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En Colombia si hay héroes

Semana
25 de octubre de 2009

El Inalde, organización adscrita a la Universidad de la Sabana para la formación de ejecutivos, hace tres años resolvió vincular a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional a su programa PADE para Presidentes de Empresas. El objetivo inicial fue permitir a los Altos Mandos de estas instituciones beneficiarse de la misma formación de sus homólogos en el sector privado.

A pesar de la reserva inicial, hoy ya han pasado tres grupos de oficiales, que con rango de generales, almirantes y coroneles en curso de asenso, han sido parte de un proceso de formación profesional. El resultado ha sido muy importante para los militares que han tenido la oportunidad de estar vinculados y para los empresarios que hemos compartido este proceso.

He querido hacer esta pequeña introducción a mi vivencia personal de haber podido compartir con mis compañeros militares y empresarios seis meses recordando mis años universitarios. Durante este periodo, tuvimos la oportunidad de refrescar conceptos, compartir experiencias, hacer buenos amigos y valorar la calidad del programa que tuvo incluido un viaje a México para intercambiar ideas con empresarios de ese país.

Pero lo que hizo única la experiencia, fue la oportunidad de acercarnos a personas que hoy tienen en sus manos la inmensa responsabilidad de la dirección de la organización mas grande del país. Y a través de su amistad y apertura, pudimos conocer mas de cerca las instituciones a las cuales pertenecen y dimensionar la importancia que cada una de ellas tiene para todos los colombianos.

Vale la pena recordar que el presupuesto para la Defensa Nacional recientemente aprobado es del 14,2% del PIB..!!!. Con este presupuesto, hoy se soporta una organización de mas de 500,000 personas que, repartidas entre el Ejercito, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía, tienen la responsabilidad del manejo de la defensa y seguridad de 45 millones de colombianos.

También conviene recordar que los empresarios de este país hemos hechos esfuerzos extraordinarios para apoyar, con nuestros pagos de impuestos, al mantenimiento de la organización militar y de policía. Pero también es necesario mencionar que muchos de nosotros conocemos muy poco de lo que sucede al interior de estas instituciones. Esta es una brecha que se disminuye con iniciativas como la del Inalde y el CIDELAN en las cuales muchos deberíamos participar.

En mi caso, el PADE fue el vehículo que me permitió acercarme y valorar la importancia de la tarea que se realiza. Gracias a los compañeros militares, se nos abrió la posibilidad de conocer la Base de Palanquero y ver el proceso de modernización de la Fuerza Aérea. Sobre ella descansa una buena parte de la estrategia que hoy se sigue para recuperar la presencia del Estado en todo el territorio nacional.

La Fuerza Aérea ha venido incorporando nuevas tecnologías para combatir a las FARC y otros grupos subversivos. El punto mas importante es la coordinación que hoy esta organización tiene con las demás fuerzas para darles un apoyo aéreo permanente a sus operaciones. Nuevos métodos, técnicas y maneras de pensar, le dan a la FAC un rol muy importante para apoyar la política de seguridad en Colombia.

De la misma manera, la Armada Nacional nos abrió sus puertas en Cartagena para observar el proceso de formación que llevan a cabo sustentado en un ejercicio cotidiano de los valores institucionales.. Me llamó especialmente la atención el trabajo realizado en la recuperación de la empresa Cotecmar ( antiguo Conastil ) que hoy es un modelo de innovación en su campo. Las nuevas embarcaciones para vigilancia de los ríos son diseñadas y construidas por esta empresa que hoy ofrece productos y servicios al mercado internacional

De lo visto en Cartagena, me impactó el papel de la Infantería de Marina, quienes con el Ejercito, asumen sobre sus hombros la dificilísima tarea de cuidar el territorio nacional. Este cuerpo juega hoy un papel protagónico en los ríos de las selvas colombianas. Su misión es la de impedir la utilización de estas vías para la movilización de la guerrilla y el narcotráfico.

Con el Ejercito, durante dos días en Tolemaida, tuvimos la inolvidables experiencia de vivir la vida de un soldado raso. Pudimos constatar el tremendo esfuerzo que hoy hace la institución de formar a muchachos para la guerra dentro del marco del Derecho Internacional Humanitario. Tarea nada fácil cuando se trata de la utilización de métodos violentos para mantener la paz.

Quienes fuimos a Tolemaida pudimos vivir como soldados.  Usamos sus uniformes, comimos sus raciones, sudamos como ellos trotando y tomando riesgos físicos. También pudimos caminar a oscuras de noche cargados con sus armas y morrales. Logramos acampar en medio de una fenomenal tormenta que nos empapó hasta los tuétanos, como seguramente es el diario acontecer en las selvas colombianas durante muchos meses.

Después de vivir estas experiencias con las diferentes fuerzas, mis compañeros del PADE y yo valoramos y respetamos profundamente a las personas que por vocación arriesgan todos los días sus vidas para que millones de colombianos podamos trabajar y dormir en paz. Y como lo menciona la propaganda que hoy hace el Ejercito en los medios de comunicación, pudimos constatar que: “ En Colombia si hay héroes de verdad”.

Desastres como los mal llamados “falsos positivos” le han hecho un inmenso daño a la imagen de nuestras Fuerzas Armadas. Esto es lamentable cuando se puede observar de primera mano el inmenso esfuerzo que ha significado crecer el tamaño de estas organizaciones para garantizar la seguridad en nuestro país. Lo importante es que el problema se reconoce y pudimos tratarlo abiertamente con nuestros compañeros militares. Esa apertura es esencial para corregir de fondo este problema y mantener el proceso de cambio de estas instituciones fundamentales para el país.

Oportunidades como la ofrecida por el Inalde y el CIDELAN para permitir una mayor interacción entre empresarios y los altos mandos de las Fuerzas Armadas deben de redundar en una mejor compresión de los roles que cada uno tiene en beneficio del país. Y es la mejor manera de valorar los inmensos recursos que hoy nos cuesta nuestra seguridad y los esfuerzos que se están haciendo para mantenerla.