Mutantes digitales IV

Mucho entretenimiento, poca educación: la primera gran encuesta TIC

Internet ha revolucionado la forma como las personas se comunican, informan y entretienen. ¿Qué uso le dan los colombianos?

Lina Hernández* Bogotá
22 de noviembre de 2017

El 23 de agosto de 2017 el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones publicó en su página web una encuesta que pasó casi inadvertida, posiblemente porque no es fácil acceder a ella. Para hacerlo, hay que entrar a la página, instalar un programa en el computador (Tableau Desktop), llenar un formulario, tomar la opción de los 14 días de prueba. Una vez el usuario logra instalar la aplicación, se abre una encuesta extensa, compleja, que se compone sobre todo de gráficas e infografías. Se trata de la Primera Gran Encuesta TIC, que buscó, en alianza con el Dane, articular esfuerzos estadísticos, históricamente dispersos en diferentes investigaciones y mediciones, para presentarse como un referente unificado sobre internet en relación con el uso y el consumo en Colombia.

La encuesta (que se hizo a 8330 personas y representa a 27,7 millones –aunque solo a 1,7 millones en zonas rurales–) arroja entonces datos sobre el equipamiento y acceso de los ciudadanos a internet, qué uso le dan, sus ventajas, el nivel de inclusión en diferentes sectores y sus interacciones.

La primera gran conclusión que se puede leer entre las cifras es que, aunque la cobertura de internet sea cada vez más amplia, el 72% de los hogares colombianos tiene acceso por medio de un teléfono inteligente y solo 38% por medio de computadores portátiles y de escritorio. “Eso ocurre por dos razones: la facilidad para comprar teléfonos inteligentes a precios razonables y la necesidad de tener todo a un clic. En la era de la inmediatez, el teléfono inteligente es lo que más rápido puede dar una respuesta”, explica Miguel León, miembro de Cifras & Conceptos y director de la encuesta. Esas cifras revelan la evolución de los dispositivos tecnológicos (del computador de escritorio, al portátil, al smartphone), que a su vez se traduce en el hecho de que los colombianos usan internet sobre todo para hacer consultas rápidas y para comunicarse con otros, mucho más que para hacer búsquedas relacionadas con la academia, entendiendo internet como una herramienta de conocimiento.

En otras palabras, aunque los móviles han contribuido a democratizar el acceso al mundo digital, tienen usos específicos: la gente los prefiere para chatear, para ver las redes sociales y para leer noticias, en ese orden de preferencia. Eso significa que el énfasis sigue estando en la conectividad y la comunicación.

Más allá del móvil, la encuesta muestra que 23% de las personas tiene acceso a tabletas con internet, y ese es un índice que ha ido creciendo, en parte gracias a las entregas de este tipo de dispositivos que el gobierno ha realizado con fines educativos. Sin embargo, el poco conocimiento sobre la existencia y el uso correcto de ciertos dispositivos electrónicos es una de las razones por las que a internet se accede mucho más por medio de computadores. Los dispositivos como los e-readers y los kindle tienen solamente 2% de reconocimiento. En el Reino Unido o Estados Unidos ese porcentaje oscila entre el 18 y el 30%, lo cual se debe en parte a los mayores niveles de lecturabilidad en esos países. Un colombiano lee en promedio dos libros al año, lo cual constituye una de las cifras más bajas del continente.

Por otra parte, aunque es un hecho que internet se ha venido democratizado y expandiendo en términos territoriales, según la encuesta el 48% de las personas sigue sin tener acceso, siendo unas de las principales razones que sus ingresos no bastan para tener conexión en casa y que internet público solo llega a tener un cubrimiento del 50%, sin que funcione del todo bien. Aquello se traduce en que casi la mitad de la población del país no cuenta con internet de manera continua y las zonas Wi-Fi en espacios públicos no son aún una solución para la mayoría. Las casas deberían ser la prioridad, pues en el hogar los niños pueden hacer tareas y los adultos pueden teletrabajar. Desde 2012, el Ministerio de Trabajo justamente incentiva a las empresas a facilitar internet a quienes trabajen a distancia, lo cual, sin embargo, todavía es una práctica poco común.

Por todo lo anterior, y retomando la conclusión inicial, las prioridades de los colombianos cuando usan dispositivos tecnológicos son la comunicación y el entretenimiento, por encima de la información, la formación y el trabajo. Las redes sociales representan la actividad número uno de quienes navegan en internet, seguidas de enviar o recibir correos electrónicos, escuchar música y ver fotos o videos. No se trata de satanizar la comunicación o el entretenimiento, pero sí debe tenerse en cuenta que la prioridad del Estado en la promoción de las tecnologías de la información es que estas sirvan como herramienta de formación, cosa que no casa con los resultados de esta encuesta.

Según el sondeo, Facebook y Whatsapp son las redes más populares entre los colombianos. Del 88% de personas que usa Facebook, 80% lo usa a diario y del 87% que usa Whatsapp, el 93% lo hace todos los días. Según la encuesta, una de cada cinco personas usa Twitter para expresar lo que piensa. Sin embargo, valdría la pena ahondar en cuántas de esas cuentas son verdaderas y cuántas son bots (robots que no tienen un usuario real y que están encargados de producir información) para ponderar la utilidad de esa red. Además, del 20% de los encuestados que usa Twitter, solo el 58% lo usa diariamente. Podría pensarse que Twitter alimenta el debate público, pero en realidad tiene poco impacto entre las mayorías, pues sus usuarios son en gran parte de estratos 4, 5 y 6 (es decir, la minoría del país).

