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¡Vaffanculo!

La extrema derecha solo ha conseguido destruir economías, alimentar el odio, dividir a las naciones, ahondar en la corrupción, eliminar derechos, confundir a los ciudadanos.

Yezid Arteta, Yezid Arteta
21 de agosto de 2019

 “No podés darle a la gente en tres meses lo que no le diste a la gente en tres años”, dijo Jorge Lanata a Mauricio Macri, el presidente argentino que empobreció a su país. Lanata es un renombrado periodista al servicio de Macri. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujune, abandonó el barco en un bote salvavidas. Renunció. En tres años el gobierno de Macri ocasionó uno de los peores desastres económicos del hemisferio occidental. Macri acordó con el FMI un préstamo de 57.000 millones de dólares. Una deuda sin precedentes. Los fondos buitres se han quedado con parte de ese dinero. En las primarias del pasado 11 de agosto los argentinos le hicieron ver a Macri que sus políticas económicas de derecha son una desgracia. El macrismo fue goleado en las primarias. En octubre sonará el cuerno. Elecciones presidenciales y legislativas. 

 The Intercept, la audaz y beligerante plataforma periodística estadounidense, entregó pruebas de la retorcida estrategia seguida por el juez Sérgio Moro para condenar a Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores, favorito para derrotar a Jair Bolsonaro. Moro fue premiado por Bolsonaro con el Ministerio de Justicia. Flavio, hijo de Jair Bolsonaro, está acusado de blanqueo de capitales. Investigan sus vínculos con organizaciones paramilitares dedicadas a la extorsión, apropiación de terrenos y construcción ilegal en la favela Río das Pedras de Río de Janeiro. En la favela manda la denominada "Oficina del Crimen”, una especie de “Oficina de Envigado” con cientos de sicarios. Sicarios de esta oficina mataron a Marielle Franco, la concejala y lideresa de las negritudes cariocas. Bolsonaro lleva siete meses en el gobierno sin mostrar resultados. La economía no arranca. La inseguridad se ha disparado. La Amazonia arde. Uno de cada tres brasileños tilda de pésimo al gobierno ultraderechista. El peor gobierno desde 1985, cuando los brasileños volvieron a votar, luego de años de dictadura.

 La Operación Yellowhamme se filtró a los medios. Se trata de un informe gubernamental que mide las consecuencias del brexit. La salida abrupta del Reino Unido de la Unión Europea en la Noche de Halloween traerá una situación caótica: alteración grave del transporte de carga; desabastecimiento de medicamentos; devaluación de la libra esterlina; cierre de colegios y escuelas por falta de alimentos en los comedores escolares; problemas en la frontera con Irlanda del Norte; aglomeraciones de días en las aduanas; golpe a la agricultura; pérdida de empleos; protestas, barricadas y saqueos en todo el territorio; pérdida de la señal de Netflix y Spotify al entrar o salir del Reino Unido; problemas para viajar con mascotas y un largo etcétera de problemas. El autor de este panorama posapocalíptico es Boris Johnson, un demagogo de extrema derecha que hoy es el inquilino del número 10 de Downing Street. Para unos el brexit fue un tiro al pie, para otros un tiro en la cabeza.

 En el mundo, la extrema derecha se ha especializado en ganar elecciones. Sus campañas electorales son elementales. Exacerban los instintos primarios de los electores. Vuelven los miedos una masa. Una masa ovejuna que va directo al matadero. Empujada por los ladridos de los perros. Pasó también en Colombia con el plebiscito por la paz. Pasó con la elección de Iván Duque a la presidencia. Pero la extrema derecha ha mostrado también su incompetencia para gobernar. La extrema derecha solo ha conseguido destruir economías, alimentar el odio, dividir a las naciones, ahondar en la corrupción, eliminar derechos, confundir a los ciudadanos.

 Mateo Salvini, ministro del interior de Italia, lidera la Liga del Norte. Coquetea con eslóganes del brutal fascismo de Mussolini. Habla duro. Pasea sin camisa por las playas del sur. Pareciera una imagen revivida del Duce que fue ejecutado por los partisanos. Los partisanos que iban al combate contra el nazismo entonando bella ciao. Algunos veraneantes que observaban la escenificación de Salvini en la playa le mostraban el dedo del medio de la mano y le gritaban: ¡Vaffanculo! (¡Vete al carajo! ¡Que ten den!) ¡Vaffanculo! Como dice la canción de Marco Massini. El fascismo les trae malos recuerdos. La derecha de estos tiempos trae malos recuerdos.

* Escritor y analista político

En Twitter: @Yezid_Ar_D

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