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FÁBULAS RETORCIDAS PARA ECONOMISTAS ENDEREZADOS

Semana
19 de septiembre de 2012

FÁBULAS RETORCIDAS PARA ECONOMISTAS ENDEREZADOS

Para practicantes de economía de bocadillo beleño, eruditos abstenerse

 

LOS DECIDIDOS, LOS INDECISOS Y LA OLLA DE LA JUVENTUD

Sebas Donalguien era un provinciano en PaísTantico y tenía unas tierritas y en ellas unas vaquitas  y alguna que otra mata para comer; Gregario por el contrario era un capitalino que ostentaba el apellido masificante de Don Nadie”.

Ambos soñaban con futuros prometedores, Donalguien esperaba hacer más prospera su fortuna que tenía gracias a cinco generaciones que habían trabajado duramente desde el campesino jornalero hasta él, que  era finquero. Como su padre y antecesores quería dejar a sus dos hijos un futuro asegurado; Donnadie por el contrario quería casa propia para su mujer y sus cinco hijos, tres nietos y sus dos hermanas. No tenía empleoy vivían del producido de la venta de dulces de su mujer. No sabía quién era su padre, ni que habían hecho sus cinco generaciones atrásy solo conocía la pobreza. Ambos Tanticotenses y ambos, producto de circunstancias diferentes, de buenas y malas decisiones de sus antepasados, de justicias arrebatadas o de injusticias heredadas.

PaísTantico siempre había sido un país con las entrañas calientes, la moral en los extremos y el orgullo en una montaña rusa. Fue respetado por su cultura en un tiempo y en dos tiempos después, menospreciado por culpa de los hijos de la familia Platafácil. Tres tiempos después y, luego de disminuir a los miembros de aquella familia, PaísTantico volvía al mapamundi de la aceptación.

Todo se lo debían a Alboroto Manodura, un dirigente recio y de ojos chispeantes cuyo corazón era regado por la sangre del recuerdo de las balas sobre su mentor. De buenas ideas y desconocimiento del miedo, con el tiempo supo mostrarle al mapamundi que podía con sus hijos rebeldes. Logró lo que pocos caminando por la vereda del Fin Justifica los Medios, una vereda transitada por personajes tenebrosos, por corruptos vestidos de corbata y por los jovencitos con cara adusta, peinadito de lado y santidad pública.

Todos adoraban a este dirigente incluidos Gregario y Sebas, quienes habían recobrado el orgullo Tanticotense.

 

Pero un día, una bruja mala trajo una olla que contenía la eterna juventud del mando y la ofreció a todo aquel que quisiera dar a cambio las libertades logradas. La bruja usaba esas libertades porque tenían mucho poder mágico y ella quería gobernar su mundo con el poder que da las ansias de la libertad.  Los primeros en vender las libertades y generar las ansias, fueron los vecinos y para ocultar la venta empezaron a llenar los estómagos de los ignorantes y amordazar a los pensantes. Alboroto Manodura no tuvo tanta suerte porque unos enemigos fuertes de la bruja, Los Medios, se habían instalado en PaísTantico. Tuvo que entregar la olla a la espantosa bruja y queriendo mandar en cuerpo ajeno impulsó a uno de sus doce. Pero este cuando se hizo El Actual, tenía su propio deseo de la olla y viendo como los vecinos lograron mantenerla, comenzó a imitarlos.   

Sumó reparación de derechos a injusticias pasadas y empezó a llenar los estómagos de los ignorantes y desmantelar los derechos de los pensantes. Dio subsidios por pobreza, por desempleo, para educación y para manutención de los Donnadie”, agua gratis y las casitas anheladas. Pero como todo tiene que salir de algún lado, todo esto era pagado por los otros Tanticotenses trabajadores unos y propietarios otros, los mantenedores de la economía de PaísTantico.

