JOSÉ MIGUEL SANTAMARÍA

La nueva verdad

Las ventas no van tan mal, creo que los colombianos estaban tan desesperados de los aislamientos y las cuarentenas que han salido más de lo que se había presupuestado. De todas maneras, para que las ventas lleguen a niveles antes del cierre de marzo falta mucho.

José Miguel, José Miguel
16 de octubre de 2020

Por fin, después de muchos pedidos y ruegos, tanto el gobierno como los municipios han empezado a dejar abrir el comercio y los negocios, un tema bastante complicado por donde se quiera ver: volver a comprar inventarios, reincorporar empleados, tener los protocolos de bioseguridad al día, etc.

En términos generales las ventas no van tan mal, creo que los colombianos estaban tan desesperados de los aislamientos y las cuarentenas que han salido más de lo que se había presupuestado; de todas maneras, para que las ventas lleguen a niveles antes del cierre de marzo falta mucho.

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Adicionalmente tenemos entre pecho y espada la posibilidad real de un rebrote como ha sucedido en muchísimos países, esperemos que este no llegue con nuevas cuarentenas y aislamientos en diciembre, sería un golpe mortal para muchos más cuando adicionalmente la OMS ha dicho que el resultado de los cierres no fue el mejor, que acabaron más la economía que lo que ayudaron en defensa de la vida.

Los números y estudios más optimistas dependiendo del sector de la economía en que estén, hablan de cierres y quiebras de entre el 20% y el 50% de los negocios, un golpe nunca antes imaginado. Ahora viene la segunda parte para los negocios que lograron sobrevivir al totazo, tienen que salir adelante.

Muchos de los negocios que lograron sobrevivir lo hicieron pagando un costo muy alto, tuvieron que salir de buen capital humano, entregando locales y oficinas y endeudándose en niveles que nunca se habrían imaginado, muchos practicaron la economía de guerra, sobrevivir a cualquier costo, después se miraría cómo se sale del lío.

Aunque las tasas de interés están a tasas mínimas, la tasa vista del Banco de la Republica al 1,75%, la DTF en su nivel históricamente más barato y la mayoría de los créditos con buenos meses de gracia de pago de capital, de todas maneras deben pagarse y el flujo de caja de estas compañías se va a deteriorar durante el año entrante.

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Adicionalmente, para algunas de la compañías y negocios que se salvaron su sector específico quedó demasiado maltrecho y sobrevivir en el futuro será más complicado que haber logrado pasar la pandemia.

Al sector financiero le viene la parte mas complicada ahora. Si bien fue difícil el aplazamiento de las cuotas de los deudores y todo lo que tuvieron que innovar para estar tecnológicamente bien durante esta época, mantener los niveles de cartera vencida de años anteriores va a ser imposible, aspiro que el gobierno les ayude para que puedan refinanciar a sus clientes sin tener que dañar sus balances.

Si el sector privado queda cojo, el sector público también, los nuevos niveles de endeudamiento del Estado le traerá muchos desafíos, vendrá seguramente una disminución de la calificación de riesgo donde le quedará más complicado conseguir recursos baratos o que llegue inversión extranjera, será necesario hacer una reforma tributaria que acabe unos intocables que generan un ruido no deseado ante la opinión pública, el no cobro del IVA a la canasta familiar será uno de estos.

Aunque el panorama no es bueno, mal de muchos, consuelo de tontos. No es solo nuestra economía la que quedo en estas circunstancias, muchísimos otros países tienen el mismo problema y hasta más dificultades a futuro.

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