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ENCLAVE ANALISIS DE LAS PRIMARIAS DEL 12 DE FEBRERO EN VENEZUELA HACIA LA TRANSICION

Semana
26 de abril de 2012

LO BUENO ES QUE YA VEMOS EL FONDO

 

ABRIL 2012

DESDE VENEZUELA

 

Transcurridos un poco más de dos meses de la fecha en que se realizaron las primarias opositoras, donde resultara electo Henrique Capriles Randonski, ya se han decantado las emociones y la efervescencia que produjo, en términos cualitativos y cuantitativos, este proceso político-electoral.  Sin ninguna duda los más de tres millones de personas que participaron en las Primarias y el triunfo holgado del ahora candidato presidencial de la Unidad, con más de un millón ochocientos mil votos a su favor, quién además dobló en votos a su competidor más cercano, fueron los resultados políticos mas importantes de este proceso. Igualmente vale la pena destacar que la sola realización de estas elecciones es un logro ciudadano que con seguridad tendrá un impacto histórico en la modernización del sistema político venezolano, razón por la cual hay que luchar para que se institucionalice y consolide en el tiempo.

 

Sin duda, la elección adicional de diecisiete candidatos a gobernador y de más de doscientos candidatos a alcalde durante el mismo proceso fue un elemento movilizador de los ciudadanos, que complementó la motivación que produce el deseo general que tenemos los venezolanos para superar las dificultades que atravesamos en paz y por la vía democrática. Por otra parte, la elección de todos esos candidatos también es una fuente importante de legitimidad, tanto para los candidatos como para el proceso en sí mismo.

 

Las reacciones inmediatas de los voceros gubernamentales tratando de desconocer la alta participación, sus contradicciones alabando al CNE, por un lado, y poniendo en duda los resultados que fueron procesados por el mismo organismo, las acciones para-judiciales del TSJ,  desplegadas por el ex-presidente del CNE y padre putativo de la Lista Tascón, Francisco Carrasquero, pretendiendo que se entregaran los cuadernos de votación, la cual recibió una respuesta contundente y valiente de parte de los organizadores de las primarias; son una muestra del significado de los resultados de las primarias.

 

Sin embargo, para muchos en el sector opositor la inercia o el momento político que generó con las  primarias se perdió en estas últimas semanas. La realidad es que el esfuerzo de engranar a la Unidad en un solo comando sumado a la enfermedad del presidente y la dinámica que se ha generado en el gobierno, por acción u omisión de los actores que forman parte del mismo, han servido de distracción o “pote de humo” que impide ver el trabajo que viene haciendo el candidato en las visitas a las regiones casa por casa. Estrategia que de alguna manera está golpeando al partido oficialista, quien lo manifiesta en sus declaraciones, el cual no tiene todavía claro si el Presidente estará en capacidad de soportar toda la campaña o si enfrentarán la elección con otro candidato.

 

Al margen que la distribución de las candidaturas de la Unidad Democrática para los cargos de alcaldes y gobernadores es una mezcla heterogénea de representantes de los múltiples partidos que conforman la alianza opositora, el triunfo de Capriles como candidato presidencial le otorga, en teoría, la posibilidad al partido Primero Justicia de erigirse en un verdadero partido nacional que pueda competir o hacerle frente al PSUV y su aliados, siempre y cuando se aprovechen las oportunidades que ofrece la campaña y con más posibilidades si el candidato de la Unidad  resulta electo Presidente de la República. En ese sentido hay que recordar que desde el 93 existen tres ejemplos fallidos: Convergencia, mejor conocido como el “Chiripero” el cual gobernó entre el 93 y el 98, y hoy en día solo quedan vestigios del partido en Yaracuy; Proyecto Venezuela, que fue la fuerza que aglutinó la iniciativa anti-Chávez en el 98 el cual está enclavado en Carabobo, con poca relevancia en la política nacional; y Un Nuevo Tiempo, que fue el partido del candidato abanderado en el 2006, el cual no ha mostrado un avance o penetración nacional. Por eso, el reto de Primero Justicia consiste en convocar a la gran masa opositora, que sufre por adelantado y está aterrorizada por un potencial triunfo nuevamente del Presidente Chávez o algún heredero político; al mismo tiempo, debe engranar un comando nacional y regional  que funcione de manera sincronizadamente y que integre los distintos intereses presentes en el mundo opositor.

