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Juan Gonzalo Ángel Restrepo "A veces quisiera viajar en un barco..."

Semana
24 de agosto de 2012

Con lo mucho que me apasionan los barcos, a veces pienso que me sentiría mejor viviendo en uno de ellos. En España éste nuevo estilo de vida se impone de moda, la venta de barcos de recreo a aumentado a un ritmo impresionante; con 300 euros puedes vivir en un barco de alquiler equipado con todo lo que necesitas para tener una vida increíble bajo un suelo azul.

Por momentos intento convencer a mis familiares de ésta idea que para ellos suena "descabellada" alejarnos de la ciudad, la civilización, las ciudades de cemento, el transporte terrestre y tantas cosas que sumadas a la rutina en ocasiones aburren.  Aunque mi casa es grande, cuando salgo de ella no me  siento siempre a gusto con el entorno; pero en un barco ... en un barco, lo tendría todo, quizás menos espacio pero el entorno más espectacular y relajante que exista.

En mi último viaje a España me di cuenta que residir en un velero o un yate a motor es ya una práctica reconocida y acogida por más familias. Del total de barcos matriculados en España, un 90% son de recreo, sin embargo no todos son usados como vivienda, hay algunos que son usados en ocasiones especiales (que desperdicio) El caso de Barcelona es excepcional, los barcos pueden estar muy cerca de la ciudad, así que les permite un estilo de vida combinado.. Unas 350 personas viven ya en sus barcos amarrados en el Port Vell y más de un centenar de embarcaciones aguarda en la lista de espera para encontrar un lugar donde ubicarse.

Los perfiles de aquellos que decidieron vivir su vida en un barco son muy diversos, una gran mayoría de jubilados, hombres y mujeres solteros, familias de un solo hijo o jóvenes aventureros recién casados dispuestos a vivir una nueva experiencia. Todos ellos tienen un conocimiento básico de navegación, pues ser expertos no es una condición indispensable.

Como les venía contando, en mi último viaje por España conocí una familia que vive en un barco a motor (fue por ellos que nació mi capricho) Una pareja de casados a los que la naturaleza no les permitió tener hijos viven en un barco de 15 metros, es fácil de limpiar y tienen lo necesario. Me comentaron que al principio parecía ser una idea descabellada, pero que ahora les parece increíble, no contemplan la posibilidad de volver a pagar la renta de un inmueble.

Para los que como yo son amantes de las embarcaciones, ésta es una opción de vivienda muy parecida a un sueño.