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Investigación de la Universidad de La Sabana revela que cada vez hay menos amas de casa.

Estudio

¿Se acaban las amas de casa?

En cifras, el 17% de las mujeres consultadas afirmó que cocina y solo el 10% hace trabajo de limpieza. Los hombres, colaboran más con la crianza de los hijos (12%) pero cada vez menos hacen tareas de mantenimiento y reparaciones locativas (15%).

6 de septiembre de 2014

El tiempo en el que las mujeres se dedicaban solamente al hogar paso a la historia y los hombres, cada vez y con mayor frecuencia, se hacen cargo de las tareas domésticas. Ellas trabajan actualmente tanto o más que ellos, comparten los mismos gastos e incluso, tienen mejores cargos y ganan más. En pocas palabras, las tareas domésticas son compartidas y la práctica, de la que se pensaba eran expertas, hoy en día tienen que volver a aprenderla.

Para entender este cambio cultural, Inalde, Escuela de Negocios de la Universidad de La Sabana, realizó recientemente un estudio para identificar cómo es percibido actualmente el trabajo doméstico, quién lo realiza y qué habilidades requiere. El estudio, realizado por la profesora Sandra Idrovo, directora de Investigación de Inalde, fueron consultados 135 personas, 49% hombres y 51% mujeres, de estratos 5 y 6, mayores de 40 años; a quienes se les preguntó por la definición de las labores domésticas, si las consideran trabajo o no, qué clase de tareas forman parte de ellas, qué responsabilidad se asume sobre estas y cómo se cumplen. Igualmente se indagó por quién las hace, con qué frecuencia y si estaba satisfecho o no con el trabajo doméstico que se hacía en su casa.

Entre los principales resultados de la investigación –señala Idrovo–, “sobresale que más del 90% de los entrevistados coincidieron que las tareas domésticas están relacionadas con el aseo y la limpieza, al cuidado de los niños, la jardinería, el mantenimiento, las reparaciones locales y el cuidado de abuelos, enfermos y mascotas”.

Respecto a cómo se reparten estas actividades por género, “la cocina (17.04%) y la limpieza (10.37%) son tareas que realizan frecuentemente las mujeres y el mantenimiento y las reparaciones locales (15.56%) es responsabilidad de los hombres”, dice. De otra parte, el cuidado de los niños es la principal actividad que las mujeres realizan al interior del hogar, más del 90% lo están haciendo, independientemente si están trabajando o no. En contraste, solo el 12.59% de los hombres tienen a su cargo está responsabilidad. Con relación a las habilidades requeridas para la ejecución de estas labores, más del 83% de los consultados coinciden en que la responsabilidad, la comunicación, la paciencia, el trato humano, la iniciativa y la solución de problemas son competencias necesarias para desarrollar este tipo de tareas.

Según la investigación, el oficio “dedicación al hogar” ha cambiado y actualmente hay mujeres, especialmente las que tienen entre los 30 y 35 años, que renuncian a su trabajo para convertirse en amas de casa profesionales. Aunque este tipo de decisiones no son fáciles, hay quienes se están arriesgando a dar el paso. Es por eso que la visión tradicional que se tiene de las labores domésticas, en donde no solo se involucra el cuidado de la casa sino también el de los hijos, cambia en el momento que aparece la maternidad.

Para Idrovo, los oficios del hogar no son un problema –para eso está la señora del servicio–, la crisis comienza cuando aparecen los niños y es ahí donde se generan los conflictos en la pareja y consigo mismo. “Esto sucede porque hay un desgarre entre la persona que quiere trabajar y el cuidado de los hijos, sobretodo en un sistema que no es flexible y donde factores como las deudas juegan un papel importante en este tipo de decisiones”, señala.

La dificultad, explica la especialista en familia, de dedicarse al hogar por un tiempo radica en la percepción que se tiene respecto a las habilidades que se deben tener al cumplir estos deberes. 

En conclusión, esto es lo que genera un rechazo ante una labor esencial para la sociedad como lo es la formación de las nuevas generaciones. Por eso, el estudio recomienda a las mujeres que han tomado la decisión de dedicarse a su hogar, que al momento de retomar su camino profesional se centren en las actividades que adquirieron en esta nueva etapa. “Se tiene la idea que cuando se está en la casa no se hace nada. Pero una persona que se toma cuatro años de su vida para cuidar a sus hijos está desarrollando habilidades de formación y delegación porque estaba organizando su trabajo, además se centra en un microproyecto de atención de un número determinado de personas, por lo tanto su orientación al cliente se ha mejorado”, puntualiza.