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Uribe pasó de agache

La visita le sirvió a Bush para mostrar un éxito internacional, mientras a Uribe lo atornilló en uno de los bandos de las elecciones que vienen

Semana
28 de marzo de 2004

Con un tremendo déficit fiscal, una clase dirigente que saca el c.uerpo y un Presidente jugado al triunfo militar, es obvio que Colombia necesita mucha ayuda de Estados Unidos. Más aún: los tres intereses estratégicos de Washington en esta "guerra" -droga, petróleo, terrorismo- también son intereses vitales de Colombia.

Tanto pues por necesidad como por convicción, se justifican nuestra estrecha alianza con Estados Unidos y las gestiones intensas del Presidente en Washington. Pero no al punto de callar las diferencias de interés entre los socios, de entregarle la dirección de la guerra al extranjero y de apostarle solamente a Bush -como hace Uribe-.

La diferencia de interés es clara: la prioridad de

Washington es reducir el flujo de narcóticos y la de Uribe es vencer a la guerrilla. Son prioridades legítimas pero distintas, que implican tensiones objetivas entre dos modos de abordar el conflicto. Concretamente:

-En la definición y evaluación del avance. Estados Unidos gana mientras reduzca las narcoexportaciones; Colombia gana mientras golpee a la guerrilla o mientras aumente la seguridad ciudadana.

-En la identidad del enemigo. Para el uno, se trata de los "narcos", sean o no guerrilleros (e incluyendo, de algún modo, al cocalero). Para el otro, se trata de la guerrilla, cualquiera sea la fuente de su ingreso.

-En el tipo de ilícito. Para USA prima el delito de vender drogas, y por eso insiste en la extradición. Para Colombia prima o debería primar el rosario de crímenes atroces que no pueden amnistiarse ni indultarse.

-En la actitud hacia los paras. El gobierno y las autodefensas tienen un enemigo común, que es la guerrilla, pero los paras también viven de la droga. De aquí se siguen distintas prioridades militares, distintas secuencias, distintas alianzas tácticas y distintas posiciones sobre la reinserción o sobre la negociación con las autodefensas, como sabemos todos y callamos todos.

-En la asignación de recursos. Con el fisco arruinado y 30.000 guerrilleros al ataque, Colombia le dedica el 32 por ciento de sus tropas a perseguir la droga, además de un batallón y las dos "zonas especiales" a cuidar el petróleo de la Oxi.

-En el "daño colateral". De 32 países que han tenido o tienen cultivos extendidos de marihuana, coca o amapola, Colombia es el único que ha usado fumigación aérea. Aun si es eficaz (las cifras son dudosas) quedan el daño a la salud y el medio ambiente, la destrucción ilegal de otros cultivos y la antipatía del cocalero hacia el Estado.

-En el enfoque transnacional. La "Iniciativa Regional Andina" le conviene a USA pero no a Colombia, porque al uno no le importa de dónde venga la coca pero a la otra le sirve que los cultivos se pasen al país vecino.

Pero además de esa tensión básica, existen otras que afectan intereses legítimos de Colombia y que, debido a que cada vez necesitamos más de Estados Unidos, tienden a resolverse más a gusto de ellos:

-Irak. En contraste con Chile y México, Colombia apoyó esta acción ilegal de Bush y el esperpento de la "guerra preventiva" -un precedente nefasto para nosotros a la vuelta de 20 o de 50 años-.

-Soledad. Por su alineación irrestricta con la derecha de aquí y de afuera, Uribe se ha distanciado de los gobiernos latinoamericanos, de casi toda Europa y de la propia ONU.

-Terrorismo. Aunque es verdad que la guerrilla es terrorista, no es sólo terrorista ni el terror que usan va contra los gringos, como Al Qaeda. Y aunque se trata de aprovechar la palabra de moda, ese uso implica deformar realidades y adoptar estrategias que no son.

- TLC. Como un estímulo a la acción antinarcóticos, hoy tenemos 1.200 productos que entran sin arancel a Estados Unidos. El TLC hará lo mismo, pero a cambio de concesiones comerciales nuestras. ¿Perderemos también esta gabela en el afán de no quedarnos fuera de la ola, más aún cuando un triunfo de Kerry acabaría con la misma ola?

Curioso: la visita tal vez le sirvió a Bush para mostrar un éxito en el controvertido frente internacional, mientras a Uribe lo acabó de atornillar con uno de los bandos en las reñidas elecciones que vienen.

Y aunque el señor Presidente de Colombia dijo todo lo que quiso decir, no dijo todo lo que le importa a Colombia.

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