LOS ERRORES GARRAFALES DEL ESTADO

La sumatoria de errores en las que incurrió el estado, concluyeron esta semana con moñona. El primer caso emblemático es el del diputado del Valle Sigfredo López.  Gracias a la actitud  del fiscal, quien corrigió el entuerto a tiempo con su decisión de archivar el caso, lo de Sigifredo siendo grave, no termino peor. El fiscal reconoció la infinidad de errores de un grupo de investigadores quienes a toda costa buscaron implicar al diputado recurriendo a prácticas poco ortodoxas. En este caso la prensa realizó una labor ejemplarizante, ¿qué pasará con aquellos casos de personas comunes y silvestres.

El otro error garrafal lo constituye la actitud paquidérmica  de la alcaldía de Bogotá, frente a la grave crisis del sistema de salud de las clases menos favorecidas. Prácticamente se han quedado sin EPS, la institución oficial colapso en su totalidad. Hasta ahora nadie hace nada serio al respecto y la nación, que no se puede escabullir de sus responsabilidades en este caso, hasta la fecha ha estado indiferente frente a lo  que sucede. Mientras el distrito y las autoridades toman alguna decisión media capital esta inerme, sin salud, lo que representa una verdadera emergencia de salubridad.

La cámara de Comercio de Bogotá siendo una entidad privada cumple funciones públicas y recauda fondos por autorización de la ley, lo que implica que no puede actuar como un ente  sin control alguno y tiene responsabilidades muy explicitas con la ciudad. Está semana entró en una controversia gracias a la arrogancia de su directora que decidió meterle la mano al ARTEBO,  retiró a la galería Nuevaochenta del padre de la directora de ArteBo María Paz Gaviria por conflicto de intereses en una actitud torpe e impidió  la participación  artistas importantes a la feria. En todas las entrevistas realizadas por la prensa y la radió mantuvo su posición errada, arrogante y sobra decir que no hay nada que hacer, la feria comenzó sin ellos. No existe razón alguna para que estas cosas sucedan.

El consejo de estado esta semana señaló los costos que incurre la nación por sus errores. La cifra se sale de cualquier proporción, son como diez veces el presupuesto nacional. Al final terminamos pagándola todos los colombianos vía impuestos. Donde están los organismos de control, cual es el papel de las súper-intendencias, si hay un control político por parte de los entes de representación, hasta donde este resulta ser efectivo en la práctica. La situación es muy triste y hasta ahora parece que no podemos hacer nada, solo nos queda ver el espectáculo oprobioso desde la barrera y por supuesto pendientes de como la proxima reforma tributaria nos impone el costo.

El ministro de agricultura inició esta semana los procesos de restitución de tierras. Han ocurrido más de ciento cincuenta asesinatos y es notoria la avalancha de intimidaciones y amenazas contra quienes están haciendo las reclamaciones por vía legal. El ministro hasta la fecha ha mantenido una poción férrea y valiente frente a los facinerosos y paramilitares que están tratando que no se cumplan los parámetros de la ley.  La tarea no será fácil, pero nos corresponde a todos apoyar al gobierno en un capitulo que resulta una de las peores heridas abiertas de la trágica historia nacional: El problema de la propiedad rural, la famosa reforma agraria, hasta la fecha sin resolver.