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DIANA SARAY GIRALDO Columna Semana

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Un Congreso que esté a la altura

Todos estos nuevos congresistas deben entender que la campaña ya acabó y que deben estar a la altura del momento histórico. Que ya no son activistas ni youtubers ni candidatos.

Diana Giraldo
23 de julio de 2022

El pasado miércoles en la Plaza de Bolívar todo era emoción. A medida que avanzaba la tarde, iban llegando uno a uno quienes desde este 20 de julio conforman el nuevo Congreso de Colombia. Muchas caras felices, elegancia, pero sobre todo simbolismo, en un Legislativo donde 181 de los 294 parlamentarios llegan por primera vez, y, de estos, 125, según las cuentas hechas por La Silla Vacía, son influencers o activistas que jamás han hecho política.

Es la primera vez en la historia del Congreso que el 29 por ciento de los congresistas son mujeres. Se pasó de 57 parlamentarias a 86, lo cual sin duda constituye un avance en la búsqueda de la equidad en la participación en política. Pero también fue novedad ver la cantidad de fotos subidas a redes sociales de muchas de estas congresistas, posando en distintos espacios del Congreso. Nadie dice que está mal, ¡ni más faltaba! ¡Que vivan las mujeres y todas aquellas que quieran destacar su belleza! Solo digo que fue novedoso que parte de los espacios del recinto legislativo se convirtieran en una especie de pasarela de la moda. Lo mismo ocurrió con algunos de los que tienen canales digitales, que realizaron videos producidos en los que se les ve entrando en el Capitolio con una actitud vencedora, en rodajes cortos, que los muestran como héroes salvadores con banderas ondeantes y repitiendo la misma frase: “¡Llegó el cambio!”.

Todo estuvo listo para la primera sesión del nuevo Congreso. Y de todo hubo en esta sesión. El representante a la Cámara por Putumayo del Pacto Histórico, Andrés Cancimance, llegó al Congreso con saco, corbata y tacones de mujer color miel. Dijo que lo hacía con el propósito de alzar la voz en defensa de todas las personas de la comunidad LGTBI.

El también representante por el Pacto Histórico, pero por el Valle del Cauca, Alejandro Ocampo, llevó cerveza y chocolates de marihuana, y lució un traje hecho de plástico reciclado. Afirmó que presentará un proyecto de ley para hacer del cultivo de marihuana en Colombia una alternativa rentable y que en las próximas dos semanas presentará, junto con otros senadores del Pacto Histórico, un proyecto de ley para regular el uso de la hoja de coca, la amapola, los hongos y sus derivados, para uso adulto. La noticia fue confirmada por el senador Gustavo Bolívar.

Pero no solo fueron los congresistas los protagonistas, también lo fue ¡un perro! Lo llevó la senadora del Pacto Esmeralda Hernández. Se trataba de su mascota, Cometa, y según ella era el símbolo de su promesa de que los primeros proyectos radicados serán para proteger el medioambiente y los animales.

Mientras todo esto sucedía, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Miguel Polo Polo advertían que estaban allí para defender la democracia, la propiedad privada, las instituciones, y alertaban de las trampas que, según ellos, seguro traerían los proyectos presentados por la izquierda.

Luego llegó el presidente Iván Duque a encender la llama. Con un discurso que describía a una Colombia donde reina el empleo, la superación de la pobreza, la armonía y el crecimiento económico, alejado de toda realidad, estuvo servido el coctel perfecto para que todo fuera caos, gritería, irrespeto, el preámbulo del desastre. O la oportunidad perfecta para que congresistas nuevos como Susana Boreal, representante a la Cámara por Antioquia, hiciera un live en sus redes sociales, mostrando orgullosa como cantaba “Duque, chao”, mientras el presidente insistía en hablar, y la senadora Martha Peralta Epieyú, ataviada con su majestuoso traje wayuu, retocaba su maquillaje sin prestar la más mínima atención a lo que ocurría a su lado. Eso sí, los 1.700 espectadores que siguieron en directo el live llenaron de corazoncitos y likes la trasmisión.

Lo del 20 de julio, más que lamentable, fue angustiante. ¿Es este el Congreso que hará los cambios que el país necesita? ¿Es en este ambiente de rechiflas e irrespeto donde se debatirá de forma técnica las implicaciones de una reforma tributaria? ¿Es esta la madurez democrática que permitirá que se pongan sobre la mesa temas cruciales para el país como el modelo de sistema de salud o la creación de los nuevos ministerios o la reforma al sistema pensional?

Colombia vive un momento de quiebre. Nunca en la historia el país había sido guiado por un Gobierno de izquierda, que además gozará de mayorías demoledoras en el Legislativo, que le garantizarán el trámite de sus iniciativas legislativas.

Pero hoy todos estos nuevos congresistas deben entender que la campaña ya acabó y que deben estar a la altura del momento histórico. Que ya no son activistas ni youtubers ni candidatos. Que son congresistas y en sus hombros está la responsabilidad de tramitar las reformas más profundas que pretende el país.

Construyan, estudien, hagan lo más conveniente para una nación que necesita reconciliarse y crecer.

Lo ocurrido el día de la instalación del Congreso no se puede volver a repetir. Ustedes deben ser ejemplo. Llegaron allí por el hastío con una clase política que convirtió al Congreso en el centro de la desfachatez y la corrupción. No lo degraden aún más.

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