
GREGORIO GANDINI
Vuelve el fantasma de la recesión a Estados Unidos
Con la publicación del dato del índice ISM de la industria manufacturera en su nivel más bajo desde 2009 el fantasma de la recesión en Estados Unidos se hace sentir en los mercados, por eso esta semana dedico mi columna a analizar este índice y que nos dice al respecto.
Muchas veces solo se necesita una piedra cayendo en el lugar y momento indicado para generar una avalancha, pues para los mercados la piedra fue la publicación del índice ISM de Estados Unidos, que con un registro de 47.8 es el más bajo después de julio de 2009, cuando ese país se recuperaba de la crisis económica.
El índice ISM se publica de forma mensual, el primer día hábil del mes, y se calcula a partir de una encuesta realizada por el Institute for Suply Management en la cual se entrevistan gerentes encargados del área de compras de 20 sectores de la industria manufacturera, teniendo en cuenta nuevos pedidos, inventarios, envíos de proveedores y producción. Si su registro está por encima de 50 se considera que el sector se está expandiendo, pero si por el contrario está por debajo, refleja una contracción.

Grafico 1. Elaboración propia. Datos Bloomberg
Desde enero de 2008 hasta ahora el índice se ha encontrado por debajo de 50 el 21 % de las veces, es decir 30 meses, de los cuales, por supuesto estuvo bastante concentrado en 2008 y 2009 con nueve y siete meses respectivamente, pero también es interesante ver que otros dos años que tuvieron un número importante de datos de contracción fueron 2012 y 2015 con cuatro meses cada uno, donde este resultado está acompañado de tasas de de crecimiento de 1.47 % y 1.90 %, relativamente bajas comparados con los anteriores, evidenciando una correlación a tener en cuenta.
Este índice es muy seguido por los mercados, ya que al situarse dentro de las líneas de producción permite tener una idea muy aproximada de cómo los gerentes perciben los cambios en los flujos en los negocios y es tenido en cuenta como una variable proxi permite predecir el comportamiento del crecimiento de la economía. Esta relación se puede ver en el gráfico 2, donde se compara el comportamiento del índice con la tasa anual de crecimiento del producto interno bruto (PIB) real de Estados Unidos.

Grafico 2. Elaboración propia. Datos Bloomberg
Viendo el comportamiento de la tasa de crecimiento anual del PIB comparada con el comportamiento del índice ISM de manufacturas es clara la relación entre uno y otro, por lo que el descenso en los últimos tres registros pasando de 51.2 (expansión) a 47.8 (contracción) no augura un buen dato para el tercer trimestre de este año, que ya venía perdiendo dinamismo pasando de 2.7 % en el primer trimestre a 2.3 % en el segundo.
Pero la historia no termina ahí ya que, si bien estos resultados solo reflejan el sector manufacturero, el 3 de octubre también se publicó el índice ISM para sector no manufacturero, completando así el panorama económico, con un registro de 55.2 para septiembre, todavía en la región de expansión, pero muy por debajo del 59 esperado por el mercado, lo que por supuesto continúa aumentando la tensión.
Esta visión pesimista de los inversionistas se vio soportada por registros de los índices PMI, para Europa e Inglaterra que para septiembre registraron todos por debajo de lo esperado. En el caso de Europa el índice PMI compuesto, es decir que incluye manufactura y servicios, registró un descenso hasta 50.1 frente a un esperado de 50.4 llevándola peligrosamente cerca de la zona de contracción, este comportamiento se vio también para Alemania con 48.5 contra 49.1 y Francia con 50.8 contra 51.3 esperado. Si bien los datos para Europa y sus dos economías principales fueron decepcionantes, la gran sorpresa fue el registro para el sector de servicios en Inglaterra, que muestra una contracción con 49.5 frente a un esperado 50.3.
Todos estos datos sumados se traducen en una palabra que volvió a sonar con fuerza la semana anterior cuando parecía que en septiembre las aguas se habían calmado: recesión. Esto por supuesto se sintió de inmediato en el mercado de acciones estadunidense donde el índice S&P 500 registró una caída hasta niveles cercanos 2.860 volviendo a niveles de agosto. Pero el efecto no termina ahí, tal como lo mencioné en mi columna del 18 de septiembre, “Los TES atrapados en el Flight to quality”, los mercados emergentes entre ellos Colombia, sufren ante estos cambios de percepción, lo que lleva a los inversionistas a tomar estrategias risk-off o bajas en riesgo cerrando posiciones de activos en estos mercados y demandando dólares para sacarlos del país, lo que genera devaluación en la moneda local y como el caso aquí, llevando a la TRM a romper la barrera histórica de los 3.500 pesos por dólar.