero que se roba seres humanos mueren en un hospital, no reciben educación, se mueren de hambre, están desempleados, y muchos millones más solo pueden aspirar a un salario mínimo y a sobrevivir por el resto de sus días.

¿Qué pensará ese corrupto cuando ve la miseria que ha causado?, ¿Dormirán tranquilos al ver a tanta gente aguantando hambre?, ¿Descansarán sabiendo que son culpables de muertes y tantos otros males que padece la sociedad?, ¿No caerán en cuenta que sus manos están tan manchadas de sangre como las de esos guerrilleros que tanto acusan e incriminan?

Todo parece que lo disfrutan porque uno los ve felices, orondos, disfrutando de sus puestos y de lo que nos roban a cada uno de nosotros, asegurando sus futuros y los de sus cómplices, que no son otros que los de su círculo familiar, social o político.

Porque el gran problema de Colombia no es ni la guerrilla, ni el narcotráfico, ni los paramilitares, ni las Bacrim, ni los otros ‘sambenitos’ que los corruptos van encontrándose e inventándose para evadir responsabilidades; es esa corrupción que hace un daño peor que todos los otros males juntos.

Época de elecciones, llamados a votar a conciencia, a no elegir a los mismos corruptos, a los mismos bajo diferente nombre o a sus herederos de sangre. Pero me temo que los elegidos serán los mismos de siempre porque como decía el filosofo griego Platón hace 2.500 años: el gran problema de la democracia es que ignorantes eligen a ineptos.

*Periodista y especialista en resolución de conflictos.