26-j: Un buen día para una revolución

Julio. Un mes ardiente. Europa se asemeja a las “regiones equinocciales” que nombró el sabio berlinés Alexander von Humboldt en su feraz obra. Termómetros alienados. El mercurio indica 40º C en las costas del mar Cantábrico. San Sebastián igual o más caldeada que Barrancabermeja. En Oslo caen aguaceros que forman arroyos que nada tienen que envidiarle a los de Barranquilla. Los archipiélagos de Baleares, Canarias y Madeira son azotados por temporales que arrancan techos y árboles, como lo hacían los huracanes del Caribe descritos por Alejo Carpentier en El siglo de las luces. Mosquitos venidos de la quinta porra acribillan las pieles de ciudadanos hiperbóreos. Los animales y las plantas están enloquecidos. Calentamiento global, explica el científico. Castigo divino, pregona el creyente.

 Julio. Un mes de revoluciones. En julio de 1776 ocurrió la Declaración de Independencia que dio origen a los Estados Unidos. En julio 1789 los revolucionarios franceses asaltaron y tomaron la prisión de La Bastilla. En julio de 1830 los franceses volvieron a las barricadas para hacer otra revolución. Una revolución que Eugène Delacroix visualizó en La libertad guiando al pueblo, el célebre lienzo expuesto en una de las salas del Museo del Louvre. En julio de 1811, 1816 y 1821, Venezuela, Argentina y Perú respectivamente declararon la independencia de España. En julio de 1979 los muchachos y las muchachas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tomaron Managua, culminando así la caída del dictador Anastasio Somoza. Colombia tiene su “20 de julio”. 

 Julio. Viernes 26 de julio de 2019. Un buen día para una revolución. Una revolución por la vida. Por la vida de los líderes sociales. Los líderes sociales que se dejan la piel por el agua, el territorio, la lengua, la música vernácula, la radio local, los bosques, la escuela.  ¿Te parece justo que sigas librando luchas virtuales mientras los líderes sociales libran luchas reales? ¿No crees que ha llegado el momento de pasar de lo virtual a lo real? ¿No crees que es la hora de lanzar tu grito en la calle? 

 Toda revolución trae su contrarrevolución. El asesinato de líderes sociales hace parte de una contrarrevolución en un país en el que no ha sucedido una revolución. Absurdo. Como en los relatos de Kafka.

Yezid Arteta Dávila

* Escritor y analista político

En Twitter: @Yezid_Ar_D

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