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Por fin un cauce natural para la tragedia de Venezuela

Se trata de encontrar los aliados y los espacios correctos.

Álvaro Jiménez M, Álvaro Jiménez M
8 de julio de 2019

El informe publicado por Michelle Bachelet Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sobre Venezuela, deja claros varios aspectos. 

Uno de ellos y tal vez el principal, es que Naciones Unidas y sus distintas agencias, son el cauce natural para comprender y resolver la profunda y devastadora crisis en Venezuela.

Atrás, quedan las insinuaciones de guerra expresadas en los gestos y vocerías de los señores Bolton, Abrams y Pompeo que fueran rechazadas por el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. La solución no es militar.

Cómo prueba exacta de lo que no debe hacerse, también quedan fuera de lugar, la incendiaria provocación disfrazada de concierto musical qué para colmo de males, parecen haber quedado atrapada en hechos de corrupción,  y que fuera liderada por los “gobiernos” de Iván Duque y Juan Guaidó.

El informe, es también una estocada para Luis Almagro quién ejerciendo una diplomacia de plaza de mercado frente a Venezuela, ha llevado a la OEA a una división innecesaria además de inconveniente en la que los temas de integración regional quedaron supeditados al  permanente estribillo desde la Secretaria General de este organismo: Maduro, dictador, Guaidó Presidente, Maduro, dictador,… 

Y no es que el asunto no exija la mayor atención o que Venezuela y su crisis no ameriten un trabajo intenso desde todos los organismos, NO. 

De lo que se trata es de que un bombero esta obligado a apagar el fuego y el  señor Almagro frente al caso de Venezuela ha ejercido el rol de pirómano antes que el de vocero de una organización que promueve la democracia y la integración regional.

El informe de la Alta Comisionada es doloroso, concreto y eficaz en sus recomendaciones. El Gobierno de Maduro debe emprender el camino de las respuestas, tendrá a la comunidad internacional de manera legítima y consensuada, a través de los instrumentos que se crearon para ello, presionando con mayor vigor, y si quiere mantener la interlocución abierta con el foro global, deberá ir produciendo resultados de mejora sustancial a los aspectos descritos por el informe.

Lo expuesto por la señora Bachelet, continuará creando efectos, seguirá advirtiendo las vergüenzas y la destrucción a las que Maduro ha llevado a su propio país. A este primero le seguirá otro, y así, porque este camino emprendido por la señora Alta Comisionada en nombre de Naciones Unidas, no tiene marcha atrás.

Ahora bien, encauzar el tema Venezuela a través de Naciones Unidas puede tener efectos altamente positivos para Colombia. Nos brinda una posibilidad para estabilizar la región fronteriza binacional donde el desorden institucional y el caos reinan. 

Podrá hacer consistente la estrategia frente al flujo migratorio de manera que efectivamente podamos aprovechar el bono poblacional venezolano que representan los jóvenes migrantes, quienes con procesos y niveles de formación adecuados, pueden fortalecer nuestra capacidad productiva. 

La presencia de Naciones Unidas de manera directa en el tema Venezuela, atenderá con mayor criterio el riesgo generado por la decisión de animar a militares venezolanos para venirse a Colombia, y desde aquí armar un grupo de resistencia armada contra el gobierno de Maduro, entre otras catástrofes estimuladas por Duque y algunos de sus aliados.

También, podríamos encontrar un camino que recupere el hilo perdido de la mesa de conversaciones con el ELN, la aplicación de los protocolos comprometidos por el estado colombiano en el marco del proceso de negociaciones con este grupo y que nos ayude a cerrar el ciclo de paz completa que creemos necesario y urgente muchos colombianos.

Lo que enfrentamos son nuevos retos que parecen el mismo. Son retos complejos, pero entendiendo la interdependencia geopolítica actual, valorando nuestra especificidad como país y como región podremos encontrarles solución. 

Colombia es globalmente reconocido por haber avanzado como nunca en la superación de una violencia política armada de más de medio siglo. Fuimos pioneros al construir el primer proceso exitoso de negociación política del conflicto armado en las Américas de los 80, entre la insurgencia del M19 y el Gobierno del Presidente Barco. 

Dicho proceso, inspiró la solución negociada del conflicto en el Salvador en medio de la tormenta centroamericana, como lo reconocen hoy sus actores. 

Tenemos con qué, para evitar una balcanización de la región o peor aún, que se desate una tragedia humanitaria con las dimensiones de la que viven la región de Siria y de Irak hoy en día. 

Se trata de encontrar los aliados y los espacios correctos. En este sentido, el informe de la Comisionada Bachelet y sus recomendaciones, están mostrando un camino y unos procedimientos concretos a Iván Duque y al responsable de su política internacional, el canciller y candidato presidencial Carlos Holmes Trujillo. 

Esperemos que lo entiendan.

@alvarojimenezmi

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