 

Capriles fue el mejor candidato con la mejor campaña. Ahora tiene que mostrar y poner en la mesa sus dotes de líder político para guiar a la oposición en una serie de retos y obstáculos que hay que salvar antes de poder salir del atolladero en que nos encontramos. El camino que aspiramos nos lleve a un futuro promisorio es el de un triunfo electoral el próximo 7 de Octubre. Sin duda sería el mejor de los resultados y quizás el escenario que provee la mejor plataforma para la construcción de un proceso de transformación pacífico o de menor violencia; sin embargo, el acontecer diario, por no mencionar los escándalos recientes como las declaraciones del Magistrado Aponte Aponte, generan destellos de que otros escenarios pueden presentarse.

 

En todo caso, frente a todos los escenarios, la campaña electoral debe trabajar sin descanso y con mucha inteligencia en la conquista de una mayoría política en términos cuantitativo, que se exprese en las encuestas y se evidencie ante la opinión pública.

 

En términos cualitativos tiene que persuadir a los factores de poder real, entre los que destaca la Fuerza Armada, lo que queda de institución; deben verlo y aceptarlo como un líder que encarne en lo individual y lo colectivo la visión de un país que realmente progrese en lo social, lo económico y lo político. Igualmente los factores de poder internacional, llámense países, corporaciones, inversionistas, y otros grupos de poder; deben percibir que pueden asumir y controlar las riendas del poder.

 

El momento político pide más que un buen candidato. La salida a la severa crisis que atravesamos requiere la legitimidad que provee el voto o el apoyo popular, mas la astucia e inteligencia política de entender lo que vivimos. Al menos ya se ve el fondo, pero todavía nos falta caer un poco más para tocarlo, vendrán momentos difíciles mientras llegamos, pero después de llegar al fondo comenzará el ascenso hacia un nuevo país.

 

¿Cómo leer los resultados de las Primarias?

El pasado 12 de febrero, contra los pronósticos agoreros de los voceros del oficialismo, la alternativa democrática, representada en la Mesa de la Unidad, llevó a cabo elecciones primarias abiertas para elegir al candidato presidencial de la oposición,  a los candidatos a gobernaciones y alcaldías en aquellas unidades político-territoriales que no fueron definidas por consenso. Se puede decir en líneas generales: Habemus candidatum.

 

Algunas opiniones buscan por todos los medios crear verdades absolutas respecto a los resultados para ahondar en las implicaciones que envuelve este proceso, no solo de cara a las presidenciales de octubre sino también a los procesos posteriores.

 

En cuanto a la participación, queda claro que ni en el más optimista de los pronósticos de los voceros de la MUD cabía la posibilidad de poco más de tres millones de votantes efectivos, como en efecto ocurrió ese día. Los cálculos promedio hablaban de cifras entre 1.500.000 y 2.200.000 votantes efectivos, teniendo en 1.800.000 votantes (aproximadamente el 10% del Registro Electoral) el número factible. Inclusive es oportuno recordar que el Presidente de la República en una de sus alocuciones en diciembre habló de un 20% a tono de burla, anzuelo que no mordió la oposición.  Pese a ser una participación récord, la cifra destila optimismo, que debe administrarse adecuadamente para no caer en triunfalismos ni en excesos de confianza. (aún cuando está por debajo del número de personas que firmaron a finales de 2003 para el Referendo Revocatorio Presidencial). Ahora ganar las elecciones el 7 de Octubre, es el siguiente paso a seguir.

 

Hay que resaltar la importante participación de los venezolanos en el exterior con más de 20.000 votantes.

 

Mucho se ha hablado acerca de la victoria de Henrique Capriles y la goleada propinada al otro contendor fuerte, Pablo Pérez, aparte de las reducidas votaciones de los tres precandidatos restantes. Viendo las encuestas previas al evento, no había duda de la victoria del gobernador de Miranda, lo que no estaba en el libreto es la diferencia tan abultada entre ambos contendientes. Quienes ya han escrito del tema previamente han puesto en la balanza lugares comunes como:

Þ la desmovilización de la maquinaria adeca a favor de Pérez,

Þ el arrastre de Capriles y...

