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Propuestas en blanco ¿a votar?

Las vallas publicitarias y los espacios de TV son los escenarios perfectos para que la estrategia individual tenga impacto sobre el subconsciente colectivo.

Javier Cruz, Javier Cruz
27 de febrero de 2014

En víspera de elecciones al Congreso 2014, las propuestas de los candidatos a la corporación pública son como el clima de Bogotá por estos días: llueven por montones y todas enferman. 

Natalia, una joven caqueteña de 28 años, dejó su natal Belén de los Andaquíes hace cuatro años en búsqueda de un mejor futuro en Bogotá. Alejándose de los vicios  y de la falsa sociedad como dice la canción, siempre observó con horror cómo la política hacia promesas en medio de celebraciones y festines en toda la región previo a la contienda electoral, hoy en Bogotá, cuatro años después, está asombrada porque encontró más de lo mismo y peor.  

Las vallas publicitarias y los espacios de televisión son  los escenarios perfectos para que la estrategia individual tenga impacto sobre el subconsciente colectivo, aglutinando incautos para reelegir las mismas maquinarias a quienes no les alcanzaron dos o tres periodos anteriores para trabajar por los ancianos, la niñez desamparada, las amas de casa, los salarios justos, la dignificación de la vida, un mejor futuro, la prosperidad en el campo, el precio justo al galón de la gasolina, y por la seguridad de las ciudades como dice un delfín candidato: “Los colombianos ya están cansados de que les roben el celular en la calle” y de incluir los abanderados de la paz que son la mayoría; tampoco escapa el oportunismo mediático de exposición de imagen ajena con Mariana Pajón y Falcao García como defensores de causas deportivas o quienes hablan de vivienda popular sin conocer una de ellas. 

Desde todo punto de vista son propuestas audaces y que de cumplirlas seríamos el mejor país del mundo, y cómo no hacerlo desde el mejor puesto: el de congresista. 

Los espacios de televisión dan risa: un candidato de una región acompañado por un falso Simón Bolívar que hace de telonero para que el señor haga una fugaz propuesta.

Un reconocido humorista antioqueño aprovechando los espacios gratuitos de televisión haciendo de expresidente de la República replicando que esta carnita y estos huesitos son la mejor opción, o la mejor de todas, un partido colombiano de color rojo, en un estadio de fútbol, emulando las mejores épocas del América de Cali con una amplia nómina y excelentes delanteros como Roberto Cabañas, sólo que la máxima estrella del equipo político es un candidato que a comienzo de año tuvieron que intervenir quirúrgicamente e implantar un stent en la coronaria izquierda. (la renovación política)

Pero si en televisión llueve, en vallas no escampa: los baldados de propuestas mas que fríos son impositivos, casi obligan porque sí a votar sin propuestas de fondo, como sí el desprevenido transeúnte fuera tarado y con el solo hecho de ver una foto se derritiera por sufragar a cambio de nada: veamos los ejemplos gráficos.

Aunque el Código Nacional de Tránsito castiga los vehículos con publicidad en vidrios, los políticos de Norte de Santander impresionan al mejor estilo del Auto fantástico,  donde le dirigente no se ve. Foto La Opinión.


¿El primero por la paz? ¿Tendrá guardada la paloma?


Sí las madres comunitarias no vieron la película ya lo conocieron: llegó mi pobre angelito. 


El candidato revisando, que no se queme el pan en la puerta del horno.


Después de las apetitosas propuestas de los candidatos nada mejor que un delicioso tamal tolimense y dejar boquiabierto al electorado.

Con todo y esto Natalia, la joven caqueteña de Belén de los Andaquíes, cambió de lugar pero no de situación, nota que no hay diferencia en quienes hacen campaña en las regiones apartadas y la capital, las pocas propuestas son iguales en todo el país y ella quedó como hace cuatro años indignada y VOTANDO EN BLANCO.

En Twitter: @jcruzpoveda

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