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Liberal de 'racamandaca'

Carlos Lemos Simmonds fue comunista, columnista, vicepresidente y Presidente.

3 de agosto de 2003

Carlos Lemos Simmonds fue vicepresidente de Colombia en una de las épocas más difíciles del país, durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano, y es el único vicepresidente de la época actual que ha sido Presidente durante 12 días mientras el primer mandatario se hacía un tratamiento médico en Canadá. Sin embargo la verdadera importancia de Lemos no radica en esto sino en lo que representaba sin estas distinciones. Era uno de los últimos de una especie en vía de extinción. El intelectual cuyas armas eran su inteligencia y su pluma, y que al morir no dejó nada diferente a su prestigio y sus escritos. Este carácter le venía de cuna y de geografía. Popayán es la ciudad del país que ha producido más hidalgos sin ambiciones materiales. Su padre, el médico Antonio José Lemos Guzmán, quien fue durante muchos años rector de la Universidad del Cauca, era uno de ellos.



Fiel a este carácter el presidente Lemos no quiso que su entierro tuviera la pompa ni la rimbombancia marcial con la que se suele dar el último adiós a quienes han ocupado ese cargo. Por eso su última voluntad fue que lo velaran en su casa, rodeado por su numerosa familia y sus amigos más selectos, en medio de los libros que alimentaron su cultura enciclopédica y de los discos de música barroca que tantos momentos felices le depararon durante 69 años. Sobre su féretro su esposa Martha Blanco, con quien estuvo casado durante 18 años, colocó la biografía de Adolfo Hitler que estaba leyendo, los anteojos con los que se ayudaba en esta tarea y el estilógrafo de punta de oro con el que subrayaba y escribía notas al margen en todas las obras que pasaban por sus manos.



Los allegados más íntimos dan cuenta de su gran sentido del humor, de su férrea solidaridad familiar y de su erudición en todo lo referente a las dos grandes guerras mundiales. Aunque, para ser exactos, su afición era en general por las grandes batallas. Su cuñado y contertulio Juan Fernando Blanco recuerda que hace poco le habló con entusiasmo de las cuatro que libró Boadicea, la reina celta de los iceni, quien al frente de un ejército de 100.000 hombres le dio la guerra en Britania a las legiones romanas. El resto de los colombianos recordará a Carlos Lemos Simmonds, en cambio, por ser uno de los más importantes representantes de la denominada generación del Estado de Sitio por cuenta de su carrera como periodista (fue columnista de El Espacio y El Tiempo y director de la revista Consigna) y político liberal. Fue miembro de este partido después de abandonar una militancia universitaria en el comunismo y bajo su bandera fue desde concejal hasta congresista, pasando por gobernador del Cauca.

Consideraba una veleidad juvenil su pasado en la izquierda y, parafraseando a Bernard Shaw decía: "Uno a los 20 años debía ser comunista, pero a los 30 ser comunista era no tener corazón y a los 40 no tener cabeza".



Se destacó por ser, en palabras del ex fiscal Alfonso Gómez Méndez, "una persona de carácter y de principios en un país donde la gente no acostumbra a tener actitudes consecuentes en la vida". Hasta sus últimos días manifestó su preocupación por el presente y el futuro del partido al que le había dedicado tantas jornadas. Sus restos reposarán en los Jardines de Paz, muy cerca de los de uno de sus líderes más admirados, el también político y periodista Alberto Lleras Camargo.