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Trueque en La Guajira: solución ambiental que alimenta

La recolección que precede al trueque está logrando que los días en que las calles de Manaure se cubrían con basura vayan quedando atrás, para darle paso a espacios liberados, donde se empieza a respirar un aire más limpio

Gonzalo Restrepo
10 de julio de 2020

Contrastes, legados, tradición, desafíos, presente y futuro. La Guajira es al mismo tiempo un paraíso Caribe y un referente de asuntos que reclaman soluciones urgentes. ¡Y las hay! Hoy quiero referirme a una especialmente fascinante, que nace del trueque y que está fundamentada en una tendencia moderna, como es el reciclaje, al tiempo que alivia un problema actual que puede marcar el mañana de miles de niños: la inseguridad alimentaria.

La geografía guajira nos regala paisajes diversos. En medio de esa tierra árida sobresalen ideas coloridas que invitan a seguir avanzando de manera optimista. Porque desde el 2019, más de mil familias atraviesan como siempre los parajes de su natal Manaure, recogiendo por ejemplo latas de cervezas, que luego entregan en el centro de acopio de Mayapo, donde las reciben y contabilizan. A cambio de 10 kg de estas latas, una familia puede llevarse por ejemplo 1 libra de frijol, 1 libra de harina, 1 libra de maíz, 2 litros de leche larga vida, 1 libra de arroz y un jabón. Alimentos que no llegan a sus manos por arte de magia, sino gracias al reciclaje. De esta manera niños, jóvenes y adultos aprenden a recuperar material reciclable, pues están inscritos en el programa “Alimercambio”, liderado por la Fundación Baylor Colombia (Bipai) y apoyado por la Fundación Éxito.

La dinámica que inspira “Alimercambio” hace honor a otro legado de la humanidad, como es el trueque. Gracias a esta antigua y milenaria actividad comercial que resume el propósito de lograr un gana-gana, 1.007 familias Wayuu están constatando cómo el plástico, el cartón, las latas, el aluminio o el hierro, dejan de ser basura o desechos, se recuperan y se convierten en avena, fríjol, arroz, aceite, atún, leche, papel higiénico, incluso champú o pañales, para su consumo, lo cual redunda en bienestar, salud y disfrute.

Con esta lista de productos de alimentos y de artículos de aseo, la asignación de puntos para cada uno, y la respectiva lista del material que se puede recuperar con su debida equivalencia en puntos, el programa de intercambio se prepara para su segundo año de operación. A la fecha, ha logrado convertir más de 14 toneladas de reciclaje en mercados y productos de aseo para la comunidad manaurera inscrita como beneficiaria.

Así mismo, la recolección que precede al trueque está logrando que los días en que las calles de Manaure se cubrían con basura vayan quedando atrás, para darle paso a espacios liberados, donde se empieza a respirar un aire más limpio. Tal como lo están haciendo sus artífices, que con este intercambio ven cómo sus condiciones de vida también pueden dar un cambio positivo. Este círculo virtuoso que protege al medio ambiente, dinamiza la economía familiar y mitiga la inseguridad alimentaria, puede darle un giro importantísimo a la realidad en esta península.

Un buen ejemplo, digno de ser replicado en otros territorios colombianos.

(*) Presidente Junta Directiva Fundación Exito