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El presidente Álvaro Uribe ha pedido perdón a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, y éste a su vez ha aceptado las disculpas por la incursión militar de tropas colombianas en Ecuador,. el hecho desató una crisis diplomática de dimensión regional.

RELACIONES INTERNACIONALES

Cómo se logró y qué significa la reconciliación con Ecuador

Con la vuelta a la diplomacia, Ecuador y Colombia, las dos naciones vecinas salen ganando. ¿Cómo se logró y qué impacto regional tendrá?

César Paredes, periodista de Semana.com
19 de noviembre de 2009

Los acercamientos entre Colombia y Ecuador ya comenzaron a dar resultados tangibles en  la restauración de las relaciones comerciales, diplomáticas y de cooperación en la frontera.

Este jueves, el Ministro de Defensa Colombiano, Gabriel Silva Luján recibió en Bogotá a su homólogo ecuatoriano, Javier Ponce, y al Ministro de Seguridad del país vecino, Miguel Carvajal, para reactivar las funciones de la Comisión Binacional Fronteriza (Combifron).

A la instalación del mecanismo bilateral también asistieron altos mandos de la Fuerza Pública de Colombia y Ecuador.

Para los dos países este acercamiento significa la reactivación de canales de comunicación y cooperación para atender a los problemas de seguridad de la frontera. En palabras del ministro Silva, "retomamos el rumbo por la senda del trabajo conjunto, de la colaboración y de la solidaridad en la lucha contra las amenazas que nos son comunes".

Dentro de los acuerdos pactados este jueves, está la designación, el próximo 10 de diciembre de los agregados militares y policiales de ambos países, con el propósito de que cada país tenga representación oficial de su Fuerza Pública.

Este paso es bastante significativo, no solo para la reconciliación de los gobiernos colombiano y ecuatoriano sino para la integración de la región. Esta comisión, que fue creada para combatir al crimen organizado, el contrabando de armas, los grupos ilegales, entre otros, no se reunía desde 2007, unos meses antes de que se rompieran las relaciones diplomáticas entre los dos países.

Para la investigadora Socorro Ramírez, experta en la relaciones de Colombia con los países andinos, quien ha acompañado este acercamiento, “la reactivación de la Combifron es decisiva para las relaciones entre los dos países. Significa la reactivación de la comunicación entre las fuerzas de seguridad de los dos países, en un escenario que se había vuelto cada vez más peligroso por la inseguridad”, dijo a Semana.com.

El proceso de normalización de las relaciones se demoró mucho tiempo, casi 20 meses. Mientras tanto, los grupos ilegales, el contrabando, el desplazamiento, el narcotráfico agravaron la situación de la frontera, por lo que Ramírez consideró que “era injustificable que no hubieran canales de comunicación”.

Ecuador rompió relaciones diplomáticas el 3 de marzo de 2008 cuando tropas colombianas, sin autorización ni aviso a las autoridades ecuatorianas, atacaron un campamento de la guerrilla  en suelo del vecino país, en el que estaba el miembro de secretariado de las Farc, Raúl Reyes, quien cayó abatido juntos con otras 25 personas. 

Después la crisis se agravó porque el gobierno colombiano no fue del todo claro con su homólogo de Ecuador, lo que enfureció al presidente Correa, y además la intervención de Hugo Chávez en favor del presidente ecuatoriano profundizó las distancias. El anuncio de Colombia de que pactaría un nuevo acuerdo militar de cooperación más estrecho con Estados Unidos, volvió a sacudir los ánimos y dificultó el diálogo entre los países vecinos.
 
Sin embargo, varias personalidades entraron a desempeñar un papel de mediadores que ha sido clave para que los países volvieran a la diplomacia. Uno de ellos fue Antonio Navarro, gobernador de Nariño, quien a su vez fue clave para que el ex presidente Jimmy Carter y su Fundación se acercaran a ayudar. También han sido activos en el acercamiento la Organización de Estados Americanos (OEA) y representantes civiles de las dos naciones. Con gestiones de diverso tipo todos consiguieron ambientar un nuevo clima entre los gobiernos de Quito y Bogotá.

