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Un tipo diferente

Cuando fueron a la registraduría a inscribir la candidatura, Antanas Mockus no pidió votos. Llamó serenamente a votar en conciencia.

Daniel Coronell
10 de abril de 2010

La idea no salió de un genio de la estrategia política. Surgió en una sencilla tienda de Villavicencio a la que llegaron escapando de la canícula. La única mesa estaba ocupada por unos ruidosos bebedores de cerveza que se callaron cuando los reconocieron. Lucho Garzón, animado por la sorpresa de los parroquianos, puso el brazo derecho sobre los hombros de Antanas, el izquierdo sobre los de Peñalosa y empezó a preguntarle a cada cliente : “¿Y usted, por cuál de los tres votaría?”.

Ese primitivo focus group fue el punto de partida de la campaña singular de los “tres tenores”, cuyas probabilidades eran nulas en ese momento. Pocos creían que alcanzarían el umbral para tener representación en el Congreso, menos aún que se convertirían en una opción viable para la Presidencia de la República.

Tres individualidades exitosas en su momento, tres egos considerables, tres productos del voto de opinión, redescubrieron el sentido de la palabra equipo.

En la consulta ninguno de ellos votó por sí mismo. Si la decisión hubiera dependido solamente de los tres, el candidato sería Peñalosa porque Lucho y Mockus votaron por él.

La celebración del resultado fue austera. Estaban radiantes porque sentían que el triunfo de Antanas era el de todos y porque habían logrado crear una pequeña pero vigorosa bancada en el próximo Congreso.

La alianza con Sergio Fajardo fue otra renuncia al individualismo que estremeció el tablero político más allá de la simple sumatoria de los puntajes que marcaban separadamente en las encuestas. Saben que un simple descuido o una dosis mínima de triunfalismo, pueden convertir el boom de lo verdes en girasol de un día.

El contraste con los demás aspirantes quedó marcado cuando fueron a la Registraduría a inscribir la candidatura. En un mensaje que vale la pena recordar, Antanas Mockus no pidió votos. Llamó serenamente a votar en conciencia:

“Si usted va a votar por mí, pero no lo está haciendo en conciencia, no es porque usted lo decide… Mejor no vote por mí. Vote por aquel que le diga su conciencia. Aquel o aquella que le diga su conciencia”. (Ver video)

Unos días después del inusual discurso de inscripción, los verdes volvieron a sorprender. El Consejo Nacional Electoral entregó los resultados finales de la consulta interna. Tenían derecho a recibir cerca de 7.500 millones de pesos como gastos de reposición de campaña. Una suma que habría podido volverlos competitivos frente a otros aspirantes que cuentan con una mayor financiación que se ha notado en la publicidad y en la capacidad de movilización.

Necesitaban esa plata, pero optaron por un gesto que reforzó los principios de la campaña. Invocando el respeto por los recursos públicos y la austeridad, declinaron recibir 4.500 millones de pesos que no habían gastado pero que seguramente les harán falta en estas semanas. Con esa plata, sugirió Peñalosa “el gobierno podría construir, por ejemplo, un colegio maravilloso en un sector popular”. (Ver video)

La decisión no salió en la primera página de ningún periódico y los contendores de Mockus no reconocen en ella mérito alguno.

Al terminar la semana, cuando las encuestas empezaban a mostrar el sostenido ascenso de la candidatura de los verdes, y ante la pregunta de un periodista, Antanas Mockus reveló que le diagnosticaron que padece el mal de Parkinson, en su fase inicial.

Los especialistas consultados sostienen que es una enfermedad que no afecta su capacidad intelectual, su juicio, su creatividad, ni su desempeño laboral. Según ellos, pasarán entre ocho y doce años antes de que se altere su vida normal por problemas de motricidad.

Antanas Mockus, que habría podido alegar su privacidad y mantener callado un problema que lo afectará física pero no mentalmente, prefirió que los colombianos lo supieran para que tomen su mejor decisión.

Nunca he recomendado en una columna votar por alguien y no voy a empezar ahora. Sin embargo debo decirles que un gobierno de Antanas Mockus y los verdes no se parecería a nada de lo que hemos visto. Allá ustedes.

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