FREDDY CASTRO

Antes de invertir en las regiones de Colombia

Una nueva guía plantea un listado de cuestiones para quien considere apostarle a los territorios del país.

Freddy Castro Badillo, Freddy Castro Badillo
15 de mayo de 2018

Colombia tiene una estructura institucional que hace difícil el desarrollo de los negocios, esa es una inmensa verdad. En las regiones es una odisea tomar una decisión de inversión. El constante cambio en las reglas de juego, la poca claridad sobre la propiedad de la tierra, las difíciles condiciones de seguridad y la laberíntica relación de trámites que se deben cumplir antes de abrir una firma, hacen que, a veces, los procesos terminen mal o no empiecen.  Pareciera que olvidáramos, retomando a Winston Churchill, que el empresario es “el caballo que tira del carro”.

Y es que, pese a que los empresarios han obrado de buena fe, están pasando o han pasado por reveses que les han generado costos económicos y reputacionales. Argos, por ejemplo, ha vivido la experiencia de la restitución de tierras en el Sur de Bolívar. No es el único caso. Riopaila y Drummond podrían compartir historias similares en Vichada y Cesar.

Quizá una razón de esas decepciones es que las juntas directivas no hicieron las preguntas adecuadas para administrar sus riesgos estratégicos.

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Una nueva guía

Con el propósito de anticiparse a esas dinámicas y generar oportunidades de inversión privada, especialmente en regiones históricamente afectadas por el conflicto armado, el Centro Internacional para la Empresa Privada (CIPE), en asocio con el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, Confecámaras y Jaime Arteaga & Asociados, lanzaron recientemente la Guía de Inversión Responsable en Zonas de Posconflicto.

Este manual promueve inversión responsable, esa que es capaz de generar dinámicas que contribuyan al desarrollo de los territorios y sus comunidades. Por ello compila un listado de buenas prácticas e interrogantes que se deben evaluar antes de invertir en las regiones de Colombia. Aspectos como la interacción con las comunidades, la relación con autoridades locales, el medio ambiente, el desarrollo local, la seguridad y la propiedad de la tierra son condesados en un ejercicio que es útil para cualquier instancia directiva de una organización. Diálogos con empresarios de Barrancabermeja, Riohacha, Tumaco, Villavicencio y Apartadó fueron la base del listado de cuestiones.

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Para el próximo Gobierno

Algunos candidatos presidenciales defienden la necesidad de generar incentivos y fortalecer la presencia del Estado para fomentar el desarrollo empresarial en algunas regiones del país. Tienen razón, buena parte de los vacíos institucionales y la informalidad, el principal problema de la economía colombiana, se originan por el abandono estatal. Sin embargo, no se puede perder de vista, como lo advirtió Esteban Piedrahíta, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, que la consolidación de estas apuestas debe ir de la mano con suplir la ausencia del mercado y para ello se deben focalizar esfuerzos en la provisión de bienes públicos (colegios, carreteras, etc.).

Ojalá las preguntas que acompañan esta guía, sumado a los procesos que se adelantan en las Comisiones Regionales de Competitividad, Ciencia, Tecnología e Innovación sean prioridad y objeto de análisis del próximo Presidente. No está de más recordar, una vez más, que el empresario es “el caballo que tira del carro”.

Recomendado. El libro de Leopoldo Fergusson y Pablo Querubín, “Economía política de la política económica”.

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