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¿Qué hace a alguien bisexual?

Semana
30 de marzo de 2007

Un lector preocupado por sus propias vivencias y las de su pareja me consulta en torno a la bisexualidad. Por considerar este tema de gran interés le he solicitado darle respuesta en forma de artículo, situación que él ha aceptado.
La bisexualidad es probablemente la orientación sexual que mas problemas causa vivir, aceptar y comprender, ya sea porque esta se experiencia o porque alguien cercano a nosotros la vivencia.
Para entender un poco la cosa diré que para mi, la orientación sexual hace referencia a es una escogencia íntima y excluyente que hace la persona y que por lo tanto, es clara para sí. No existe de por sí, requiere reflexión, justificación y comprensión para sí mism@ que permita hacer conciencia de él/ella.
Esto significa que cada persona se identica (se acerca a aquello que identifica como su modelo particular sexual, se asume desde sí mism@ y no en función del modelo del “deber ser” sexual, que es la heterosexualidad) como bisexual, homosexual, lesbisexual o heterosexual. Para que esta identicación suceda, se necesita tomar conciencia del(-a) objeto-sujeto de su afectividad, de su erotismo y de su genitalidad, pero igualmente tener una identidad particular al respecto.
Con esto ultimo quiero decir que hay personas que vivencian aspectos de una orientación sexual (por ejemplo, hombres que se relacionan genitalmente con otros hombres) pero tienen una identidad particular como heterosexuales.
Veamos un caso: en mi consulta he encontrado un hombre que es homoafectivo, heteroerótico, bigenital y con una identidad heterosexual; es decir, siente que su vida afectiva es plena solamente con hombres, asume que lo que mas le excita pensar y gozar es el cuerpo de una mujer, considera que se goza de igual manera estar genitalmente con hombres y mujeres pero cuando le pregunté cuál era su orientación sexual me informó que era heterosexual.
El problema realmente no es el nombre que le ponga a la situación que vivencia, eso es lo de menos; lo que a él le produce conflicto es cómo lo ven los demás, porque para él es claro que aún está decidiendo que es lo que realmente quiere ser.
Una persona que experimenta acercamientos, ya sea afectivos, eróticos y/o genitales tanto con hombres o mujeres, como parte de la búsqueda y consolidación de una orientación sexual no puede considerarse bisexual, así los demás lo denominen de esta manera.
Una persona bisexual es alguien quien se asume a sí mismo(a) como tal, dado que es biafectiva, bierótica y bigenital, es decir asume que sus objetos-sujetos de relacionamiento son tanto hombres como una mujeres.
La bisexualidad posibilita que la persona viva simultánea y satisfactoriamente relaciones tanto con hombres como con mujeres, pero muchas(os) entre ellos(as) prefieren sostener una relación plena sólo con una persona, ya sea hombre o mujer, y posteriormente, cuando la relación ya no funciona apropiadamente, establecer una nueva relación no necesariamente con alguien de un sexo distinto al de la anterior pareja. Es decir puede tener relaciones con un hombre, otro hombre, una mujer, otra mujer, un hombre…, o con un hombre, una mujer, un hombre…
El hecho de que la persona tenga una relación que considera plena no quiere decir que su gusto por otras personas desaparezca, lo que sucede es que en este caso ese alguien puede ser de su mismo o de otro sexo, tal y como sucede igualmente con el gusto de los(as) heterosexuales.
La negación social de orientaciones diferentes a la heterosexual hace que quienes las vivencias sean estigmatizados, aislados, discriminados, pero en el caso de los y las bisexuales esta situación es aún mas agresiva, por cuanto se suele considerar que quien la vivencia está en un periodo de indecisión sexual y que al decidirse se “convertirá” en homosexual o heterosexual. Cabe destacar que esto no es así y que la bisexualidad es una identidad de orientación sexual tan válida como las demás.
También es verdad que esa misma negación hace que muchos homosexuales y menos lesbianas, prefieran como parte de su proceso de negación de orientación sexual y por miedo a los efectos emocionales familiares y sociales que conlleva ser homosexual o lesbiana, asuman relaciones heterosexuales, así esto les produzca un gran conflicto y daño emocional a sí mismos(as), a sus parejas e hijos.
Esta situación requiere apoyo emocional de parte de un(a) especialista en el tema dado que los conflictos que ello genera suelen ser graves no solo en lo psicológico, sino además, en lo económico y lo social.