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Bienestar

Tus conflictos personales pueden enfermar a tu mascota  

Las emociones negativas o positivas de los amos pueden afectar la calidad de vida de sus mascotas.

Médica Veterinaria Daniela Peñaranda
27 de marzo de 2017

Los animales de compañía ocupan un lugar muy importante dentro del núcleo familiar. Ellos son incondicionales, amorosos y leales, y, en muchas ocasiones, llenan espacios de soledad, lo que hace que se genere un vínculo especial entre amos y mascotas. 

Esta relación, además, se fortalece por la empatía. Este es un sentimiento que surge en nosotros cuando vemos a alguien con un sufrimiento físico o emocional profundo, sentimos que algo en nuestro interior hace clic y comenzamos a compartir su dolor. Pero no es exclusivo de los humanos: los animales experimentan lo mismo. Seguramente te ha pasado que cuando estás contento, tu mascota suele estarlo también, y si te sientes triste, él se acerca a ti a maullarte o ladrarte, como si intentara animarte. 

Debido a lo anterior, es común tener en consulta a pacientes con cáncer o hipotiroidismo y ver que ‘casualmente’ su dueño sufre de la misma enfermedad. Quise ahondar un poco más en el tema porque todo esto tiene una explicación. 

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Que un animal tenga el mismo padecimiento físico o mental de su cuidador está relacionado con algo llamado ‘órgano externo de somatización’, es decir, la parte del cuerpo que absorbe como una esponja las emociones negativas o positivas de la familia y las somatiza. Esto puede dar origen a cambios de comportamiento, signos de ansiedad, vómito, diarrea y rascado, e inclusive, puede ocasionar afecciones similares o iguales a las de las personas a su alrededor. 

Básicamente, somatizar es convertir los trastornos psíquicos en síntomas físicos. Según las medicinas alternativas, toda enfermedad tiene un origen emocional. Si cada vez que nos enfermáramos pudiéramos identificar qué fue lo que la desencadenó (disgusto, tristeza, etc.), sería más fácil sanar. 

Los animales no son conscientes de eso, pero sí son susceptibles a nuestros cambios de humor, y cuando esto sucede por períodos prolongados, pueden empezar a sufrir de la misma enfermedad que nosotros padecemos. Por esta razón, en medicina veterinaria no podemos ver solo al paciente sin tener en cuenta el contexto en el que vive, ya que a veces es ahí donde está la respuesta a la enfermedad. 

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Debido a esto, la consulta a domicilio tiene un gran valor, porque se evalúa a la mascota en su ambiente, podemos ver dónde duerme, dónde come, si es adecuado o no, y así conocer un poco más sobre las personas con las que convive. 

Un entorno familiar puede albergar emociones negativas entre sus integrantes, angustia, temor, ansiedad o agresividad, dando como resultado una atmósfera de tensiones y estrés diario. 

En consulta podemos darnos cuenta de que el perro se comporta como su amo, y esto no es casualidad. También llama la atención que existen personas que han tenido varios perros a lo largo de su vida y todos han sufrido de la misma enfermedad. Se han reportado casos en los cuales los animales se rascan o vomitan cuando en casa hay peleas entre sus dueños, o casos de riñas entre gatos cuando sus dueños discuten. 

Cuando el ambiente está muy cargado de emociones negativas, algún integrante se convierte en una "válvula de escape" y viene la enfermedad o el síntoma (diarrea, vómito, entre otros), muchas veces sin una explicación médica (bacteria, virus). 

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Es frecuente que esta posición sea asumida por el animal, ya que son totalmente vulnerables, no son conscientes del daño que les puede estar causando ese ambiente y no tienen la opción de alejarse como lo haría una persona si quisiera; por el contrario, absorben todo muy rápidamente, pasando a ser víctimas de los conflictos familiares. 

Posibles explicaciones de este fenómeno 

El Dr. José Tomás Zeberio, creador de la antropología energética, explica cómo se afecta el ‘órgano externo de somatización’. En primer lugar, existen partículas positivas y negativas que provienen de los pensamientos y palabras emitidas diariamente por los seres humanos. Estas permanecen suspendidas en el ambiente, y aunque no se pueden ver, sí se sienten; por eso, muchas veces algunos lugares nos producen incomodidad o rechazo, y decimos que tienen ‘mala vibra’ porque están cargados con esas partículas. 

Principalmente se depositan en los gatos, localizándose en una banda magnética a lo largo de la columna vertebral, donde se acumulan las partículas positivas y negativas de su entorno. Después, estas entran al organismo por unos conos y se localizan en los diferentes órganos, produciendo la somatización, que depende de la naturaleza de la partícula (positiva o negativa). 

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Cabe aclarar en este punto, que esta no es la única razón por la que los animales se enferman; simplemente debemos tenerla en cuenta para que seamos conscientes de que nuestras actitudes diarias pueden llegar a afectar negativa o positivamente a nuestros animales y que estas son clave para su recuperación. No nos convirtamos en un obstáculo para su recuperación.

*Fotografías: 123 RF