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LA ALIANZA SINIESTRA

Semana
24 de mayo de 2012

 

SECTOR PUBLICO- EMPRESARIOS

 

Al menos en teoría, porque en la práctica ha sido todo menos eso, en el estado esta representado el bien público y esa es su función y por eso la sociedad le ha entregado todos los poderes para que los ejerza en beneficio de todos; el papel de los empresarios en el contexto del capitalismo es mas claro en la teoría y en la practica: el máximo de lucro con el mínimo de esfuerzo.

 

En el sistema capitalista el estado esta al servicio del capitalismo y de sus clases dominantes, de la cual hacían parte la élite de dicho estado y naturalmente se lucraban de él; pero fue en el estado totalitario, surgido de la desviación del socialismo de donde surgió la nueva clase: la burguesía burocrática de estado, que se apropia del estado y del poder que tiene, en su propio beneficio; y el neoliberalismo copio con puntos y comas este modelo y tal es la naturaleza del estado neoliberal; la burguesía burocrática de estado es una nueva clase que juega como un actor con interese propios, naturalmente sin abandonar su papel con las clases y el sistema dominante, del cual hace parte pero ahora con mayor propiedad. Esa burguesía burocrática de estado es lo que se ha denominado las mafias del poder, porque esta enquistada en el; dicta las leyes, acapara los cargos públicos y toma las decisiones del país.

 

Es este tipo de estado el aliado perfecto de los sectores privados neoliberales, inescrupulosos por su propia naturaleza dando, origen a una alianza siniestra de funcionarios y empresarios  corruptos y criminales que se tomaron el estado y el país.

 

Estas alianzas siniestras las encontramos en Colombia, en las privatizaciones, la violencia paramilitar, la contratación pública y su caso más visible, por ser más simple y en consecuencia más evidente: el desfalco a la salud.

 

Con el cuento de la ineficiencia y la corrupción del estado, se entrego el manejo de los recursos de la salud publica a los empresarios  privados, igual de corruptos e ineficiente, lo cual demostró que ese no era el problema, ni la manera de resolverlo, era mas bien la disculpa y sucedió lo que tenia que suceder: los empresarios y los funcionarios públicos se organizaron para robarse los recursos de la salud, lo siguen y lo seguirán haciendo, porque el gobierno ni se atreve, ni quiere tocar ni a la ley 100/93 base de la política corrupta y criminal, ni a los desfalcadores de la salud. Ya lo dijo el Senador Robledo en su debate esta semana, “el verdadero ministerio de Salud son las EPS”, ellas son las que hacen y deciden en materia de salud, el ministerio es convidado de piedra y apenas se dedica a poner “pañitos de agua tibia” a un problema macabro que en sus veinte años de vigencia lleva decenas de miles de muertos a cuestas.

 

Ahora, cual ha sido el secreto de su éxito criminal y su total impunidad hasta el momento, la estrecha alianza de los empresarios de la salud con la elite del poder. Según el Senador Robledo "hay  altos funcionarios del Estado con serios intereses particulares en el sistema" y citó al ex ministro de Salud, Mauricio Santa María, hoy director del Departamento Nacional de Planeación; a la actual ministra, Beatriz Londoño; al superintendente Nacional de Salud, Conrado Gómez; al ministro de Industria y Comercio, Sergio Díaz-Granados; al hoy ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, y al fiscal general, Eduardo Montealegre”, el ministro de hacienda Juan Carlos Echeverri como contratista, Y con ellos que son el poder mismo, ¿quien se mete?  Y esto solo referido a altos  funcionarios del actual gobierno, porque  hay muchos otros y a todos los niveles involucrados de una manera u otra, y quedan faltando los del gobierno Uribe y anteriores, pues la patraña nació con la misma ley 100, si  no es que hace ambas son parte del un solo proyecto.

 

Mientras tanto los usuarios de los servicios de salud de las EPS, siguen esperando como limosneros o borregos a ver si les dan la cita, a ver si los atienden, a ver si les recetan la droga o los exámenes o la operación que necesitan, o a ver si terminan por morirse por falta de atención ; triste destino el de un país, con una población sin capacidad de reaccionar contra la corrupción y el atropello, postrada al poder, pero a ello hemos llegado.