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"¿COMO SER UN BUEN ALCALDE?"

Semana
8 de abril de 2012

En el año 2000 “Tercer Mundo Editores”, publicó mi libro “El Manual del Buen Alcalde. Guía práctica para la administración pública, local y regional.” De la que tuve la fortuna de que el Expresidente López, o el Doctor López como siempre le decía, me escribiera el prólogo y de que Ramiro Bejarano, por considerarlo útil, hizo una reseña que publicó en su columna de El Espectador, que fue una verdadera sorpresa para mi y me llegó al alma.

 

Hace un par de años la obra fue actualizada, y es esta la versión que quiero compartir con todos ustedes, que consta de cinco partes y 28 capítulos muy cortos, con los que quiero llegar a todos los alcaldes, principalmente de las pequeñas ciudades menores de 100 mil habitantes, muchos de ellos muy bien preparados, pero algunos otros no tanto, pero son personas provistos de un gran carisma que se han ganado el afecto de su gente y por eso merecen estar al frente de la Alcaldía, hacia ellos, es a quienes principalmente está dirigido este Manual.  

 

Dejando a un lado algunos elogios que me complacen y hasta me abruman que hiciera el Doctor López sobre mi, paso a exponerles algunos de los que hizo sobre mi trabajo para que sean sus palabras y no las mías las que vuelvan a presentar este humilde trabajo con el que pretendo hacer una contribución a la gestión de nuestros alcaldes:

 

“Esta obra que bien pudiera llamarse “Cómo ser un buen Alcalde”...   ... su propósito es tomar a cada burgomaestre de la mano, cómo si se tratara de un menor de edad, y llevarlo, día a día, por el sendero de la construcción de una administración seria, oportuna y eficiente de la cosa pública. Son sugestiones o consejos útiles para realizar una gestión efectiva”

 

Terminaba el Doctor López diciendo: 

 

“... el observador desprevenido debe llegar a la conclusión de que su autora conoce a cabalidad la idiosincracia y las limitaciones de nuestra sociedad en todos los órdenes. Alguien que se aproxima a los hijos de la provincia, a sabiendas de que es necesario ayudarlos, guiarlos, inspirarlos en el servicio público, en lugar de deslumbrarlos con una erudición barata y un repertorio de citas jurídicas que, muchas veces, no están al alcance de los futuros alcaldes... ” y concluye con la famosa frase de Kennedy: “No pregunteis qué puede hacer el Estado por vosotros, sino qué podéis hacer vosotros por el buen funcionamiento del Estado”.

 

Con esto los invito a leer el “Manual del Buen Alcalde”, escrito con mucho cariño para todos los alcaldes de las pequeñas ciudades de Colombia que piensen que este modesto aporte a su gestión, puede serles útil.

 

Adelina Covo