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Un pulso entre Powell y Trump

Después de la reunión de la FED a final de julio, que trajo consigo una reducción de tasa, parece que las tensiones entre Jerome Powell su presidente y el presidente Donald Trump se han intensificado antes que relajarse, en esta columna exploro qué ha sucedido.

Por: Gregorio Gandini

Cuando parecía que la Reserva Federal bailaba al ritmo del presidente Donald Trump, anunciando un recorte de 25 puntos básicos (0,25%) de su tasa de intervención ubicándola en 2,25%, al día siguiente se anuncia un aumento de 10% en los aranceles de una nueva canasta de bienes chinos por parte de la Casa Blanca lo que llevó a una caída del índice S&P 500 de alrededor de 3,4% en una semana. Esto parece mostrar que la Casa Blanca y la Reserva Federal parecen continuar tirando para lados opuestos en sus decisiones, más adelante explico algo de las circunstancias que mueven cada decisión y la recepción del mercado al respecto.


Grafico 1. Elaboración propia. Datos Bloomberg

Como se puede ver en el grafico 1, la caída de la semana anterior en el S&P 500 es bastante marcada y con 3,46% es su peor semana desde finales de mayo cuando llegó a valores mínimos del año. La pregunta obvia es qué impulsó esta caída. El primer reflejo sería decir que el aumento de tarifas, ya que cuando el mercado creía que después de la reunión del G20 el pasado junio las conversaciones se habían puesto en marcha y la crisis se había superado el anuncio del 1 de agosto del presidente Trump que mencioné antes, claramente tomó al mercado por sorpresa. 

Pero si bien estaríamos en lo cierto al decir que la visión pesimista de esta semana de los mercados se basa mayormente en una posible reducción del crecimiento mundial y a la cada vez más cercana continuación de una guerra comercial de Estados Unidos y China, cortesía del Presidente Trump, el análisis tiene un contexto de fondo que también involucra a la Reserva Federal (FED) y explica también por qué el efecto ha sido tan fuerte esta semana.

El 11 de julio Powell presentó ante el Congreso su reporte semestral sobre la economía y hace aún más marcada la posición Dovish de la FED, continuando con el discurso que empezó en enero. Esto lleva al 100% del mercado a esperar un recorte de tasas en su reunión de julio. Así que la semana anterior cuando se dio, no sorprendió a nadie ni los precios del mercado mostraron un marcado aumento previo a la reunión por que el efecto de esa decisión ya había sido descontado desde las audiencias en el Congreso, tal y como puede verse en el aumento del S&P 500 después del 11 de julio, llegando a estar por encima de 3.000.

Lo que sí sorprendió fue en la rueda de prensa Jerome Powell el presidente de la FED llamó un “Mid-cycle adjusment to policy”, lo que traduce que es un ajuste de mitad ciclo a la política, dando a entender que es una medida que puede ser de una sola vez o al menos poniendo en duda que haya una senda continua de reducciones. Además, esta idea se ve reforzada por una nueva frase incluida en este comunicado de prensa: “As the Committee contemplates the future path of the target range for the federal funds rate…” que traduce “mientras el comité evalúa la senda futura para el rango meta de la tasa de los fondos federales”, lo que refuerza la percepción que no hay una senda de reducciones definida por parte de los esquemas de la política monetaria de la FED al menos en el corto plazo.

Sé que puede sonar muy exagerado que los mercados reaccionen a un comentario a una nueva frase en el comunicado de la Reserva Federal, pero para los bancos centrales existe una herramienta llamada forward guidance en la cual a través del uso del lenguaje en sus comunicado e intervenciones públicas buscan dar pistas al mercado de sus decisiones futuras de política monetaria.

También parece que el tono del comunicado no solo decepcionó a los mercados sino al presidente Donald Trump que de una forma bastante sincronizada al día siguiente decidió aumentar aranceles a ciertos bienes chinos. Para entender qué tiene que ver esto con la FED y su tasa, es necesario recordar que ante el Congreso Jerome Powell manifestó la necesidad de proteger el ritmo del crecimiento económico ante posibles efectos negativos del conflicto comercial con China. Si a esto le sumamos las fuertes críticas del presidente Trump a la FED por no recortar tasas queda la impresión que el aumento de aranceles no solo busca establecer una posición fuerte de Estados Unidos de las conversaciones, sino también forzar a la FED a continuar reduciendo tasas. La pregunta que queda es si en ese pulso Trump tendrá suficiente fuerza para forzar a Powell que ha dado la pelea por mantener independiente a la FED en un escenario económico cada vez más complejo.

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