JOSÉ MIGUEL SANTAMARÍA

La nueva generación

Durante muchísimos años, la humanidad recibía la información de los medios de comunicación tradicionales, la prensa escrita, así se declarara afín a un partido político. Cuando de noticias se trataba, las relataba con veracidad. Hoy, todo cambió.

26 de noviembre de 2020

La llegada de internet cambió totalmente el panorama. No solo las redes sociales, sino todo el esquema, ha generado que una persona en cualquier lugar del mundo pueda recibir la misma información sin distingo de clases sociales, raza o religión. Esto les quitó muchísimo mercado a los medios tradicionales, que perdieron trascendencia.

Sus ingresos se diezmaron y los números como negocio para sus accionistas dejaron de ser interesantes. Los accionistas con tradición periodística terminaron saliendo y estos medios quedaron en manos de grupos económicos por conveniencia, vistos como un negocio que debe ser rentable. Su valor es el Ebidta.

Le puede interesar: La derecha vergonzante

Entonces, la rentabilidad o los ingresos del medio para ser viables empieza a depender de muchos factores, en numerosas ocasiones ajenos a su función principal de informar verazmente y de tener la “chiva”, la noticia del día, primero.

Aparecieron entonces los publirreportajes, que son simplemente publicidad con cara de artículo de opinión divididos en dos grupos: los que los titulan como tales y los que pasan desapercibidos sin que se le cuente al incauto espectador.

La integración vertical también golpeó inmensamente la credibilidad de los medios, ya que independientemente de no ser rentables, individualmente lo pueden ser dentro de una cadena de valor, dentro de su organización. Así, la propaganda cruzada, que conlleva a la devolución de favores, termina siendo un aporte mayor a la subjetividad de su contenido.

También se ha vuelto constante la creación de ídolos de barro que llevan al estrellato de un momento a otro, pero es muy complicado saber si verdaderamente nace un nuevo liderazgo o si es un títere más del conglomerado que le servirá en el futuro para sus negocios.

Hoy en día, las fake news pululan por todas partes. Tal vez la diferencia radica en cuál es su fin. Todos debemos hoy revisar muchas fuentes para llegar a una relativa verdad.

Lea también: Muchos temas para reflexionar

Es relevante hablar de los grandes mesías, los que donan recursos a determinados medios sin querer nada a cambio. La realidad es que todos tienen una agenda clara. Debería ser obligatorio para estos decirles a sus oyentes y lectores cuánto y quiénes son estos personajes, así como cuáles son sus intenciones.

Como ven, no se puede creer todo, ni nada de todo lo que vemos en el caudal de información que nos llega. Afortunadamente, sigue habiendo medios independientes para rescatar. Búsquenlos. Revisen que no tengan agenda oculta y háganlos su vía o camino para las noticias.

¡Ah!, también háganles seguimiento. En cualquier momento, le venden el alma al diablo.

De golpe, después de esta columna no me vuelvan a invitar a escribir en algunos medios donde lo hago. Miraremos por dónde difundir lo que pienso.