Home

Opinión

Artículo

COLUMNISTA INVITADO

Un Uribe mentiroso y un candidato economista ventrílocuo

Los hechos dejan ver lo que sería Colombia si es dirigida por una persona que vive del conflicto, lo disfruta y pareciera que siente excitación cuando hay engaños e intrigas.

Semana.Com
23 de mayo de 2014

Mentiroso, sí. Así fue tildado el expresidente Uribe, hoy senador electo, por el expresidente Cesar Gaviria. Existe la ley de la reciprocidad. Las personas reciben lo que dan. Si Uribe ofrece guerra recibirá sólo guerra. “Campaña aburrida” era el calificativo asignado a la contienda para llegar al Palacio de la carrera. Fue necesario el brote de acusaciones y mentiras para que el electorado adormitado reaccionara. Estos hechos dejan ver lo que posiblemente sería Colombia si es dirigida por una persona que vive del conflicto, disfruta de esos ambientes y deja la sensación de sentir excitación cuando hay mentiras, engaños e intrigas.

Es difícil entender por qué la ciudanía reacciona ante los espectáculos de circo y no presta la suficiente atención a las propuestas serias. Hay propuestas de gran calado. 

La primera es el proceso de paz, tiene pasos agigantados. Traspasa las fronteras. Imitador y manager quieren apocarlo usando el concepto de impunidad pues para ellos un castigo ideal puede ser la tortura para obligarlos (guerrilleros) hablar con el objetivo de sacarles todo cuanto sepan del conflicto y después picar en pedacitos a los que están en La Habana para finalmente tirarlos a un río.

La segunda, el proceso de orientar al país para entrar al grupo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – OCDE -, lo cual ayudaría ubicarnos en la lista de economías desarrolladas; este proyecto sería imposible lograrlo tres años atrás (puesto que en dicha organización se piensa, no se pelea). 

Tercero, el desarrollo agrario y del campo se trabaja desde el Censo Nacional Agropecuario pues recogerá la información necesaria para organizar y priorizar las necesidades campesinas. 

Cuarto, el proyecto de las 100.000 viviendas. Más allá de entregarse una casa se está ofreciendo protección. La vivienda es el mayor principio de dignidad al cual aspira toda familia. Otro punto adicional, los diálogos con los docentes fueron fortalecidos a raíz del último paro. Entendió la ministra Campo que el problema no es la evaluación a los profesores. 

Creo que la ministra logró valorar el esfuerzo del profesorado y ello no se puede atropellar con una simple evaluación que no alcanza a recoger los valores de un ser humano que le gusta enseñar. En fin, son muchos los temas que tienen alta importancia. 

No obstante, el resultado de las encuestas (cortas en el análisis estadístico) y al parecer por la actitud del imitador y del manager han logrado confundir el ambiente. Pienso que ello es producto de la educación que recibió el pueblo años atrás (2002 – 2010).

Qué bueno que todos los gobiernos permitieran las manifestaciones, las marchas por las calles y los gritos de descontento porque lo contrario es vivir en una sociedad sumisa. Qué bueno que hoy el pueblo no tiene miedo y siente que puede expresar las incomodidades abiertamente en la vía pública. Expresar el descontento en una reunión nunca es igual que hacerlo públicamente. En la calle no hay conductas calculadas. En la vía pública el formalismo no es una barrera para expresarse espontáneamente y con pasión. Bienvenidas todas las marchas puesto que es una buena forma para conocer el descontento y ello fortalece la democracia.  

Hoy, aquellos que se encontraban indecisos y también los que consideran el voto en blanco como una herramienta democrática y poderosa, despertaron por el espectáculo. Lamentablemente el voto en blanco es usado en algunos casos como un mecanismo oportunista y en otros como hilos que se jalan para acomodar el camino hacia donde apunta la conveniencia. Pero en últimas afecta a la democracia pues no permite crear criterios aterrizados y enfocados en soluciones concretas. Promociona la evasión de responsabilidades.

Imitación de voz y gestos dejan muchas dudas sobre aquel que han catalogado como un economista de méritos. Los modelos económicos no se argumentan con imitación. Qué podrá decir su descendencia dentro de 10 años al volver a ver los videos donde usted (Zuluaga) se mostraba con otra voz. Además su hijo se ha prestado también para imitar. Colombia no necesita economistas imitadores. La complejidad de la ciencia y los múltiples problemas que afronta no dejan tiempo para hacer cursos de actuación. 

Como economista no considero que la imitación deba usarse como variable en la ecuación que pretende optimizar. No podrá encontrar la otra ecuación puesto que está usando variables falsas. Señor Zuluaga, asumo que usted conoce la teoría microeconómica y por ello entenderá que las asimetrías ocasionan mayores costos. ¿Cuál cree usted que será el costo de sus imitaciones? Siendo economista, ¿duerme tranquilo después de imitar?

Considerando la falta de seriedad que denotan las imitaciones (Zuluaga) como también la ausencia de propuestas originales del resto de candidatos (Claudia López, Marta Lucía Ramírez y Enrique Peñalosa) pues han reencauchado lo que ha trabajado el actual gobierno (Santos – Vargas Lleras) y porque el electorado es racional no obstante de llamarle la atención el espectáculo, podemos esperar que no habrá segunda vuelta.  

No votaré por un borrego, no votaré por los que engañan y no votaré por programas de gobierno que han reencauchado proyectos. Votaré por aquel que fue capaz de asumir responsabilidades, no se dejó manejar y asumió con entereza de carácter las críticas por no ser ventrílocuo. Mi voto es por la fórmula Santos-Vargas Lleras.

*Magister en Economía.

Noticias Destacadas