Los más pudientes no sintieron el manotazo al bolsillo, pero los del medio, los de Sebas,. Una beca  universitaria ganada a pulso por su hijo, el mejor de su departamento le fue arrebatada para dársela a otro de menos recursos intelectuales y patrimoniales; sus impuestos fueron aumentados, como era la costumbre Tanticotense con nombre de pasajeros pero permanencia eterna. Sus recibos empezaron a llegar con subsidios para todo tipo de cosas y para determinadas personas, las carreteras que necesitaba para transportar sus productos, dejaron de terminarse porque los contratistas se habían robado sus impuestos con que las construían. Sin embargo los ladroness estudiados no eran drásticamente castigados. Sebas  no entendía por qué debía mantener a gente que ni conocía, ni trabajaba y por qué su hijo no merecía ser premiado por esforzarse. Por qué él no merecía subsidios si aportaba a la economía como sus otros amigos finqueros  y  por qué era él quien debía cargar con el castigo de las injusticias a los Donnadiesi él y su familia se ganaron sus comodidades trabajando. Estaba de acuerdo con que los jornaleros les devolvieran las tierras pues él sabía que su antepasado era jornalero, pero no le gustaban las otras políticas del Actual.

Gregario Donnadie por el contrario, pensaba que por fin se hacía justicia que la riqueza y comodidades también podían ser para ellos, que no eran desechables y que ya no debía preocuparse por conseguir empleo con los ricachones, porque por ser desempleado le pagaban, que sus hijos irían gratis a estudiar y el gobierno les daría con qué mantenerse, tampoco debían preocuparse ni por luz ni por agua, porque ya no los sancionaban por no pagarlos. Su madre había muerto en la miseria, su abuela había muerto en la pobreza, pero él recibía el pago de todo ese sacrificio y toda esa injusticia donde unos pocos tienen todo y unos muchos no tiene nada. El voto por fin funcionaba. Sin duda quería reelección y su voto era para El Actual, para el padre que lo cuidaba, para el destapador de la corrupción y corregidor de las injusticias.

Pronto la pelea entre Alboroto Manodura y El Actual fue el circo diario:

__traidor, despilfarrador, mentiroso__ salía de la boca de uno y, corrupción, tacañería y delito de las decisiones del otro. Pero el espectáculo fue más acalorado, El Actual decidió negociar con los primos maternos de la Familia Platafácil ya que Alboroto había negociado con los primos paternos. Ambas ramas de esa familia no eran más que vulgares delincuentes con discursitos políticos para justificar sus delitos.

Los Tanticotenses veían como su otra vez orgulloso país se dividía entre el rectificador y el justiciero, ambos con el discurso y las medidas hechas con el mismo fin, poseer la olla de la juventud del poder. A los vecinos llenar estómagos les funcionó una y otra vez, aunque transitaban por la economía del hundimiento. Pero ¿A quién le importaba que el gobernante viviera con su familia como emperador si la mayoría tenía los estómagos llenos por esa generación?

Pronto Sebas Donalguien pensaba que no importaba caminar por la vereda del Fin Justifica los Medios, pues en esa vereda estaba la protección de su trabajo y el de sus antepasados y los derechos de sus hijos y sus descendientes. Su voto era para Alboroto Manodura. Para Gregario Donnadie era  aún más fácil la decisión, se hizo fanático Actualense.

Sin embargo, había unos Tanticotenses que no les gustaba lo de la vereda y sus habitantes y tampoco les gustaba lo de la mendicidad decretada, el arrebato de derechos ganados a pulso y preferirían más bien  empleos productivos e igualdad. Tampoco decidían si perdonar era eso u otra negociación fallida con delincuentes. Esos eran de centro hasta que se les apropiaron del nombre y lo convirtieron en marca, así que sólo eran los indecisos.

Mientras tanto la bruja era respetada por ser fiel a su palabra: a quien pagara con las libertades ganadas y produjera ansias de libertad, les daba la olla de la juventud del poder.

 

MALOREJA:

El que con lobos anda a aullar aprende o, barriga llena corazón contento.

 

Natalia Laverde (GreenInk7657)

Puesto 1 Concurso Nal de Cuento

“Jairo Aníbal Niño” 2007