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Reflexiones sobre la embajada en México

A propósito de la renuncia del embajador colombiano en México, Luis Ignacio Guzmán, Gabriel Vallejo, director general de HSM Group, insta al gobierno a ser más selectivo en cuanto al perfil de los profesionales a los que encarga la representación del país. "Una misión como la de México requiere una altísima dosis de gerencia y liderazgo", asegura.

Semana
29 de febrero de 2004

Mucho se ha opinado sobre el retiro del embajador de nuestro país en México, y, en particular, sobre algunas declaraciones que hizo con relación al proceso de visado y respecto a otros temas, las cuales que no son el objeto de la presente columna, pues creo firmemente que es importante referirse más a los cargos que a las personas.

En el caso particular de la representación en México me queda la sensación de que hemos perdido de vista algunos elementos fundamentales, estratégicos y hasta críticos.

Hace algunos días un ex secretario de México me decía "Usted no cree que en vez de estar peleando por el proceso de las visas se deberían preocupar por desarrollar una estrategia coherente para todo el proceso de comercio que se les avecina", y creo que esa es parte de la reflexión. No es un secreto que tenemos dificultad en la mayoría de países del mundo para que nos otorguen una visa, y si no, piensen en lo que significa obtener un visado para España o Estados Unidos, pero considero que ese no es definitivamente el epicentro: creo que México es un país maravilloso en toda la extensión de la palabra, con un potencial inmenso en muchos aspectos de la economía que no ha sido cabalmente dimensionado, de manera que hay un camino muy largo por recorrer, en un momento profundamente sensible en las relaciones de México con nuestro país.

Creo que nosotros necesitamos más que embajadores muy buenos en la política, gerentes muy buenos en las relaciones; considero que tener a cargo una misión como la de México, requiere una altísima dosis de gerencia y liderazgo, de manejo de los temas económicos, sociales y comerciales, sin excluir por supuesto el ingrediente político. Queda la sensación en el ambiente de que oficinas como la de Proexport, que ha realizado labores muy exitosas, trabajan de alguna manera bastante desarticuladas de la Embajada. Es así que parece muy conveniente estructurar una GRAN RONDA COMERCIAL EN MÉXICO, algo similar a lo que promovió Proexport en Cartagena, en vista de los espectaculares resultados obtenidos.

Una vez más se hace evidente que el sector público es uno de los mejores escenarios para GERENCIAR, y se empieza a gerenciar desde las Embajadas, y en el caso de México aparece una oportunidad histórica, pues este país debe convertirse, cada día más, en un aliado estratégico para Colombia.

La conveniencia de fortalecer las relaciones entre los dos países se hace patente no solamente en sectores como el comercial y el tecnológico, sino también en el del turismo, cuyo impresionante desarrollo en México lo ha convertido en una verdadera ventaja competitiva para este país, experiencia que bien podría ser recogida en Colombia, así como desplegar estrategias conjuntas en este rubro.

En fin, no creo, como lo mencionaba un columnista, que el problema es que los embajadores puedan hablar o no; en mi opinión el punto es realizar más que hablar, pues el tiempo va pasando, EL MUNDO ES HOY, y el potencial que tiene México impone centrar nuestros esfuerzos en aprovecharlo.



*Director General de HSM Group Mexico