El presidente de 'La República'

A Jorge Hernández Restrepo le encanta trabajar. Lo estimula asumir riesgos, planear estrategias, coordinar proyectos, liderar grupos. Pero esas actividades propias de un ejecutivo no lo hacen plenamente feliz. Le falta la libertad del campo, la compañía de sus caballos, la belleza serena del ganado. Allí, en sus fincas, es donde se realiza a plenitud.

Y, por supuesto, también lo realiza la compañía de sus amigos del alma, aunque algunos se hayan ido para siempre. Como don Alberto Uribe, padre del presidente Alvaro Uribe, con quien compartió atardeceres magníficos en los tiempos de la Asociación de Criaderos de Caballos de Silla (Asdesilla), cuando en el país se podía pescar de noche.

Don Alberto le enseñó que el trabajo duro debe ser el propósito básico de cualquier persona al despertarse por las mañanas. Y eso es lo que ha hecho. Trabajar. No importa que en determinados momentos haya estado en el lugar equivocado, como en sus épocas de estudiante, cuando se dejó arrastrar a la carrera de ingeniería civil que jamás ejerció.

Cómo habría de hacerlo si por sus venas corre tinta de rotativa heredada de su tío don Julio C. Hernández, dueño del diario El Colombiano. Allí entró primero como administrador, luego ascendió a subgerente hasta alcanzar la posición de editor-gerente en tiempos en que su director, Juan Gómez Martínez, asumía la Alcaldía de Medellín. Precisamente allí nació Hernández Restrepo el 26 de julio de 1939 en el seno de una familia conservadora.

Esas raíces le permitieron trabar una sólida amistad con Andrés Pastrana Arango, que lo llevó en el segundo renglón de su lista al Senado en la primera elección de la Constitución de 1991. Tres años fueron suficientes para que decidiera lanzarse en solitario a repetir curul en el Congreso. De allí salió para la Comisión Nacional de Televisión (Cntv). De ambas etapas tiene recuerdos agridulces. "Al final vi lo imposible que era ir en contravía de mis propias convicciones", dice del Congreso. Y agrega: "No olvido el sabor amargo de mi paso por la Cntv".

Más allá del laberinto burocrático se sentía extraviado porque le faltaba la pasión del cierre de un periódico, el olor fresco de las noticias, la contundencia histórica de un titular. Ejercicios diarios que ahora, por fin, vuelve a practicar desde su posición de presidente ejecutivo del diario La República, periódico que el martes de la semana pasada inició la celebración de sus bodas de oro. Y para semejante festejo el diario económico, empresarial y financiero cambió de traje. Ahora luce más sobrio, tiene nuevas secciones, más análisis y, sobre todo, un lenguaje más universal para llegarle a más lectores. "La República fue pionero y hoy se pone a la vanguardia del periodismo económico nacional con un modelo rejuvenecido, moderno y ágil", resumió el rotativo en su editorial.

Ante este nuevo reto se encuentra Hernández Restrepo, quien dice que volvió para quedarse para siempre. Su esposa y sus tres hijos confiesan que lo ven decidido aunque sufra ramalazos de nostalgia al no poder pasar sus días en una finca en compañía de sus caballos. Donde no siente el olor a tinta de su pasión laboral pero es feliz al ciento por ciento.