EL ROPAVEJERO Y SU BOLSA
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Para practicantes de economía de bocadillo beleño, eruditos abstenerse
EL ROPAVEJERO Y SU BOLSA
NOTA: Juro por lo más sagrado para pinocho, que esto no tiene influencia de Fellini
Seis días después del día primero, Newerto Patas de Alambre, solía salir a recorrer los barrios ricos de la capital de PaisPelado. Su rasposa voz entraba a los oídos de los habitantes, justo a las 7 a.m. como una dulce explosión del tímpano:
__¡Sombreeeros, boteeellas o ropa usad que veeeeendn!
A la noche el señor Patas de Alambre, se refugiaba en su lujoso cuarto de la pensión “Hotel el Rizz, noche a ceismil” y separaba sus productos por categorías. La venta al día siguiente se haría por libras.
Cada semana era igual, hasta que esto terminó siendo una cotidiana representación y Newerto, parte de los barrios altos. Razón por la cual, Newerto, reconocía de dónde venían los objetos regaladosya sus dueños por lo que empezó a oírse de sus labios:
__ Los del 602 de las terrazas 3 están como quebraos, ya llevan varias semanas dándome puras cajas de cartón y botellas de vino nacional, en cambio el doctor Ramiritos del 1103, el de las Terrazas Paula, están ganando bueno, si hasta una lámpara de cristal buenecita me mandaron y los fondos del güisqui, ¡calienticos! se les nota la finura.
Todo por supuesto a pulmón herido y con público presente. Para las tres y veintitrés de esa misma tarde, la señora del 601, tomó la decisión de no hablarle más a sus vecinos, a las siete y siete minutos, el mencionado Doctor Ramiritos llamó al jefe de la familia señalada y le recordó sobre el préstamo interempresas jurando para sus adentros, “que no le volvería a prestar porque ¿¡con qué le iban a pagar!?”. Ya en la mañana, todos los evitaban y las señoras del aseo susurraban en los rincones; por el contrario a Ramiritos le hicieron dos invitaciones a cenar y una propuesta de negocios.
Para el sexto día después del primero de la semana cuatro, don Patas decidió hacer control de calidad en los andenes:
__Upa! Abrigo del grueso de la señora Flor, debe ser lindo el reemplazo y… miren los zapatos tan finos del Doctor Campos…como siempre los del 704 se lucieron, vinito de fuera y un sombrero de paño, eso es ser próspero y generoso, no como los del 203, ¡que chichipatos! medias con huecos y una cachucha y ni un paquete de galletas, ¿si pagan la administración?
Si por cartón y botellas nacionales pasó lo que pasó, a los pobres del 203 les tocó recobrar los amigos de colegio.
Pronto Patas de Alambre era esperado con la oreja puesta al viento y su campanita de bronce, que anunciaba el inicio de su trino, ponía en alerta al vecindario. Muy arregladas las “que nos ayudan” bajaban con sendas prendas y tintineantes botellas y permanecían en la inspección, sintiendo orgullo por la familia representada o franca vergüenza si a don Patas los regalos no le apetecían.
__bonita boina Alicita y veo que me le cambiaron el uniforme, Lucy su jefe se lució con esas camisas y el camión del niño Santiago está bonito para el Yeison Mateo…
Y así continuaba familia por familia, que desde lo alto oían con satisfacción o preocupación su buena racha o su mal momento. Esto último le pasó a la nombrada doña Flor que se le ocurrió desempolvar unos zapatos de tacón alto y chato con tan mala suerte que se ganó un:
__¿pero qué le pasó a doña florecita, si ella siempre anda a la moda, cómo puede usar estos zapatos tan viejos, igualitos a los de doña Rulo la de la piquetería?
Tres minutos después doña Flor en persona pisaba el andén, solicitando los zapatos del disfraz de la obra de teatro y regañando a Carmen por su equivocación al bajar los que no eran. Igual el asunto le bajó puntos ese día.
Para los diez y ocho días sextos después del primero, Newerto Patas de Alambre tenía un buen negocito de usado en la estrecha Calle del Muro en el centro de la capital de PaísPelado y su visita con su campana abría y cerraba la dicha o desdicha de los barrioaltohabitantes.
__ Sombreeeeeros, boteeellas o ropa usaaad que veeeendn!!!
__ Don Patas, que bonito abrigo.
__ ¡Doña Florecita dichosos los ojos que la ven, tan guapa la señora!
__ Y le traje un obsequio, tengo tantos, que me sobran. Tenga dos de mis lindos bolsos y espero que mis generosas acciones me rediman con el altísimo.
__ Sus acciones señora, son tan amables y bien portadas que de seguro el de arriba la mantendrá en las alturas junto a él.
Sonrisas y palmadas en la espalda para el buen don Patas, sonrisas y negocios para los barrialtohabitantes bien portados y en la mitad una comisionsita de sombreros, botellas y ropa usada.
Maloreja
No todo hueco es real, no todo vacío está ahí. A veces tú mismo siembras hierbajos, o:
“Una imagen vale más que mil palabras”
Natalia Laverde (Greenink7657)
Puesto 1 Concurso Nal de Cuento
“Jairo Aníbal Niño” 2007