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Juan Gonzalo Angel disposiciones provechosas

Semana
11 de julio de 2012

 

 

La postura que tomas frente a las dificultades o sucesos que se te muestran cotidianamente es finalmente lo que determina la magnitud  e consideración de los mismos. Rememora que hay dos formas para ver el vaso: medio lleno y puedes estar contento al ver la mitad llena o puedes inquietarse  por la mitad vacía.

Esto es solo una cuestión de dos conductas es antagónicas: la disposición provechosa o la disposición perjudicial. Sin dejar de ser idealista o soñador, puedes ser una persona más provechoso y creativa y vivir las eventualidades de la vida en forma  menos traumática y más relajada.

Por eso, para dejar de ver  todo oscuro y cultivar una verdadera disposición provechosa, se han propuesto 10 reglas de oro que, si se siguen al pie de la letra, harán de ti una nueva persona:

Por eso, para dejar de ver  todo oscuro y cultivar una verdadera disposición provechosa, se han propuesto 10 reglas de oro que, si se siguen al pie de la letra, harán de ti una nueva persona:

Si piensas una cosa y terminas haciendo otra totalmente diferente, te sentirás inconforme contigo mismo. Trata de evitar las comportamientos contradictorias, ante todo si no quieres que te invada un profundo sentimiento de frustración existencial. Debes aprender que en la vida no todos los momentos son buenos, hay algunos peores que otros e incluso algunos son indeseables. La clave esta en aceptar los hechos que son irremediables sin ningún tipo de frustración o enojo desmedido.

Una reacción emotiva descontrolada o perjudicial para afrontar un momento duro en la vida es una clara muestra de debilidad y fracaso. Al contrario, la serenidad, el autocontrol y la visión provechosa de las cosas son las mejores armas para enfrentar con éxito lo que te toca vivir.

Para cultivar una disposición provechosa nada mejor que ser uno mismo. Tanto las comparaciones como las idealizaciones de cómo deberías ser tú y de cómo deberían ser las cosas, son muy perjudiciales para tu salud mental y tu autoestima.

La frustración y la envidia que se genera al ver en otros lo que uno quiere ser son pensamientos altamente negativos que debes aprender a controlar para evitar sentirte deprimido.

Lo mejor es aceptarte tal cual eres y tratar de cambiar aquellas cosas que te molestan de ti mismo, pero dejando de lado las comparaciones, pues cada persona es única.

Si piensas continuamente en lo que debes o puedes hacer en el futuro te pierdes de vivir el ahora. Además este tipo de pensamientos alimentan la ansiedad y las preocupaciones y no te permiten disfrutar de los pequeños momentos que te da la vida.

Para dejar de divagar y angustiarte por lo que todavía no sucedió, nada mejor que centrar todos tus sentidos en el aquí y ahora, sin dejar de lado los sueños y los proyectos.

La obsesión por la perfección sólo puede conducirte a la desilusión. Pues no todo es tan perfecto como siempre pretendes que sea, la vida está llena de pequeños detalles que la hacen encantadora y única.

Si deseas que todo esté de acuerdo a tu esquema de valores te pasarás todo el tiempo tratando de acomodar esos detalles para que se vean perfectos, pero le quitará el sabor de disfrutar las cosas tal cual se presentan. Busca un equilibrio y deja de lado el exceso de perfeccionismo, te sentirás mejor.

Pasa cuanto antes a la acción y deja al cuerpo moverse con total libertad. Haz un deporte, practica alguna labor física, recrea tu mente a través del baile o de un paseo por el parque. De esta forma elevas tus niveles de adrenalina y serotonina aumentando el optimismo y desechando los pensamientos negativos, por tanto ayudándote a conseguir una disposición provechosa.

Verse bien es una proceder de sentirse bien. El cuidado personal te hará sentir más renovado y te ayudará a romper el círculo cerrado del pesimismo. Intenta cambiar de imagen regularmente y no dudes en arreglarte cada vez que sales de tu casa. Asimismo evita el encierro, esto te obligará a modificar tu aspecto.

Creerte el centro del universo sólo alimentará las obsesiones que tienen por ti mismo. Poco a poco, comienza a centrarte en los demás y recuerda que ayudar al prójimo puede ayudarte a sentirte mejor y más positivo. Los problemas de los otros pueden hacerte tomar conciencia de que no todo lo que te pasa es tan grave.

Acostúmbrate a mejorar tu calidad de sueño. Dormir bien es una excelente proceder de mejorar tu estado de ánimo durante el día. Recuerda que un mal descanso incide directamente en tu humor, te hace sentir cansado e irritable, y sobre todo no te ayuda a cambiar la conducta.