Menos cabeza de ratón, más cola de león
Semana
4 de septiembre de 2007
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Parece que en Colombia ganaría "más vale ser cabeza de ratón que cola de león".
A los bajos niveles de confianza interpersonal y de asociatividad se suma la alta valoración de "ser el propio jefe" y "ser independiente".
Esto ha dificultado construir organizaciones sociales representativas, cadenas productivas, grupos grandes de investigación, clusters y partidos políticos.
Tenemos cientos de miles de ratones y muy pocos leones. Con más y mejor capital social podríamos tener una combinación adecuada de ratones y leones en la representación y en las industrias.
Surgen dos cuestiones:
i) ¿Por qué los "cabeza de ratón" no se proponen ser cabeza de león? (calidad del liderazgo)
ii) El grado en que ser cola de león, un subordinado, afecta la felicidad del individuo.
Una promesa importante de "ser el propio jefe" o "ser independiente" es una felicidad especial producto de la "libertad".
Todo esto hay que reevaluarlo. Es más evolucionada la libertad de servir y cooperar (en una visión común). Independencia no existe; existe interdependencia.
No son pocos los incentivos públicos que alimentan el espíritu cabeza de ratón.
Debemos promover la utilización de la confianza social (se sabe que aumenta con su uso) y estimular fuertemente la asociatividad.
Por ejemplo: subir el umbral y eliminar el voto preferente (dicho en el trámite de 2003), reinventar las asociaciones de municipios, premiar emprendimientos de negocios conectados a una "comunidad empresarial", tener programas de investigación y no proyectos.
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