WhatsApp es una de las redes sociales más usadas, sobre todo en estratos 1, 2 y 3, y según Guillermo Cuéllar, director de Brújula Comunicaciones y experto digital, WhatsApp “cumple un papel fundamental como red social en términos políticos. Un claro ejemplo fue su función en la campaña del ‘no’ en el plebiscito, y va a ser la red de las elecciones de 2018”. Todo esto a raíz de que el chat reemplazó el voz a voz, y además facilitó los mensajes virales sin posibilidad de rectificación. En WhatsApp se puede compartir o recibir información por cientos de personas al mismo tiempo, modalidad perfecta para difundir noticias sin verificación.

Es preciso anotar que el uso de las redes sociales no es ni bueno ni malo en sí mismo, pero varios expertos afirman que en contextos de polarización, y con el auge de las noticias falsas, sería fundamental que los usuarios tuvieran la capacidad de discernir entre los mensajes que verdaderamente informan y los que comunican posiciones políticas. Eso, evidentemente, hoy no es así. Y para lograrlo se requieren esfuerzos pedagógicos.

Eso mismo hace falta en la promoción del uso de nuevas tecnologías entre personas mayores: 43% de las personas mayores de 55 años no usa internet porque no sabe cómo, pero el 63% de esas personas lo usaría si se le enseñara, lo cual demuestra que el uso mayoritario de los jóvenes no solo se debe a que los millennials y centennials sean nativos digitales, sino también a que para los adultos mayores no existen suficientes políticas públicas que les permitan o los animen a hacer uso de internet.

Un aparte de la encuesta está dedicado al consumo de medios de comunicación, que se ha visto afectado dramáticamente por cuenta de internet. El sondeo evidencia que la televisión y la radio siguen siendo importantes para las personas, a pesar de la entrada de los medios virtuales. El 97% de los ciudadanos vio televisión en el último mes de publicada la encuesta y 71% escuchó radio.

Por el lado de la radio, aunque las emisoras on-line siguen siendo desconocidas y poco llamativas, los dispositivos tecnológicos brindan la posibilidad de escuchar radio en dial, lo que ha permitido que siga vigente. Y aunque la televisión sigue siendo muy importante (razón por la cual el Estado sigue priorizándole recursos para procesos de formación), los usuarios son en su mayoría adultos. Según el más reciente estudio de Google sobre el comportamiento en internet de jóvenes colombianos, 71% de los adolescentes entre 13 y 17 años en Colombia no ha visto televisión en el último mes. Y según una encuesta reciente de Google a nivel mundial, el medio de consulta número uno entre centennials es YouTube, y solo muy, muy por debajo empieza a aparecer uno que otro medio de comunicación (siendo la prensa escrita, sin duda, el medio más afectado por la llegada de las tecnologías de la información).

Mientras que el consumo en plataformas digitales tiende a aumentar, el consumo de medios de comunicación tiende a la baja entre las generaciones más jóvenes. Parecerían ser, entonces, dos fenómenos inversamente proporcionales. También esta encuesta ratifica, una vez más, que si los medios tradicionales quieren sobrevivir tienen que dar un giro que les permita recapturar la atención de esas nuevas generaciones: “Los medios se han ido atomizando y se podría decir que ya no tienen la capacidad de convocatoria de hace 50 o 60 años. Ahora la tendencia va encaminada hacia los medios que el mismo usuario escoge. Las personas escuchan las noticias que quieren y no precisamente las mejores, y eso lo proporcionan las redes sociales y el efecto de internet”, afirma José Dante Parra, asesor demócrata y de comunicaciones hispanas del expresidente Obama en 2012.

Teniendo en cuenta que el mundo digital es el espacio más propicio para la proliferación de las noticias falsas, Miguel León afirma que “internet le pone un reto al sistema educativo. Paradójicamente, aunque cúmulos de información estén disponibles en internet, por la variedad de sus contenidos y el anonimato de los mismos, muchas veces estos terminan siendo desinformantes”.

En términos de las relaciones humanas, en Colombia las actividades por fuera de la red siguen siendo más valiosas para la mayoría. Aunque el 75% de las personas considera que las tecnologías de la comunicación y la información han facilitado la vida, el 61% no sacrificaría el consumo de alcohol, las fiestas, la televisión, comidas en restaurantes, un día de compras y un día con amigos, familia o la pareja por tener acceso a internet. De igual forma, quienes aseguran que internet les ha facilitado la vida relacionan ese bienestar con la cercanía que les permite tener con familiares y amigos que están fuera de la ciudad o del país.

Hace tres décadas internet empezó a propagarse por el mundo, y esta encuesta evidencia que la penetración tecnológica en el país va en aumento. Sin embargo, también muestra que entregar tabletas y ubicar conexiones de Wi-Fi no es suficiente. En un país tan polarizado, y con necesidad de una mejor formación, el reto no es solo masificar el uso de las TIC, sino cualificarlo.

*Periodista. Trabaja en la sección política de la revista Semana.

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