Como resultado de ese proceso, hace una semana, las cancillerías de los dos países nombraron los encargados de negocios lo cual significó el fin de la crisis diplomática. En los próximos días, según han expresado los dos gobiernos, se restablecerán las relaciones diplomáticas en su más alto nivel, es decir, se designarán los nuevos embajadores en las capitales de las dos naciones.

Cómo ha sido el proceso

La distensión de las relaciones entre los dos países ha sido un proceso en el que han participado organismos internacionales, académicos, integrantes de la sociedad civil, ex cancilleres, representantes industriales, entre otros.

El papel del ex presidente de Estados Unidos,  Carter, al frente de su Fundación con una larga experiencia en construcción de paz en todo el mundo, ha sido determinante, pues ayudó a acercar todas las partes del proceso. Los representantes de ambos lados de la frontera programaron reuniones con el objetivo de aclimatar el acercamiento de los gobiernos. Autoridades locales tanto de Ecuador como de Colombia pusieron sobre la mesa de diálogo los temas que consideraron más prioritarios para superar la crisis.

Además de la Combifron, los acercamientos entre las cancillerías de los dos países han puesto en marcha otras dos comisiones en aras de darle una respuesta integral a los problemas de la frontera.

La Comisión sobre Desarrollo Fronterizo entre Ecuador y Colombia y la Comisión de Vecindad e Integración fronteriza.

Estas comisiones también han servido para examinar temas sensibles como las 5 condiciones que ha puesto Ecuador para la reanudación de las relaciones y para que Colombia exprese sus preocupaciones sobre la presencia guerrillera en la zona. “La activación de estas comisiones ha servido para poner en la agenda de diálogo temas ambientales, políticos sociales, humanitarios, comerciales, entre otros”, explicó Ramírez quien ha participado en los encuentros de delegados de las dos naciones.

Las condiciones que Ecuador le ha puesto a Colombia son: que deje de vincular a Quito con las Farc, que haga efectiva la presencia de Fuerza Pública en la zona fronteriza, que entregue información sobre la incursión militar del 1 de marzo y sobre las computadoras de la guerrilla incautadas ese día, y que ayude a resolver la crisis humanitaria de los refugiados colombianos en territorio ecuatoriano.
 
Por su parte, Colombia puso de condiciones que se retiraran las acciones judiciales de fiscales ecuatorianos contra funcionarios colombianos que ordenaron el ataque del 1 de marzo; que ningún miembro del gobierno ecuatoriano tuviera conversaciones o negociaciones o acuerdos con las Farc; y que cesaran los ataques personales contra figuras del gobierno colombiano.
 
¿Qué significa la reconciliación en la región?

“La reconciliación de los dos gobiernos significa para Ecuador la reafirmación de su política exterior y para Colombia limitar sus dificultades con los vecinos a un solo país, Venezuela”, dijo a Semana.com la analista internacional Sandra Borda. .

Otros analistas como Ramírez creen que con la reconciliación de Colombia y Ecuador se suprime un factor de perturbación que había para el proceso de integración de Colombia con los demás países de Suramérica.

Este proceso de restauración de las relaciones diplomáticas de Colombia y Ecuador debería servir como ejemplo de cuál debe ser la ruta a seguir para mejorar las relaciones con Venezuela.

“Se comprueba que la diplomacia institucionalizada, menos visible, es más efectiva que las declaraciones y los comunicados ofensivos”, dijo la analista Borda.

En el escenario regional, la distensión de las relaciones con Ecuador dejan cada vez más solo al presidente venezolano Hugo Chávez en sus reclamaciones por el acuerdo militar de Colombia y Estados Unidos.
 
Quito no se ha vuelto a pronunciar sobre el tema y recientemente ha evitado cualquier identificación con el gobierno de Chávez.

Este hecho favorece a Colombia pues entre más se debiliten las alianzas de Chávez en la región, será más notorio que ningún país está interesado en una confrontación. Ni siquiera Bolivia y Cuba que han expresado su apoyo a Caracas. Ese ambiente de distensión podría servir, incluso, para que gobierno Chávez le baje a la beligerancia y opte por un camino diplomático que acerque a su gobierno a Colombia y, sobre todo, alivie las pérdidas y el sufrimiento que están teniendo la economía y la libertad de los ciudadanos al lado y lado de su larguísima frontera común.