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El proceso digital le permitirá a la Dian mejorar la gestión de los datos y, así, ejercer mayor control. | Foto: fotografía_ iStock

IMPUESTOS

Así será la modernización de la Dian

La Nación aprobó un crédito de US$250 millones para modernizar la entidad tributaria. La gestión de datos será clave para administrar impuestos y aduanas.

13 de junio de 2020

En medio del peor año económico en décadas, la administración tributaria se alista para ponerse a tono con el siglo XXI.

El proceso viene desde el año pasado. En ese momento, el Congreso aprobó el Fondo Dian para Colombia, que administrará los recursos para darle una nueva cara a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).

Ahora, mientras el país enfrenta la pandemia, el Consejo de Ministros aprobó que Colombia se endeude en otros US$250 millones para financiar este programa.

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Hay varias razones: la entidad tiene deficiencias institucionales, baja eficacia en procesos de gestión tributaria y aduanera, y poca capacidad de plataformas tecnológicas y gobierno de datos. Así lo plantea el documento Conpes con el cual el Ejecutivo le dará vía libre al millonario préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El momento no es el ideal, pues los recursos servirían para otros rubros de mayor urgencia. Pero se trata de una inversión a largo plazo para una de las entidades más importantes de Colombia. Al fin y al cabo, tendrá un papel protagónico en la recuperación de la economía pospandemia.

José Andrés Romero, director de la Dian.

De hecho, solo poner en marcha el programa le permitirá al país aumentar su recaudo de una base de 13,8% a 14,7% del PIB. Estos son cerca de $9 billones adicionales, más necesarios que nunca para cubrir el faltante que deje la atención de la emergencia económica y sanitaria.

Nueva cara

Como todo plan agresivo, el primer barrido debe empezar en casa. Para esto, contempla realizar una reingeniería de los funcionarios de la Dian, de tal modo que solo trabajen allí personas idóneas para las tareas tributarias y aduaneras. Igualmente, propone capacitar las unidades de control interno y mejorar la integración de las divisiones de impuestos y aduanas, que hoy trabajan por separado.

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Este último punto se conecta con el segundo eje del plan de modernización, que tiene que ver con el control y cumplimiento tributario y aduanero. No tiene sentido robustecer la planta de personal sin hacer cumplir la ley a rajatabla. Esto incluye tener mapeados a los contribuyentes según su nivel de riesgo, adelantar auditorías a partir de expedientes digitales, mejorar el cobro de impuestos internos y tener más dientes a la hora de perseguir delitos fiscales y aduaneros.

Lupa a evasores

Casos como el de Ómar Ambuila, un funcionario con un entramado de contrabando y otros delitos fiscales, deberán desaparecer para siempre con el nuevo plan. Según expertos, actualmente es difícil seguirles el rastro delictivo a las "manzanas podridas", ya sea por los complejos esquemas que arman o por la corrupción de otros funcionarios.

La reorganización interna permitirá mitigar lo anterior, pero también lo harán mecanismos como la factura electrónica y la gestión de datos de los contribuyentes. Al quedar reforzadas y en operación, estas dos herramientas se convertirán en el insumo clave para seguirles la pista a quienes le quieran hacer "conejo" al pago de impuestos.

El modelo es simple: con los datos que la Dian reciba de las facturas electrónicas podrá adelantar procesos de control tributario y de fiscalización para quienes infrinjan las normas. Pero también les dará incentivos a quienes sean juiciosos con sus obligaciones, por ejemplo, con devoluciones más expeditas.

Estas novedades se aplicarán, claro está, cuando el país termine de masificar el mecanismo de la facturación electrónica. El cronograma debía quedar listo este año, pero la pandemia obligó a ampliar unos meses más los tiempos.

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Dian arrancó el año con pie derecho

En cualquier caso, varios pilotos ya han comprobado su efectividad en el territorio nacional, a tal punto que hay planes para extender este tipo de facturación a las operaciones de comercio exterior. Esto reduciría a un mínimo los trámites aduaneros y sus tiempos, que hoy causan dolores de cabeza a miles de empresarios y ciudadanos.

A lo anterior se sumarían dos propuestas que deberá considerar el gobierno nacional. Se trata de aplicar el factoring en materia de facturación electrónica y de enviar declaraciones prellenadas a los responsables del IVA, tal y como ya lo hacen con decenas de declarantes de renta.

La Dian seguirá afinando los pormenores de su modernización en los próximos meses. Sin duda será una de las inversiones con mayor costo-beneficio del gobierno de Iván Duque, tanto por el mayor recaudo que recibirá como por la nueva cara que tendrá la entidad ante los ciudadanos.

A fin de cuentas, el plan consiste en atajar a quienes le hacen el quite al pago de impuestos, darles facilidades a los contribuyentes buena paga y hacer los trámites tributarios más amigables para los ciudadanos.

Duro golpe al recaudo

La modernización de la entidad llegará en el momento en que el país más lo necesita. Esto por cuanto la crisis le abrirá al país este año un hueco de al menos $24 billones por cuenta del menor recaudo y los alivios tributarios que ha dado el Gobierno. Mientras la pandemia pasa, el Gobierno cubrirá esos recursos mediante un mayor endeudamiento. Después habrá que buscar las fuentes para pagar esas nuevas acreencias. La reformada Dian, con su mayor recaudo, deberá lograr que esas cuentas empiecen a cuadrar.