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Bienvenida al columnista Óscar Guardiola, que prefería escribir libros. Perverso y complicado

Semana
7 de junio de 2011

 

El ex ministro Fernando Carrillo me recordó que Óscar Guardiola-Rivera, nuevo columnista online de El Espectador, había dicho que prefería escribir libros, no columnas.

 

Hace tres años, lo presenté aquí: “un pensador radical, como se entiende en el medio académico anglosajón (crítico de la globalización, del colonialismo, del poder, neomaterialista, intelectual de subalternidades)”.

 

Lleva cuatro columnas, los miércoles, claras e informadas. Sin duda, un acierto del periódico. Y una oportunidad de alegrarse por un aparente cambio de preferencia.

 

¿Por qué decidió volverse columnista si prefería escribir libros?, le pregunté.

 

“Aún prefiero los libros”. De hecho, su reciente libro  'What If Latin America Ruled the World?' (¿Y si América Latina gobernara al mundo?) ha sido ampliamente reseñado en Europa y los EE. UU.

 

Richard Gott, en The Guardian, lo calificó de “perverso y complicado”, pero Guardiola no iba a tomárselo mal. “Uno de los elogios más bellos que he recibido por parte de un crítico”. Miren la foto de su columna.

 

“El formato de una columna implica restricciones diferentes. En particular, una cierta manera de enfatizar el lenguaje, de agudizar el enfoque, una cierta disciplina de escritura que deseo afinar”.

 

“Para terminar, me han convencido dos preguntas. La primera, de Mauricio Rodríguez: ¿será posible iniciar y mantener entre nosotros un debate razonable entre posiciones progresistas, más o menos radicales, y posiciones conservadoras bien argumentadas?

 

“La segunda surgió en el curso de una conversación con Juan Gabriel Vásquez: ¿quién va a escribir la historia de esta contradictoria época?

 

Pensar que otros deban asumir esa tarea es renunciar a la posibilidad de madurez y autonomía. Voy a escribir columnas y más libros”.

 

¿Qué pueden esperar los lectores?

 

Me gustaría decir claridad y distinción, pero no soy cartesiano. Mi interés es hablar de lo que sucede por fuera de Colombia, y reflexionar sobre nosotros, cuando ello sea del caso, desde afuera.

 

¿Cómo ve la contribución de los columnistas al debate público en Colombia?

 

Creo que en este momento hay tres tipos de columnistas, y de contribución a la formación de opinión.

 

Los hay buenísimos. En general, a estos los caracteriza una voz autónoma que por serlo recoge y responde a un clima de opinión más extendido.

 

Molano, los Samper, Kalmanovitz, Juan Gabriel Vásquez, Carolina Sanín, Daniel Coronel, Claudia Lopez. Son voces diferentes, pero ninguna de ellas es una pluma al servicio de ... Por ello son excelsas.

 

Hay otras que están ausentes, y deberíamos preguntarnos por qué. Piedad Córdoba debería tener una columna.

 

Que uno de los periodistas más galardonados de Colombia, Hollman Morris, no tenga un espacio en alguno de los dos periódicos de circulación nacional es algo que me cuesta entender.

 

Tercero, hay otras plumas que están allí porque están al servicio de, o predican desde una posición asumida de certidumbre moral.

 

Estas últimas son opinión en el peor sentido -doxa, rumor. Se me alborota el Sócrates que me enseñaron en la facultad de Filosofía cuando los leo. Y los leo.
 
¿Y qué sobre los 20 años de la Carta? 

 

La Carta no es el librito que estudian como rezanderas nuestras gloriosas escuelas de derecho. Es el proyecto no acabado, irrealizado y fallido.

 

María Elvira Samper tiene razón: es por lo fallido que es necesario mantener el espíritu y la conversación de la Carta.

 

Lo otro, los logros, y los hay, así sean modestos (por algo molestan tanto a los predicadores), son lo fácil. Lo difícil es mantener la conversación y para ello se necesitan nuevas voces.

 

Y en particular, se necesitan las voces que no nos gustan, las ideas que al comienzo nos parecen repelentes, perversas y complicadas.

 

Que conste que esta bienvenida se la da un moderado, que evitaría que lo llamaran "perverso y complicado"