Home

País

Artículo

En el peor de los casos, el número de desempleados podría duplicarse en los próximos meses. Sin duda, un escenario que hay que evitar. | Foto: iStock

LABORAL

¿Qué impacto tendrá la cuarentena en el desempleo?

El impacto de la cuarentena sobre el trabajo dependerá de la duración de las medidas de aislamiento y del choque petrolero. Se requieren medidas más agresivas.

2 de abril de 2020

Crece el temor por el crecimiento de una epidemia para la economía: el desempleo. Con el aislamiento colectivo obligatorio muchas empresas han tenido que cerrar sus puertas y, por tanto, no tendrán ingresos durante las próximas semanas. Ante esto, existe el riesgo de que prescindan de trabajadores. Sobre todo considerando que algunos de los sectores como comercio, hoteles, restaurantes, turismo y entretenimiento, entre otros, generan la mayor parte de los puestos de trabajo.

Sin duda, la magnitud de la desaceleración y su impacto dependerá de cuánto dure la cuarentena y, en general, los choques que sufre la economía colombiana.

Fedesarrollo estima que si las medidas del Gobierno tienen éxito para controlar el covid-19 durante los próximos 2-3 meses, un escenario optimista, la economía crecería 2,3% y el desempleo aumentaría en promedio al 13,3% en 2020. En un escenario medio donde resolver los problemas actuales tome 5 o 6 meses, el crecimiento sería del orden de 1,2% y la tasa de desempleo se incrementará en 50%, al repuntar a niveles de 15,4%.

Pero si los efectos de la pandemia y el choque petrolero duran más, un escenario pesimista, la economía se contraería 0,4% y el desempleo podría alcanzar 19,5%, un nivel similar al que tuvo el país en la gran crisis de finales de los años noventa.

Ante la difícil coyuntura, muchos empresarios se han comprometido a seguir pagando las nóminas durante la cuarentena.

“No es el momento para los despidos”, afirmó David Bojanini, presidente saliente del Grupo Sura, para quien tan importante como la salud es el tema de preservar los empleos de las personas. “El costo que asumamos hoy va a ser mucho menor que el que tendremos que asumir mañana si no tomamos las medidas necesarias. Y, la primera de estas, es no despedir a nadie”, afirmó.

Sin embargo, las empresas no pueden aguantar ilimitadamente. Un estudio de Corficolombiana indicó que las grandes empresas podrían soportar una escenario de parálisis de sus ventas que dure entre uno y dos meses, pero más allá de ese tiempo se verán seriamente afectadas.

Por esto, el Gobierno ha buscado mecanismos para que las empresas no tengan que despedir trabajadores. Ha incentivado adoptar esquemas de vacaciones anticipadas, colectivas o acumuladas, así como trabajar en casa (distinto al teletrabajo). Además se comprometió a continuar con todos los contratos de prestación de servicios que hay en el Estado. También creó líneas de garantías para el pago de nómina y difirió el pago de aportes parafiscales, impuestos y servicios públicos para algunos de los sectores más afectados. “No vamos a autorizar ninguna medida de despidos colectivos o masivos”, afirmó el ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera.

Por último el Gobierno creó algunos programas de apoyo para personas no cubiertos por los planes sociales del Estado. Sin embargo, la duda permanecerá.

¿Será suficiente?

Esta crisis coge al país muy mal parado en el frente laboral. A pesar del repunte en el crecimiento, el desempleo alcanzó el año pasado 10,5% en promedio.

Y las proyecciones no son muy halagadoras. En el mejor de los escenarios la tasa de desempleo aumentará unos 3 puntos porcentuales frente al promedio del año pasado, según Fedesarrollo. Pero si esta incertidumbre se alarga, los efectos serán aún más devastadores.

Por eso, muchos consideran que las medidas del Gobierno van en la dirección correcta pero faltan propuestas mucho más agresivas. También hay que diseñar desde ya un plan para que pasada la crisis la economía recupere el ritmo perdido en el menor tiempo posible. La cuarentena deberá durar el tiempo necesario para quitarle velocidad a la pandemia, pero solo el prudente para no causar un daño irreparable al aparato productivo.

Para economistas como Mauricio Cabrera, Carlos Caballero Argaéz o José Antonio Ocampo, el Gobierno debe ser más agresivo con programas de gasto y debe pensar en un financiamiento heterodoxo que podría venir del Banco de la República. Este expediente había desaparecido del manual de política económica de Colombia, por su impacto inflacionario. Pero la crisis inédita requiere propuestas igualmente inéditas. Hasta los economistas más tradicionales afirman que hay que olvidarse de reducir el déficit fiscal de este año y que hay prioridades más altas, como frenar la epidemia del desempleo.