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Carlos Caballero Argáez - Director de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes El país ha logrado una institucionalidad sólida para su sector financiero: Banco Central independiente, supervisor integrado y fondo de garantías forman parte de la arquitectura institucional colombiana. | Foto: Alejandro Acosta

BANCOS

¿Qué transformaciones ha vivido el sector financiero a lo largo de su historia?

Carlos Caballero Argáez, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes y experto en historia del sector financiero, dialogó con Dinero sobre los grandes hitos y la evolución de esta industria.

14 de octubre de 2015

La historia del sector financiero colombiano se puede entender mejor desde sus crisis. Así lo ve Carlos Caballero Argáez, uno de los economistas que más sabe del tema. La banca nació oficialmente en el país en 1865, en un momento en que se les permitió a los bancos emitir sus propios billetes.

¿Cómo ve este proceso?

Luego de la Ley de 1865 se creó el Banco de Londres, México y Sudamérica, liquidado en poco tiempo. Después vino el Banco de Bogotá en 1870 y el de Colombia en 1875. En Medellín, por ejemplo hubo bancos de distintas casas comerciales.

El inicio fue complejo pues se necesitaba generar confianza en el público para que aceptaran los billetes. Además, debían ser cuidadosos con el crédito y la emisión. A finales del siglo XIX hubo varias crisis financieras, porque la moneda de cada banco no siempre fue acogida. Como no había banca central, ni Fogafín; entonces los que respondían eran los dueños del banco.

¿Y en qué momento apareció el Banco Nacional? 

En 1880, porque un grupo liderado por Núñez quería hacer un Banco del Gobierno. Desde el principio contó con la oposición de los liberales, que decían que no tenía sentido.

Al final, el Banco terminó haciendo lo que no tocaba: emisiones clandestinas. Esto generó inflación, menguó la confianza pública y se terminó cerrando en 1896.

Luego, iniciando el siglo XX, se creó el Banco Central, con algunas características del Banco Nacional, cuyo propósito principal era financiar al Estado. Tras cuatro años se liquidó.

¿Qué hizo que lo volviéramos a intentar?

‘Gracias’ al desastre de la Guerra de los Mil Días, en el que la inflación llegó a 400%, el país aprendió y se generó un consenso social para ser cuidadoso con la moneda. Además, la producción de café pasó de 500.000 a 3 millones de sacos: había unos excedentes que requerían un banco central. Asimismo, ya se había creado la Reserva Federal en Estados Unidos. Todo estaba dado para que se adelantaran las reformas que proponía Kemmerer.

¿Había bancos extranjeros?

Sí. El Banco Alemán Antioqueño (1912), el Banco de Londres y South America (1923), el banco Francés Italiano (1924) y el First National City Bank (1929, hoy Citibank) son solo algunos. Todos llegaron por la economía cafetera.

¿Hubo muchos recursos?

¡Claro! Con la indemnización del canal de Panamá, por primera vez le entró plata a Colombia; con eso se paga la institucionalidad que recomienda Kemmerer. Es una época de grandes reformas económicas.

Al crearse el Banco, mejorar la institucionalidad y tener plata inicia una gran expansión, acompañada de endeudamiento externo, ciclo que se revierte con la crisis de 1929, que en el país se siente en 1930.

¿Qué rol jugaba el mercado de valores en ese contexto?

Algo importante es la fundación de la Bolsa de Bogotá en 1922 como mecanismo para que las empresas consiguieran capital. En sus orígenes, los bancos emitían acciones que colocaban en la Bolsa.

¿Qué dejó la Gran Depresión?

Hizo necesaria una segunda Misión Kemmerer; hay una reforma constitucional que le da puesto en la Junta del Banco a la Federación de Cafeteros y le permite al Gobierno financiarse con recursos del Emisor. La garantía que quedó en poder del Banco fueron las salinas del país, que administró en los ochenta.

¿Mientras tanto, qué pasa con la banca comercial?

