GUSTAVO RIVERO

Colombia femenina

Colombia es el segundo país del mundo con más mujeres directivas (53%) y la nación con más autónomos (51%), siendo mujeres la mitad.

Gustavo Rivero, Gustavo Rivero
8 de febrero de 2019

La mujer juega un rol esencial, no sólo dentro de la familia, sino también en la sociedad. Según el informe de diciembre del Foro Económico Mundial sobre la brecha de género global, a pesar de existir muchos avances que confirman la importancia de la mujer en la economía, todavía se necesitan 200 años para lograr la paridad salarial. Un primer paso para lograrla es aumentar la participación de la mujer en el mercado laboral como profesionales o emprendedoras.

 Según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor publicado en enero, Colombia mostró el mayor crecimiento de América Latina y el Caribe en términos de proporción de mujeres que participan en actividades emprendedoras durante el periodo 2013-2017.

 Colombia es el segundo país del mundo con más mujeres directivas (53%) por detrás de Jamaica y es la nación con más autónomos (51%) como porcentaje del total de empleados. Actualmente, la proporción de mujeres emprendedoras de Colombia es prácticamente la misma que la de hombres emprendedores. Ha habido una disminución paulatina y constante en las brechas de la actividad emprendedora por género, que se ha intensificado en los últimos cinco años. En 2013, los hombres superaban a las mujeres en 13,2 puntos porcentuales, de manera que la proporción de hombres doblaba a la de mujeres. En 2017, se presenta la diferencia más baja registrada, de sólo un punto porcentual.

En el caso de Colombia, la participación de la mujer en el mercado laboral se ve especialmente reflejada en sectores poco tradicionales como la tecnología, las energías renovables o las ciencias de la salud, gracias a iniciativas como ForoMET BBVA, que lleva más de diez años promoviendo la participación de la mujer colombiana en la empresa y celebrará su cita anual la semana que viene en Medellín.

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Sin embargo, la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, están todavía insuficientemente representadas en estos campos.

 La ciencia y la igualdad de género son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030 de la ONU. En los últimos 15 años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de mujeres y niñas en la ciencia. Desafortunadamente, ellas siguen enfrentándose a barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina. De acuerdo con un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%.

El rol de la mujer latinoamericana es cada día más relevante asumiendo un papel totalmente multifuncional, hecho que se refuerza con el creciente número de madres cabeza de familia. En el caso de México, uno de cada cuatro hogares lo encabeza una mujer. A pesar de este rol multifuncional, las mujeres de hoy se desenvuelven en un medio que cada vez estimula más la persecución de nuevas metas en el ámbito personal y profesional. Muchas mujeres se encuentran en la encrucijada entre optar por su rol de madre gestora de su hogar o su desarrollo profesional. El emprendimiento y el teletrabajo ofrecen una oportunidad muy interesante para poder conciliar los distintos roles.

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Latinoamérica todavía cuenta con una importante brecha de género en todas las etapas del proceso empresarial, tanto en los nuevos emprendimientos como en los emprendimientos establecidos (de más de tres años). Esta diferencia se debe a la falta de mecanismos de apoyo y a factores cualitativos de comportamiento y motivación de hombres y mujeres, que todavía emprenden más por criterios de necesidad, buscando a la vez una vía alternativa para obtener la independencia económica.

 Desde hace varios años, Colombia muestra señales importantes de crecimiento económico como una oportunidad para el progreso social, así como avances en los indicadores de desarrollo humano, pero todavía existen brechas de género, en particular en las esferas política y económica. Sin embargo, durante los últimos años, producto de las demandas del mercado y de los procesos organizativos de los movimientos sociales, se ha incrementado paulatinamente el acceso de las mujeres al mercado laboral.

Colombia es la octava nación de América Latina (y la número 40 entre 149 países) con mejores niveles de paridad entre hombres y mujeres. Sin embargo, registró una caída de cuatro posiciones frente al resultado del año anterior. Las últimas cifras demográficas publicadas muestran que las mujeres superan a los hombres tanto en población total como en personas en edad de trabajar. Sin embargo, las mujeres todavía tienen una menor participación que los hombres en el mercado laboral.

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