GREGORIO GANDINI

Detrás del crecimiento, hay una oportunidad

Con la publicación del dato de crecimiento económico del -9,0% para el tercer trimestre, se ve una mejora frente al -15,8% anterior, pero también muestra el largo camino de la recuperación. Por eso, esta semana dedico la columna a analizar este dato.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
25 de noviembre de 2020

El esperado dato del crecimiento económico para el tercer trimestre de 2020 en Colombia fue publicado por el Dane el pasado martes 17 de noviembre y nos mostró nuevamente una contracción en términos anuales del -9,0%, frente al -15,8% del dato anterior.

Con estas cifras, creo que, más allá de definir si estamos o no en una recesión, la discusión debe estar enfocada en evaluar qué está pasando y cuáles son nuestras expectativas al respecto. 

Para poder entender mejor el comportamiento que ha tenido la economía, es importante ver el alcance de cada medida, la tasa anual, la tasa trimestral y los valores del Producto Interno Bruto (PIB), todo medido a precios constantes.

Así, en el gráfico 1 decidí presentar tanto las tasas de crecimiento anuales (línea azul punteada) como el valor (superficie naranja), para ver el impacto no solo en términos de variaciones, sino en niveles.

El valor del PIB en el tercer trimestre fue de $202 billones de pesos. La buena noticia es que fue mayor en un 12% en su serie original, en contraste con los $180 billones del segundo trimestre. Esto era de esperarse con la reactivación de los sectores de la economía, aunque su variación anual fue del -9,0% en comparación con los $222 billones del mismo periodo de 2019.

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Para darnos una idea de la magnitud de la recuperación, si quisiéramos volver a los $241 billones del cuarto trimestre de 2019, el tercer trimestre debería haber crecido un 33,7% de forma trimestral, lo que equivaldría a un 8,5% anual. Esto no solo implicaría una reactivación económica total, sino un crecimiento adicional importante.

Los tres sectores que más contribuyeron a esta contracción anual del -9,0% fueron: comercio, con 3,9 puntos porcentuales; construcción, con ,1,8, y explotación de minas y canteras, con 1,2. Estos también registraron contracciones anuales del -26,1%, el -20,1% y el -19,1%.

Sin embargo, cuando vemos el comportamiento de los sectores en términos trimestrales (con su serie ajustada por efectos estacionales y de calendario), se pueden notar los crecimientos, encabezados por industrias manufactureras con un 23,4% y comercio con un 22,3%.

Un dato que creo es muy relevante y al cual no se le ha dado suficiente importancia es cómo el sector de agricultura y ganadería es uno de los pocos que muestra un crecimiento positivo tanto de forma anual, con un 1,5%, como trimestral, con un 2,1%.

Cuando veo estos datos las preguntas que me surgen son: ¿Cómo darle más fuerza a este impulso?, ¿cómo beneficiarnos más?, ¿cómo crear más puestos de trabajo en el campo? Estas respuestas no son sencillas, pero tal vez en medio de esta coyuntura es necesario repensar la política agraria de largo plazo, para lograr no solo un campo más tecnificado, también mucho mejor conectado con el desarrollo de vías y con la creación de nuevos canales de tránsito de mercancías de formas más eficientes.

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Esto se relaciona con decisiones de política fiscal de gasto público, pero no solamente en carreteras -como tradicionalmente se viene haciendo-, sino pensar también en los puertos, los ríos navegables y el ferrocarril como partes de un todo.

Si bien las proyecciones de cierre de año del Gobierno se ajustaron a un -6,8%, las del Banco de la República al -7,6% y las del mercado a un -7,1%, será importante evaluar cómo se ajustarán con esta nueva información.

Por lo pronto, lo que se ve es que, si bien el camino será largo, también puede ser una gran oportunidad para revisar los problemas estructurales anteriores a la pandemia, no solo del campo, sino de otros sectores de la economía colombiana, y aprovechar el impulso y la alineación de muchas fuerzas políticas y económicas para ayudar a repararlos.