En los cincuenta era pequeña y estaba muy controlada. Las tasas, los encajes y las inversiones forzosas eran el esquema reinante. Algo interesante de la ideología del fomento es la creación de los bancos sectoriales y oficiales. De allí vienen los bancos Popular, Ganadero y Cafetero.

¿Cómo inició el Upac?

Carlos Lleras le deja estructurar el Plan de Desarrollo a Misael Pastrana, pero vino un conflicto grande entre Planeación y el Gobierno que generó un cambio en Planeación. Llegó el profesor Currie como asesor y al Plan de Currie le hicieron caso.

Ese PND tenía cuatro estrategias para promover la construcción de las ciudades y creaba los mecanismos para que el Upac se implementara. A partir de allí se fundaron las corporaciones de ahorro y vivienda y se hizo el Favi, que apoyaba este sistema.

¿Fue exitoso el modelo?

Se puede analizar de diferentes maneras, pero en ese momento se produjo una gran distorsión en el sistema financiero. Las corporaciones de ahorro y vivienda tenían plenas libertades y competían con bancos que estaban reprimidos. Sin embargo, el Upac trajo modernidad al sistema.

¿López mantuvo la estrategia?

A López le tocó la bonanza del café y la marihuana, sumada al alza del precio del petróleo. Pero manejó la bonaza reprimiendo al sector financiero; entonces hubo un encaje marginal de 100%: cada peso que entraba a los bancos tenía que abonarse al Emisor. Allí se empezó a gestar la crisis que le cayó al gobierno de Belisario.

Una gran equivocación fue espantar la inversión extranjera. La ley 55 de 1975 colombianizó la Banca, impuso un límite de participación extranjera de 49%. Los extranjeros tuvieron que vender o capitalizar con socios colombianos. 

¿Cómo le fue a Belisario?

Turbay se había endeudado y justo allí llegó la crisis de la deuda. Cuando Belisario entró, ya estaba intervenido el Banco Nacional y estábamos en plena crisis financiera. En octubre del 82 se nacionaliza el Banco del Estado, en el 83 se interviene el Banco de Colombia y los bancos grandes entraron en problemas. Un hecho importante de este periodo es la creación de Fogafín en 1985. Gracias a esta entidad, el Gobierno puede oficializar el Banco de Colombia.

¿Qué tan importante es Fogafín?

Al comparar las crisis de 1982 y 1999, en 1982 funciona es el Banco de la República; en 1999 la tarea la hace Fogafín.

¿Y a Barco cómo le fue?

Barco vivió la recuperación del sector financiero. En ese periodo se cerró la venta del Banco de Bogotá a Luis Carlos Sarmiento, mientras que el Banco de Colombia siguió siendo del Gobierno hasta 1994.

Y vino la apertura…

La apertura tuvo muchos aspectos positivos, uno fue el reingreso de la banca extranjera. BBVA compró el Banco Ganadero, Santander el Banco Comercial Antioqueño.

Llega entonces la crisis de 1999.

Pasó lo de siempre, en un momento de auge se relajaron los criterios para prestar y luego cambió la tendencia. En ese contexto se cerró el crédito externo con la crisis asiática y el nivel de gasto era elevado. 

Lo más importante es que entran en crisis las corporaciones de ahorro y vivienda, no la banca privada grande, golpeada en 1982.

Además, no teníamos flexibilidad cambiaria para hacer el ajuste externo. Fue una gran decisión acabar con la banda cambiaria y permitirle al mercado funcionar libremente.

¿El sector externo es culpable de nuestras crisis?

Hay un elemento común en las crisis del 30, ochentas y finales del noventa: la entrada y posterior salida de los flujos de capital.

Los flujos de capital determinan lo que pasa con la salud del sistema financiero. Lo absurdo es que muchos analistas colombianos se olvidan del sector internacional.

¿Cómo estamos ahora?

Estamos mejor preparados para enfrentar malos momentos. La regulación financiera es moderna, el Banco de la República tiene mayor fortaleza técnica y no tenemos banca pública, salvo por el Banco Agrario.