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CONSTRUCCIÓN

La construcción en Bogotá espera recuperación para 2019

Más de 26.000 unidades de vivienda serían iniciadas en 2019, lo que demandará 220.000 empleos directos e insumos por alrededor de $3,6 billones, según las proyecciones de Camacol Bogotá y Cundinamarca.

2 de diciembre de 2018

Según Camacol, la actividad constructora en la región cierra 2018 con un buen desempeño, ya que el crecimiento de las ventas en febrero fue de 7,8% y en octubre del 13,4%. Estas cifras y el panorama económico muestran que en 2019 habrá recuperación en este sector.

Se proyecta también para el próximo año que saldrán al mercado colombiano 55.246 unidades de vivienda de las cuales 49% se desarrollarán en Bogotá. Además, respecto al empleo hubo un crecimiento anual de 5% en la ciudad, lo que equivale aproximadamente a 10.000 puestos de trabajo, según las cifras del Dane.

La gerente de Camacol B&C, Martha Moreno Mesa, dice que el trabajo gremial se concentrará en varios temas, entre ellos el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, (POT) “porque está encaminado a la construcción de ciudades de calidad que viene promoviendo el gremio” afirmó Moreno.

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Lo que plantea POT

Después de radicar la propuesta del POT ante las autoridades ambientales, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR)  dice que “su visión se basa en la noción de ‘calidad de vida’”, donde se brinden las necesidades básicas como agua, vivienda, espacios públicos y de recreación, transporte público, edificaciones y equipamentos requeridos para el desarrollo de la capital.

El secretario Distrital de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, dice que pretenden hacer “una ciudad donde, en la nuevas Actuaciones Urbanas Integrales, la exigencia de vivienda VIS y VIP sea el doble, es decir, no el 20% como dice la Ley, sino el 40%”. Además de la importancia de hacer un balance de proyectos de renovación urbana.

El sector constructor afirma estar preparado para asumir los desafíos en materia de desarrollo urbano y social que vendrá en 2019 porque se decidirá además las normativas claves para Bogotá.

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Por su parte, Morena Mesa opina que “el nuevo POT es una oportunidad para hacer una transformación real del territorio. La planificación debe estar en función de las dinámicas demográficas y las relaciones funcionales de Bogotá con su área de influencia.”

Todo esto porque el POT tiene como objetivo generar calidad de vida y mejorar las condiciones mediante la renovación urbana que brinde no solo soporte y espacio público, sino que cuente con expansión planeada concreta y cercana.

Para lograrlo, deben tener en cuenta el diseño de las normas urbanísticas y el estado físico actual de la ciudad, revisando así los sectores que conforman a Bogotá: asentamientos rurales, zonas urbanas homogéneas y análisis de actividad de cada barrio o calle.

A esto la gerente agrega que “estamos optimistas de que las buenas decisiones del POT serán respaldadas por la inversión privada y podrán promover la competitividad y consolidar el valor de la región. Esperamos que el próximo año sea para la recuperación del sector edificador en Bogotá por cuenta condiciones macroeconómicas más favorables”.

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