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Marchar contra cuáles secuestradores

Semana
15 de julio de 2008

En Colombia y en muchas ciudades del mundo se ha convocado para el 20 de julio de 2008 a una marcha contra el secuestro, una marcha que no debería ser de un día y unas pocas horas, sino un clamor permanente, hasta alcanzar que el último colombiano cautivo recobre la libertad.

 

El secuestro puede entenderse de muchas formas y tambien varía de acuerdo con quien secuestra. Secuestradas son las personas a quienes se ha despojado de la libertad mediante un hecho con el cual se violan las normas penales. No voy a referirme aquí a las desapariciones forzadas -otra forma de secuestro- por parte de organismos del Estado.

 

Los secuestros llevados a cabo por una de las partes contendientes en la guerra en la que se halla inmersa Colombia, como son las FARC, el ELN, las AUC (¿Desmanteldas?), los nuevos paramilitares (como las Aguilas negras) y los demás grupos armados ilegales son una infracción del derecho internacional humanitario; razón por la que sus secuestrados se han convertido en víctimas del crimen de guerra denominado toma de rehenes, una conducta criminal prohibida tanto por las leyes colombianas como por el derecho internacional humanitario y el derecho penal internacional.

 

Los secuestradores y los captores, en el caso de los rehenes, están en la obligación ética y moral de responder por la libertad del secuestrado (verdad de perogrullo) y, también, de respetar sus derechos humanos; en consecuencia, deben proteger su integridad corporal, su integridad mental y emocional, su vida, su seguridad y su derecho a la salud.

 

En esta guerra, los secuestradores y captores cometen una trasgresión continua y sin interrupción de las más elementales condiciones de humanidad y respeto.

 

En Colombia, los grupos armados ilegales además de dar muerte a los secuestrados o a los rehenes, los someten a tortura, a malos tratos, los exponen a peligros letales y los mantienen en condiciones de existencia que debilitan sus fuerzas y los ponen en contingencia a graves riesgos para su salud física y emocional.

 

El país se ha sumido en la euforia con las liberaciones y rescates de un puñado de rehenes y secuestrados, pero aún quedan en la selva un numero indefinido de secuestrados con fines extorsivos (más de dos millares para algunos, cerca a 500, para otros), como también un grupo de personas privadas de libertad por motivos relacionadas con el conflicto armado, entre quienes se encuentran 25 personas a quienes las FARC consideran "canjeables". 

 

Entre estos hay policías y soldados colombianos, campesinos que cumplían con el deber de defender la democracia; algunos han sido rehenes por más de 10 años, un tiempo en el que además han sido sometidos, en la selva, a todo tipo de vejámenes.

 

La sociedad civil debe unirse al clamor de los familiares de los rehenes y secuestrados y exigir a las FARC, como también al ELN, los paramilitars y a los demás grupos armados ilegales abandonar esta despreciable práctica de traficar con la vida y derechos de los seres humanos.

 

La marcha del 20 de julio igualmente debe ser una exigencia al Estado para que cree las condiciones necesarias para la solución humanitaria del conflicto, pues es su deber la protección de todos los ciudadanos... ahh y ademas hacer realidad la Ley para que todos respondan por sus actos de violencia, no sólo las guerrillas, sino los paras y los "oficiales".