Lo que Colombia está viviendo con relación a la situación de la empresa aérea comercial Viva AIR es una absoluta vergüenza. Esto fue lo que escribí en mi cuenta de Twitter @jevelezg el pasado 28 de febrero: “la extorsión de la empresa @VivaAirCol es una vergüenza. El Gobierno no se debe dejar someter a este tipo de actuaciones”. Y en la misma cuenta publiqué este otro tuit: ¿Definición de falta de ética empresarial?” Esto lo voy a explicar aprovechando esta columna que me permite ampliar el porqué escribir estos tuits.
La empresa Viva y sus directivos nos han hecho creer a los colombianos que la empresa debió parar sus servicios porque el Gobierno Nacional no autorizó la fusión con la empresa Avianca y que por esta razón les fue imposible subsistir y les tocó tomar la inmediata decisión de parar de forma súbita toda su operación comercial, dejando a miles de pasajeros, incluso a muchísimos extranjeros, tirados en los aeropuertos del país.
Fue inhumano lo que les tocó vivir a estas personas y, casi que, configurando una extorsión, Viva le manifestó al Gobierno, directamente a la Aerocivil, que, si el 2 de marzo no se daba visto bueno a la fusión, se tendría que liquidar definitivamente la compañía, lo cual no pasó y más adelante les explicaré la razón.
Así comienza la historia de una fusión que, según Avianca y Viva, no se ha llevado a cabo porque la Aerocivil no la aprobó. Falsedad total.
Las compañías ya se habían fusionado, y lo están desde finales del 2022. Viva Latinoamérica entregó la totalidad de las acciones de VivaAir al fideicomiso Fast. Aquí describimos cronológicamente todo el proceso que trataron de esconder y del cual la SIC tiene toda la información y pruebas de este hecho:
- El 8 de abril de 2022 Viva Latinoamérica, sociedad propietaria de la totalidad de las acciones de la compañía aérea VIVA AIR mediante un contrato con alianza fiduciaria, establecen dos encargos fiduciarios: el primero con las acciones pertenecientes a la compañía en Colombia y el segundo en lo que tenía que ver con la compañía VivaAir Perú.
- Adicionalmente, a esta transacción, se separarían los derechos económicos a los derechos políticos que se desprendían de la adquisición de acciones. Fueron traspasados a las empresas Castlesouth y West Castle Limited, sociedades lideradas por tres ejecutivos de apellido Millar, Luna y Caballero, quienes tienen o han tenido relaciones laborales y comerciales con Avianca o con VivaAir. Lo que demuestra que, tanto la fusión económica como política, estaba ya concluida entre las dos empresas. Como ya está claro en la investigación que juiciosamente viene adelantando la SIC.
- El día 29 de agosto, el holding de Avianca, Investment Vehicle 1 Limited, compra la totalidad de las acciones de Viva que estaban en encargo fiduciario y en poder de Viva Latinoamérica.
- Queda jurídicamente establecido que, después de esa compra de las acciones, tanto Avianca como VivaAir y Viva Perú son parte del mismo fondo propietario de las dos empresas de aviación.
- Ya teniendo la fusión, viene la segunda estrategia y era definir cómo se lograba, ahora sí, la autorización por parte de la Aerocivil. Situación que no les salió tan bien como esperaban los directivos de estas empresas y que, acá sí lo voy a decir tajantemente, las actuaciones no pasaron solo por cuestionamientos éticos, sino que, estoy casi seguro, van a tener consecuencias penales, administrativas y comerciales. Así la SIC lo demostrará.
Los directivos de Viva Air en dos comunicados que han expedido en lo corrido de este 2023, manifestaron que la empresa ya no era viable financieramente hablando y que era perentorio una fusión con Avianca (fusión que, como lo expliqué, se dio el año anterior y ya tiene la lupa de la SIC). El presidente de Viva Air, el señor Lalinde manifestó: “si no hay integración con Avianca, la empresa se liquida”. Claro, totalmente lógico, si ya las empresas estaban integradas, solo faltaba un trámite administrativo con la Aerocivil.
Querían hacer responsable de todas las consecuencias de la no fusión al Gobierno, buscando argumentos para que fuera, con patrimonio de todos los colombianos, que se respondiera por la liquidación de la compañía aérea. Es lógico que la Aerocivil no podía tomar las decisiones bajo presión de los directivos de Viva y Avianca, conociendo la investigación de la SIC.
Pero acá no paran las actuaciones ilegales, inmorales y falta de ética empresarial. La cabeza de Viva, el 27 de febrero en horas de la noche, decide parar toda la operación comercial de la empresa. No solo cancelando vuelos arbitrariamente, sino, inclusive, vendiendo tiquetes y hasta cobrando excesos de equipajes, minutos antes de una decisión que seguro ya tenían pensada. Le dieron tres días al Gobierno (qué tal los privados condicionando a las autoridades estatales) para aprobar la fusión o si no se liquidaba totalmente la compañía. Este era el golpe final de la estrategia de Avianca y Viva contra el Gobierno Nacional.
En mi apreciación, cuando los presidentes de Viva y Avianca se percataron que el Gobierno no decidiría sobre la fusión en los tres días que habían impartido como fecha máxima, y sale a luz pública la investigación de la SIC, que ellos ya conocían, pero menospreciaron su importancia, el presidente de Avianca da la orden que no se vendieran un tiquete más de su compañía para que los pasajeros de Viva pudieran volar en Avianca. Así lo hicieron más de 17mil personas en la última semana,
No me queda duda que, al ver las consecuencias administrativas, penales y comerciales que se vienen para las dos compañías, el presidente de Avianca trató de suavizar las consecuencias que. Independientemente tendrán que ocurrir.
El presidente de Avianca declaró ¨ahora es el momento para que como industria ayudemos a los cientos de miles de pasajeros por una crisis que claramente se pudo evitar (parte de la estrategia para responsabilizar al Gobierno y para que les ratificarán lo que ya habían hecho sin autorización) la Aerocivil ya nos habilitó para qué podemos proteger a los usuarios y nuestra decisión es poner a disposición del país toda nuestra capacidad para hacerlo (es lo mínimo que tenían que hacer, ya son dueños de Viva y tenían que responder y tratar de minimizar las consecuencias judiciales que tendrán)”
Y agrega el presidente de Avianca, “somos la aerolínea más grande de Colombia y estamos aportando todos los recursos para atender los pasajeros afectados”. Hago una pausa, se me vinieron las lágrimas ante tal desprendimiento por ayudar a los pasajeros.
Si los colombianos estamos indignados por las denuncias hechas por Vicky Dávila y su equipo de periodistas en la Revista Semana por lo ocurrido con el señor Nicolás Petro, igual lo estamos con el engaño que dos empresas, que eran del cariño de los colombianos, se unieron para cometer todo tipo de actuaciones ilegales para sus propios beneficios, perjudicando a millones de colombianos y al Gobierno mismo.
Los de Viva Colombia son Avivatos.