MARIO VALENCIA
El primer año de gobierno: nada nos libra…
Al presidente Duque le gusta el rock y ser predecible. Cumplido su primer año de gobierno no ha hecho nada que no estuviera planeado y, para quienes podían albergar alguna ilusión, ya saben qué se viene para los próximos tres años.
Si algo ha caracterizado al actual gobierno es su coincidencia en el manejo de la economía con los gobiernos anteriores. Tanto los partidos santistas como los uribistas le aprobaron a Duque una reforma tributaria regresiva, el ingreso del país a la OCDE, un Plan de Desarrollo que reduce las funciones del Estado, y se disponen -unidos- a más privatizaciones, reforma pensional y contratos para privados con recursos públicos.
Por esta razón, los resultados no pueden ser otros que los siguientes:
- Mientras el gobierno mantiene sus proyecciones de crecimiento económico para 2019 en 3,6 %, ninguna institución de análisis, local o extranjera, apuesta -en promedio- por un aumento superior a 3 %. Como la economía no va a crecer lo suficiente, las necesidades fiscales serán mayores y la situación del mercado laboral seguirá empeorando.
- En lo transcurrido del gobierno, 60.000 personas adicionales se quedaron sin ocupación y 71.000 más no lograron conseguirla. Por eso para el mes de junio la tasa de desempleo es la más alta desde 2013.
- De los últimos 11 meses, en 9 de ellos la confianza de los consumidores está en terreno negativo.
- Las exportaciones han aumentado 4,5 %, pero las importaciones lo hicieron en 8,3 %, en los 12 meses anteriores a mayo de 2019.
- Durante tres trimestres de gobierno, se han recibido USD 8925 millones por inversión extranjera, pero han salido del país USD 13 083 por pago de la renta. Así, el déficit en cuenta corriente acumulado es de USD 10 525 millones, 47 % más que en los mismos trimestres del periodo anterior.
- En el Marco Fiscal de Mediano Plazo se reconoce que hay una decisión política de reducir la intervención del Estado en la economía. Según las proyecciones, entre 2019 y 2030 los ingresos del Gobierno Nacional pasarían de 16,6 % a 15,7 % del PIB, mientras el gasto público caerá de 19 % a 16,7 % del PIB. La realidad indica que los países más ricos del planeta tienen Estados fuertes cuya participación en la economía es mucho más alta. El promedio de gasto público en los países de la OCDE es de 40 % del PIB.
- El Presupuesto General de la Nación para 2020 está desfinanciado en $ 8,5 billones, que corresponden al regalo en impuestos que hizo el gobierno en la reforma de 2018. Para compensar, han anunciado la privatización de ISA e incluso de parte de Ecopetrol.
- Finalmente, el crecimiento de la industria, la construcción y el suministro de energía y gas, están en terreno negativo.
Las anteriores son razones suficientes para convencerse de que el gobierno de Iván Duque se la jugó por una continuidad del modelo económico fracasado, que ha frenado la competitividad, ha impedido la diversificación productiva, y mantiene la dependencia de las exportaciones de recursos naturales y las importaciones de bienes que compiten deslealmente con la producción nacional.
Por ende, los próximos tres años debemos esperar que el principal problema económico y social del país siga siendo el desempleo, la precarización del mercado laboral, la destrucción del aparato productivo, mayores impactos ambientales por la explotación minero-energética y una economía al vaivén de la incertidumbre de los mercados globales.
Nada más queda…