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¿Se acaba el Polo?

De consolidarse, el resultado electoral del Polo sería incierto. Una representación mínima y mermada en manos de Petro, Rojas Birri, Bernal y Rosemberg

Semana
12 de febrero de 2006

Nunca, como antes, se había visto tan claramente que el Polo es una coalición de matices pegada con babas. Y por pura sustracción de materia, como explicaremos a continuación, las próximas elecciones podrían determinar que las expectativas nacionales originales que se trazaron los fundadores del Polo, de crecer dramáticamente y llegar a poner entre 15 y 20 senadores para el Congreso 2006-2010, no sólo no se van a cumplir, sino que el Polo va a llegar muy seguramente dividido a las próximas elecciones entre la línea Lucho-Angelino Garzón y la línea Petro-Borja. O sea, entre la izquierda moderada y la izquierda extrema. Las relaciones de Lucho con su partido han venido tropezándose por factores muy diversos. A los pocos días de posesionado como Alcalde, ya las bases del Polo comenzaron a reclamarle a Lucho que parecía más cómodo gobernando con el Partido Liberal. Lo que siguió fue la sensación de que la alcaldía de Lucho no estaba haciendo un gobierno lo suficientemente de izquierda. Como si el Polo no se llamara 'Polo' para hacer alusión a "los extremos del eje de rotación de la esfera terrestre", sino al aristocrático deporte que consiste en que "varios jinetes, con un mazo, intentan llevar una bola de madera hacia una meta". Desde luego, siguió la discusión burocrática, porque el Polo siente que el Alcalde les ha venido quitando gradualmente participación en su gobierno. Y quién dijo miedo cuando le quitó a una fundación de Navarro y Petro el manejo de la vivienda en Bogotá, una especie de oficina al estilo del urbanizador Mariano Porras: Lucho, pues, canceló la posibilidad de que el Polo pudiera hacer política con la construcción de vivienda. Y todos esos roces afloraron con el tema de la valorización en el Concejo de Bogotá, cuando Lucho terminó sacándola adelante contra la oposición de los propios polistas. Y todo empeoró cuando en la convención del Polo en Bogotá, el hijo de Lucho derrotó a Petro. Poco a poco se fue demostrando que Lucho no estaba dispuesto a dejarse acorralar de los suyos. Y lo que está preparando, si 'le cuaja', podría ser el sablazo final. Adentro la cosa está que arde. Petro y Borja le están exigiendo a Lucho que la lista del Polo al Congreso sea con el primero encabezando Senado, y el segundo, Cámara. El resto de los senadores del Polo se reduciría a la presencia de los senadores Dussán, Bernal y Rojas Birri, más de pronto Rosemberg Pabón. El ex ministro Parmenio Cuéllar no parece estar disponible para el movimiento, y Samuel Moreno aspirará a la Alcaldía, pero sus votos no irán al Polo sino al apoyo de su hermano Iván, que tampoco se lanzará en nombre del Polo sino del anapismo. Y pare de contar. ¿Mientras tanto, qué prepara Garzón? Una jugada maestra. Seguir consolidándose como una figura nacional, no de extrema izquierda sino socialdemócrata, para lo cual está pensando en conformar su propia lista al Senado, encabezada por la ex ministra María Emma Mejía, y dicen que con la participación de otros personajes de diversas posturas ideológicas, que incluirían hasta conservadores no oficialistas. Aunque Petro ha sido muy buen congresista, contestatario, estudioso, a la hora de poner a escoger a Lucho entre él y María Emma, la elección no sería tan difícil. Lucho anda con ella para arriba y para abajo, la lleva a los consejos comunales, y la ha ido 'empujandito' entre sus círculos. La imagen de la ex ministra es muy buena, pero es probable que sea mejor que los votos que recogería. Pero con el apoyo del Alcalde mayor, convirtiéndola en su ficha clave, es muy difícil que ese proyecto político falle. De consolidarse, el resultado electoral del Polo sería incierto. Una representación dividida y mermada hasta la mínima expresión, en manos de Petro, Rojas Birri, Bernal y Rosemberg, y otra facción luchista, liderada por María Emma y otras sorpresitas. Mientras tanto, los Garzones, Lucho y Angelino, disparados hacia las elecciones presidenciales de 2010. Independientes, sin amarras partidistas, sin posiciones extremas y muy bien cotizados. Quién sabe hasta dónde llegarán. Pero no les extrañe que alguno de los dos corone Presidencia de la República en la era posUribe. ENTRETANTO?.¿Será que ahora sí se enloqueció un sector del Partido Liberal, o será que yo entendí mal? ¿Dizque le van a pedir al presidente Uribe que pida una licencia para que deje de gobernar cuatro meses si quiere hacerse reelegir? ¿O sea que van a sumir al país en el desgobierno para que pueda haber un próximo gobierno?