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Cooperar o colaborar: ¿cual es la diferencia?

Semana
28 de agosto de 2011


El significado de una palabra define la manera que la gente responde a ella. Muy frecuentemente suponemos que este significado es compartido por otras personas pero frecuentemente nos sorprendemos cuando sus comportamientos, o reacciones ante las mismas, no corresponden a lo que uno espera.

Muchos malos entendidos se evitarían, si en los acuerdos cotidianos, se sacara un espacio para homologar el significado de las palabras claves que se utilizan. Por esta razón, es una práctica común en los contratos, tener una definición precisa de los términos utilizados para evitar interpretaciones equivocadas mas adelante en el cumplimiento de los mismos.

En los últimos dos años he venido promoviendo la idea de que las bases de nuestro desarrollo hacia el futuro, se deben de basar en aspectos culturales, además de otros factores. Como lo mencionaba en un blog anterior, uno de ellos es la capacidad de colaborar. Sin embargo, muchas personas utilizan la palabra cooperar con el mismo significado. Por esta razón, es importante que se entienda que hay una diferencia entre las dos y hacer la hacer la distinción con el ánimo de ilustrar las consecuencias prácticas.

Uno de los aprendizajes mas importantes del ser humano es el aprender a trabajar con otros. A medida que aumenta la complejidad del mundo, el crecimiento exponencial de la información y el conocimiento que se vuelve obsoleto a velocidades fantásticas, este aprendizaje se vuelve crítico para progresar. Hace un año, en el MIT, nos comentaban que no tenían proyectos importantes de Innovación que no fueran el resultado de un trabajo colectivo.

En el imaginario popular existe la idea de que un genio solo, es capaz de descubrir algo y convertirlo en un producto útil para la sociedad. A Thomas A Edison se le atribuyen sus invenciones a un esfuerzo solitario cuando la realidad es que contaba con un equipo de gente muy importante para acompañarlo en su trabajo. Lo mismo se podría decir de Steve Jobs, fundador de la Apple y su impacto en la empresa que hoy me permite escribir este blog en uno de sus productos: el iPad2. Pero de nuevo, este caso también es el reflejo de un esfuerzo de muchísima gente trabajando juntos.

Hay una clara relación entre la capacidad de innovar y la cantidad de gente que está interconectada. En este contexto es que se vuelve crítico, en algunos casos, cooperar y en otros, colaborar. Lograr hacer la distinción entre las dos palabras es clave cuando vemos que una de las principales tendencias en el mundo actual es hacia la innovación abierta. Esta es la que se produce como consecuencia de la participación de mucha gente y en especial, cuando los consumidores forman parte de este proceso.

La mejor forma de entender esta afirmación es a través de la definición de estas dos palabras.

Cooperación: "es el proceso de trabajar juntos.... En su forma mas sencilla, significa que se trabaje juntos y en armonía. Es la alternativa a trabajar separadamente y en competencia"
Colaboración: " es un proceso interactivo donde dos o mas personas, unidades, o empresas, de manera conjunta tienen unos objetivos compartidos, por ejemplo, una actividad intelectual que es creativa por naturaleza y lo hacen compartiendo conocimiento, aprendizaje y construcción de consensos".

La cooperación se hace en aras de la eficiencia, lo que significa "hacer las cosas de manera correcta" por razones de economía de costos o de tiempo. Ambas partes tienen necesidad de recursos similares y encuentran un beneficio comercial, o de otra índole, en compartirlos. Pero lo que es crítico entender : se tienen objetivos diferentes.

Hoy ha surgido el término "coopetencia" lo que significa competir pero cooperar en ciertas áreas, o bajo determinadas circunstancias, porque es del mutuo interés hacerlo. Normalmente este proceso es temporal hasta que los objetivos de cada parte se han cumplido. Es usual que se tengan las mismas competencias.

Para que haya cooperación se necesita que exista la confianza mínima de que la contraparte va a cumplir con su parte del trato y va a invertir los recursos acordados. Cuando se produce una asimetría en los esfuerzos, o en los resultados obtenidos, se termina la cooperación.

En los procesos de colaboración cada parte aporta recursos suficientes y diferentes para lograr un objetivo común. Se busca que haya complementariadad de competencias. Estos procesos están asociados a la efectividad, que significa hacer lo que toca, para lograr resultados de mayor valor agregado que el que se lograría por separado. En estos casos, hay mucho mayor relación de dependencia.

La colaboración tiene otras implicaciones. La confianza de que existe el compromiso hacia los objetivos comunes debe ser total. La razón: no es posible lograr de manera individual el objetivo. La expectativa es que los resultados se compartirán de manera justa entre las partes y de acuerdo a lo acordado. El incumplimiento tiene un costo muy alto: la imposibilidad de lograr el propósito común.

Hechas las distinciones anteriores, debe ser mucho mas claro para el lector entender sus diferencias y las consecuencias en los resultados obtenibles. Pero lo mas importante es hacerse la pregunta pertinente cuando se inicia una relación: ¿Se requiere cooperar o colaborar?