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'Crónica' del 'final feliz' de la cuota del 30% y los incentivos de inclusión

Semana
2 de junio de 2009

Vengo cargado de indirectazos, a propósito del final feliz del ‘drama’ en la Comisión I del Senado:

i) resucitaron la cuota femenina del 30% en las listas para cargos de elección popular, y

ii) aprobaron los incentivos a los partidos para la inclusión política de grupos sub-representados, en el séptimo paso de la Reforma Política.

Pero me voy a aguantar los vainazos para el vicepresidente Santos, la admirada Isabel Londoño y los que apuestan a “todo o nada”, desestimando las virtudes exasperantes del gradualismo.

Mejor voy a contarles quiénes tienen los méritos de ese final feliz, al que le falta la refrendación en la Plenaria del Senado.

La cuota de las mujeres tuvo una heroína inesperada: la senadora María Isabel Mejía Marulanda, de Risaralda.

Ella supo identificar el momento oportuno para recoger las firmas de sus colegas en apoyo de una proposición por cuya suerte nadie apostaba un peso al comienzo de la sesión.

La senadora María Isabel no parece muy conocida en los círculos feministas, pero logró lo que las activistas duras querían.

La inclusión política. El senador Armando Benedetti consiguió la aprobación de una proposición con este texto:

“La ley establecerá incentivos a los partidos y movimientos políticos que creen las condiciones de representación de acuerdo con criterios de equidad de género y respeto por la diversidad".

No la tuvo fácil. Primero, no encontró espacio en la ponencia mayoritaria para esa propuesta.

Tuvo que jugársela a esperar el momento de una proposición, que podía ser negada.

Para que tengan una idea: en la mañana de ese jueves, el senador cristiano Víctor Velásquez Reyes fue a hablar con el Presidente Uribe en contra de los incentivos.

“Que no se le brinde apoyo económico superior a movimientos políticos que tengan en sus listas a personas LGBT”, fue su punto, como si ese fuera el fin exclusivo de los incentivos.

¿Qué le respondió el Presidente Uribe? ¿Pensó en las recientes ideas del Vice Santos? No se sabe.

Según la oficina de prensa del senador Velásquez, Álvaro Uribe estuvo de acuerdo: “la intimidad de las personas no debe estar inmersa en la política”.

“Por tanto, se determinó a través del Ministro del Interior la suspensión de este artículo en la reforma política”. Ajá. Tal cual.

Eso fue parte de la antesala. De hecho, Benedetti no tenía los votos de los conservadores de la coalición de gobierno.

El Partido Liberal y el Polo se habían retirado. Es el caso de cuando por razones políticas no se apoya propuestas ideológicas que pueden compartirse.

Pero ante la persistencia de Benedetti, ya avanzada la noche, el senador godo Roberto Gerlein dijo que si quitaban las palabras “de financiación” a los incentivos, él los votaba.

Con su liderazgo, se tenían los otros votos conservadores. Así que Benedetti no le preguntó ni por qué quitar esas palabras, le aceptó, y se procedió a votar.

Esto pasó primero que la resucitación de la cuota femenina del 30%. Los incentivos distendieron los ánimos, y la senadora Mejía aprovechó para impulsar lo que quería.

En toda esta historia no he sido yo el testigo privilegiado, sino Jaime Berdugo, un asesor del senador Benedetti, que claramente no es ninguna ‘corbata’.

Si la Plenaria del Senado aprueba los incentivos, viene el interesante debate para su desarrollo en la ley, asumiendo que la Corte Constitucional dirá exequible.