Þ que de la noche a la mañana Primero Justicia es la principal fuerza opositora del país. Sin embargo, pese a la diferencia de votos entre los candidatos presidenciales, ese último comentario resulta extremadamente simplista y las bases de esta última aseveración son las siguientes:

1. Acción Democrática, partido que apoyó a Pablo Pérez, obtuvo en las primarias la nominación de las alcaldías de 64 municipios del país, que sumadas a las definidas por consenso suman 104 candidaturas a alcalde de los abanderados adecos. Esto supone un mensaje claro a la dirigencia nacional de la tolda blanca que las bases no aceptaron las imposiciones de la cúpula en cuanto al candidato presidencial; sin embargo, reafirmaron su condición partidista al permitirle a AD abanderar a la oposición en la mayoría relativa de los municipios del país y así asegurar su presencia como partido nacional en casi todos los estados.

2. Copei, que siguiendo al partido blanco apoyó a Pérez en las presidenciales, y a pesar de su conflicto interno se hizo con tres candidaturas a gobernación en Mérida, Trujillo y Portuguesa, aparte de Táchira (por consenso). También logró cargos en 31 municipios. Si bien quedó fuertemente mermada en su condición de partido nacional mantiene algunos bastiones sólidos. Por cierto, el único alcalde de la oposición que fue ratificado como candidato por las primarias en todo el país proviene de Copei y es el alcalde del Municipìo Sucre (Aragua), Luis Zambrano.

3. Voluntad Popular  es interesante  mencionar esta organización, ya que la alianza entre Leopoldo López y Capriles no se tradujo en victoria para algunos de sus mejores candidatos. Donde hubiera un candidato a alcaldía de Voluntad contendiendo con candidatos del “Trabuco”, perdió, entre algunas cosas porque la alianza no logró el posicionamiento de su candidato, inclusive siendo el candidato de VPA (Voluntad Popular Activista, organización de Leopoldo López y es el nombre de como está registrado en el CNE) mejor que el de MPJ y/o Podemos. Son los casos de Girardot (Aragua), Chacao (Miranda) y Libertador (Distrito Capital), entre otros. En esa misma onda se puede decir que no es cierto que funcionó “el tubo”, ya que con pocas excepciones en los estados donde ganó Capriles (22 de 24) la distribución de gobernadores y alcaldías quedó muy repartida, lo cual permite desechar en parte un eventual efecto portaaviones.

4. Privó la renovación: Como se mencionó en el ítem 2, solamente un alcalde de la oposición actualmente resultó favorecido por el voto de las primarias para optar nuevamente a la reelección. Eso pudiera explicarse no necesariamente por malas gestiones del alcalde anterior sino por los deseos de renovación de parte del electorado.

5. Derrotar el oficialismo en el Zulia: Al ser vencido en la contienda presidencial y ante el retorno de Pablo Pérez a optar por la reelección en el Estado Zulia, se renueva la posibilidad de derrotar nuevamente al candidato del oficialismo para esa gobernación, que en algún momento se puso en entredicho si Evelyn de Rosales seguía  como candidata en la gobernación. Aparte la figura de Pablo Pérez muestra tener peso específico.

6. Monagas destaca sobre el resto de los estados por tener en sus candidaturas a alcaldías una mayoría clara de candidatos independientes. Esto quiere decir simplemente que, contrario a lo que se pensaba, hay posibilidades y cabida a candidaturas no partidistas en la Unidad y puede revitalizar las posibilidades opositoras de recuperar un estado gobernado por oficialistas. Sin embargo, queda a su vez estimar el efecto de la deserción de José Gregorio Briceño, actual gobernador, recientemente expulsado del PSUV y postulado como candidato independiente.

7. La abstención en las elecciones presidenciales de 2006 fue de 26,4%. Supóngase que se repite ese porcentaje de abstención, habría una participación aproximada de 13.274.400 votantes, del total de electores del último RE del 29 de febrero de este año. Este es un número interesante de cara a la estimación de la candidatura ganadora.

 

El último aspecto a tomar en cuenta es el hecho de que tras el éxito de las primarias de la oposición, dentro del oficialismo se han levantado algunas voces en protesta, demandando que se realicen primarias para elegir a los candidatos a gobernación y alcaldías, que en un principio el Polo Patriótico (valga decir, el PSUV) ha designado a dedo por la infalibilidad papal del Presidente. Sin embargo, dadas sus largas ausencias por enfermedad, el escenario es completamente distinto especialmente en las instancias de gobierno más lejanas al entorno del gobierno central.

Esperaremos por el desenlace de esta historia.