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Salario mínimo: la Pyme por un incremento justo

Comenzó la puja por establecer el incremento del salario mínimo para el próximo año. Juan Alfredo Pinto, presidente de Acopi, es representante de una de las partes involucradas y argumenta por qué el aumento debe ser superior al índice de inflación.

Semana
30 de noviembre de 2003

La Pyme ha seguido una ruta de recuperación a lo largo de 2003, lo cual se manifiesta en aumentos en la producción y las ventas y en una calificación de la situación de las empresas como buena para el 48% de las firmas del sector (encuesta Acopi-Cinset-KAS- octubre 03).

La recuperación aún es leve pero ha mostrado persistencia de trimestre en trimestre. Este estrato empresarial crecerá un poco más del 3% y generará más de 110.000 empleos al finalizar el ejercicio.

La reactivación no es mayor por la falta de dinamismo en la demanda interna. Sólo un 38% de las compañías ha recibido mayores pedidos con relación al año anterior y la mitad de las firmas trabaja aún por debajo del 60% de su capacidad productiva instalada.

Como el problema es de demanda, Acopi decidió desde agosto apoyar las medidas de política pública que animen la demanda y oponerse a aquellas que la restrinjan o desestimulen.

En virtud de lo anterior, Acopi ha manifestado en el Consejo de Concertación Laboral su disposición a otorgar un incremento en el salario mínimo superior a la inflación estimada para 2003, en una magnitud que favorezca la expansión de la demanda, disminuya la brecha en materia de distribución de ingreso y motive al sector trabajador, como quiera que el 60% de los trabajadores de las micro, pequeñas y medianas empresas devenga salario mínimo. Tal incremento será razonable y no entrañará riesgo para la estabilidad macroeconómica.

Acopi desestima el argumento según el cual uno o dos puntos de incremento en el salario real producirán desempleo, pues en la situación actual de la economía, la propensión a contratar por parte de los empleadores depende de la dinámica de las ventas antes que del movimiento marginal en el costo salarial.

Un incremento ligeramente superior a la inflación (IPC) es saludable para la economía y está en correspondencia con los fallos de la Corte Constitucional en estas materias. Debe darse en paralelo con el impulso a estrategias como las del cuaderno popular y el calzado escolar con precios moderados, las cuales han sido aplicados con éxito por el Ministerio de Comercio e Industria y han sido sugeridas por las centrales obreras y respaldadas por los gremios de la producción.

El impacto fiscal de un incremento justo y racional será manejable en la medida en la cual seamos capaces de mantener la economía creciendo a tasas cada vez más cercanas al 5% y ello sólo será posible si devolvemos dinamismo a la demanda agregada.

*Presidente Nacional de Acopi

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